15 Razones para Morir

Disco Rosado

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Consejero Remberto Juárez, bienvenido a su disco.

Supongo que debió imaginar que este momento llegaría después del disco anterior que fue mostrado a la escuela, usted es el número once, el color elegido para usted es el rosado tras ser el color que siempre tenían sus camisas cuando iba a la escuela y muchos artículos de oficina también lo tenían, por un momento llegue a pensar que compartíamos sexualidad, ya que nunca antes se le había escuchado hablar de una esposa o hijos.

Pero lo importante aquí en este apartado de advertencias son las reglas que debe seguir antes de ver este video, si las cumple con efectividad se salvará de condenarse en las llamas del infierno, no olvide lo estoy viendo, veo a todos los que aún siguen vivos. Prosiguiendo estas son las reglas.

1° Mirar el disco completo de inicio a fin.

2° Deshacerte de este mismo después de observarlo, destrúyelo como mejor se te satisfaga.

Están sencillas, ¿no es así? Cúmplelas y disfruta de la función.

El sonido de la pantalla apagarse y luego encenderse una y otra, y otra vez como si de un intro de película del género terror se tratara por fin dejo ver el rostro del difunto acariciando ligeramente su cabello con una pequeña sonrisa como si estuviera utilizando la cámara de espejo.

Reproduciendo video.

Ah, Dios, ya estamos grabando, se me olvida que usted aún existirá y verá este corto video —suelta una risita— debería ignorarlo en todo el video por dos horas, o simplemente hablar sobre como el perro de mi vecina siempre ensucia mi jardín, o mejor, déjeme pensar en algo más interesante —se ubica bien el asiento colocando una mano en su mentón— ah cierto, tengo un estúpido niño que tratar, boom se suicidó lástima, un estorbo menos, ¿no es así? —suspira—

Mire señor Remberto, seamos sinceros, usted y yo nunca nos llevamos bien, pero creo que se equivocó de profesión, debió ser quizás policía o bandido en su defecto, porque de consejero no tiene más allá de la pinta de sus camisas rosas, no me burlo del color, pero esos rosados le quedan horribles. Pero bueno, quiero decirle que felicidades, está viendo un chico antes de morirse y escuchando sus últimas palabras —aplaude con furor—

La primera vez que entre en terapia me había dicho muchas cosas de usted, no lo pensé hasta que lo viví, realmente por un momento me esperance en que me ayudaría a aliviar mis dolores, los dolores que sanaba con esta —enseña una cuchilla de afeitar— la única que me escucha y me daba interés, porque hasta ahora no me ha dejado morir.

Yo quería cambiar con su ayuda, pero usted nunca se interesó en mí, siempre hablaba era de usted, que inclusive, allí el consejero parecía yo; pero quizás si me fuera dado interés y me fuese ayudado a lo mejor me hubiese salvado hasta la graduación, después yo vería como me las arreglaba. Lamentablemente, no fue así, pero quiero decirle que no cometa ese mismo error, escuchar es lo primero, lo otro viene por añadidura.

Como profesional, según en psicología, sabrá también el porqué de su color, pero si no se acuerda de la teoría, le recuerdo que el rosado significa los pensamientos de debilidad, vulnerabilidad y tonterías. También está vinculado con superficialidad y el no ver la realidad. Factores que aplican demasiado a usted, un ser bueno para nada, que esconde sus malestares a través de la farsa y el goce por el dinero que no le dura casi nada.

Le sugiero algo, arregle primero su vida y luego intente ayudar a los demás, o en su defecto, cambie de profesión, así evitaría un nuevo suicidio.

Fin de la reproducción.

La pantalla se apagó de inmediato y solo salieron pequeñas manchas de color café terminando por volverse de color azul expulsando el CD de manera inmediata, el hombre no salía de su asombro así que toco su cabeza suspirando, no lo podía creer y las miradas penetrantes de sus contrarios no es que le colaboraran mucho que digamos.

—Señor, ¿se encuentra abrumado?

—¿Sorprendido? ¿Intimidado? O ¿Estúpido?

—Supongo que todas las anteriores, es muy difícil para mí escuchar eso, yo sinceramente no me lo imagine nunca.

—Jimyn lo hizo con la intensión de que cambie, nosotros nos vamos de Bervely, y usted que se queda debe hacer que la escuela si se interese más en los alumnos, eso no les quitara un título de excelencia, sino que lo mantendrá.

—Tienen razón, ahora puedo entender todo y por eso me siento estúpido.

El hombre suspiró para tomar el disco y preguntar al joven del café si tenían la hornilla donde fritaban encendida, este asintió y todos se dirigieron a la cocina donde el señor aventó el disco contra el aceite caliente, solo varias burbujas dejaron de reflejar la última prueba de que existió ese sermón. La lluvia cesó un poco y parecía que estaría así toda la noche, por lo que era momento de la despedida, mañana tendrían un nuevo disco que entregar.

El grupo de amigos fueron llevados a sus respectivas casas por Tyler, todos se sorprendieron a pesar de todo por la reacción de su exconsejero, pero he aquí, la culpa le empezó a pesar y ese golpe de que estaba equivocado, al igual que la duda sobre que pudo hacer más por Jimyn y salvarlo.

El siguiente disco era para Falcón Woolworth, un psiquiatra bastante reconocido en su área con el que Jimyn llego a tratar por mucho tiempo a escondidas de todos, los jóvenes no sabían ni quién era o donde encontrarlo, pero tras buscar por las redes sociales lograron establecer su ubicación y una cita de urgencia para mañana mismo. Aparentemente, Jimyn sufría de problemas psiquiátricos o eso se decía. Pero nadie, ni sus padres, nunca supieron que iba a dichas sesiones. ¿Será que la locura lo condujo a suicidarse? O solo fue un invento para obtener dinero de un pobre desamparado.