❝Papá por accidente❞

Capitulo 29.

Era un día lluvioso, la casa del alfa se encontraba en silencio total y se veía tan sola pues el color gris de las paredes no ayudaban de mucho por el cielo nublado.

Un omega se sentó en la sala con un libro entre las manos o eso parecía hasta que lo abrió y una sonrisa apareció en sus labios, ahí frente a sus ojos se encontraba la foto de su primer ultrasonido sus dedos se pasearon por ésta, estaba viendo el libro que él mismo hizo desde que se enteró que el procedimiento de inseminación había dado resultado, le gustaba hojearlo cada que llovía pues su pequeño cachorro había nacido en un día como ese.

*FLASHBACK*

Un omega castaño caminaba por los pasillos de la empresa donde trabajaba, saludaba a todos sus compañeros que se topaba en el camino. Estaba feliz pues ya faltaba menos para tener a su pequeño hijo, Masita como lo llamaba, pues él era su pequeño regalo que la Diosa luna le había concedido.

Llegó a su destino y sin tocar abrió la puerta con una enorme sonrisa.

— Hola, hola — entró a la oficina.

— ¿Qué estás haciendo aquí? — preguntó la persona sentada del otro lado del escritorio.

— Vine a visitarte y a saludar a todos — se sentó en la silla frente a su amigo.

— Se supone que no deberías estar aquí, tienes licencia por maternidad — volvió a decir el contrario.

— Lo sé, pero no estoy trabajando, además me aburro estando en la casa solo.

— Pero al menos me hubieras hablado por pasar por ti — lo vio fingiendo molestia.

— Chan, estoy embarazado no inválido — se quejó — además quería que fuera una sorpresa.

— No es que seas un inválido pero estas a una semana de dar a luz y el doctor te dijo que por ser primerizo se te puede adelantar — dijo con preocupación — Además pudiste sorprenderme otro día ¿por qué justamente hoy que está lloviendo?

— En mi defensa no llovía cuando venía en camino — se excusó.

— Ay Jeonginnie ¿Qué haré contigo? — negó con la cabeza.

— Amarme como el mejor amigo que eres — sonrió con inocencia.

Así pasaron los minutos platicando, a Chan se le olvidó que estaba ordenando los papeles de una entrevista que en una hora tenía que realizar, la oficina se encontraba llena de risas por los chismes que ambos se contaban pero su plática se vio interrumpida cuando Jeongin sintió una pequeña punzada en el vientre.

— Chan espérame tantito debo ir al baño — se levantó de la silla.

Dio como dos pasos cuando sintió que sus pantalones se mojaron ligeramente y se quedó estático.

— ¿Estás bien? — preguntó Chan viendo a su amigo.

— Chan te dije que no me hicieras reír — se quejó — se me acaba de salir la pipí.

— ¿Es en serio? — el pálido soltó una carcajada al ver a su amigo.

— Ya deja de reírte — se quejó antes de volver a caminar pero se volvió a detener al sentir otro chorro mojar su pantalón. — Ya Chan, que se me volvió a salir.

Otra estruendosa carcajada se escuchó pero se vio interrumpida cuando una de las columnistas entró, estaba a punto de decir algo pero Chan se adelantó.

— Señora Lee ¿Qué puedo hacer por usted? — preguntó amablemente.

— Ya Chan préstame unos pantalones — dijo Jeongin desde el baño.