015.

254 28 20
                                    

LIAM.

—Estoy en la puerta, ven a abrirme.

Antes de que Louis pudiese terminar la frase, ya estaba a medio camino por las escaleras. No queria que el chico tuviese oportunidad de tocar el timbre y despertar a Zayn, el pequeño nerd enloqueceria un poco cuando viera lo que habia conseguido. Cortando la llamada, deslicé el telefono en el bolsillo de mi jean y resbale hasta la entrada, tirando de la puerta abierta.

Louis estaba del otro lado, sus ojos azules lanzaron dagas en mi dirección en cuanto me tope con ellos.

—¿Lo conseguiste? —pregunté con ansiedad.

Levantó la jaula que traia con él y la empujó a mis brazos—. Es un conejo toy enano, no crecera mucho —informó—. Necesita que lo alimenten al menos dos veces al dia —me paso la bolsa que traia en la otra mano—. Me dieron una bolsa de alimento pero dijeron que debia darle otras cosas como verduras y pasto para que no enferme o algo así. La jaula tiene todo lo que el roedor hediondo necesita.

Miré la bola de pelos entre los pequeños barrotes—. Gracias, Louis, te debo una.

—Encontraré la forma para que me lo pagues —miró brevemente al animal, jalandose un mechón de cabello en un gesto ausente—. ¿Realmente le darás eso a Zayn?

—Esa es la idea, ¿por qué?

—Mhm, no lo sé, a decir verdad temo que el chico diseque al pobre animalito y lo ponga sobre su escritorio o tal vez solo abra su abdomen y lo meta dentro de uno de esos frascos con formol que hay en el laboratorio de la uni. ¿Te imaginas? Pobre bola de pelos, no es consciente del destino horrible que le espera.

—Zayn no hará eso —bueno, al menos esperaba que no—. Y además, tu no eres la persona más adepta a los roedores que conozco.

—No a los roedores, pero respeto a los animales —me dedico una sonrisa de mierda—. Soy tu amigo, ¿no?

—Imbecil.

Se aparto de un salto cuando arroje una golpe hacia él, riendo mientras se alejaba hacia su auto estacionado en la vereda—. Debo irme —hizo un gesto sobre su hombro—. Suerte con la molestia y con el conejo tambien.

Antes de que pudiese hacer nada, trepo en su auto y se marcho por la calle, presionando el acelerador a fondo. Gruñendo entre dientes, cerré la puerta y me dirigi a la cocina, dejando la bolsa y la jaula sobre la isla antes de inclinarme para ver al pequeño conejo dentro. El pequeño animalito entraba perfectamente en la palma de mi mano, se veia esponjoso y redondito. Sus orejitas eran pequeñas y sobresalian sobre su pelaje grisaseo brillante. Se veia tierno y totalmente indefenso. ¿Como alguien podia temerle a una cosita así?

La puerta principal se abrio y escuché la voz cantarina de Safaa por el pasillo mucho antes de que apareciera en el umbral. La chica se detuvo de golpe, mirandome con confusión mientras se quitaba los auriculares y sacaba su celular del bolsillo, seguramente para detener la musica.

—Hey, hola —saludo—. No sabia que Zayn habia invitado a alguien a quedarse.

—Tecnicamente no me invito pero como tampoco me corrió...

Ella sonrió—. Entiendo, aprovechate de los pocos momentos de debilidad de mi hermano. Chico listo.

—¿Que puedo decir? A veces mis neuronas trabajan horas extra para crear planes malvados —le guiñe un ojo—. Más cuando se trata de tu hermano.

—¿Donde esta él?

—Durmiendo —contesté con simplicidad.

Safaa elevó una ceja—. Ya veo, no quiero saber que lo dejo tan cansado que cedio a dormir durante el día.

Socialmente Torpe |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora