Después de aquella plática dónde Hyunjin le pidió perdón a Jeongin por no estar a su lado cuando más lo necesitaba, ambos se volvieron más cercanos y perdonaron sus errores por el bien de los dos, de sus lobos y sobre todo de su hijo.
No fue fácil para Jeongin, pues pasar todo lo que él pasó desde la aparición del alfa no se lo deseaba a nadie.
Aparte de dejar que Hyunjin lo cortejara también decidió que era tiempo de enamorarse, su relación con Yeonjun había sido respetuosa, se querían pero se dió cuenta que lo que sentía por el no lo veia de manera romántica más de de manera fraternal...
Los días en Seúl se habían terminado, debía regresar a Busan a continuar con su trabajo, amaba lo que hacía, pero lo que realmente le sorprendió fue que Hyunjin decidiera hacer un concierto en Busan para así poder acompañarlo y no dejar el cortejo además de concretar su plan de conquistar y enamorar su corazón.
Ese día en el hospital, la Diosa Luna le había mostrado algo que a él ni a su lobo le agradó, le hizo entender que Jeongin era lo que su desordenada vida necesitaba. Esos días con el omega y el cachorro a su lado, comprendió que lo que más anhelaba en su vida era tener una familia como nunca antes la tuvo pero tenía miedo a cometer los mismos errores que sus padres con él, sin embargo, por querer evitar ser igual que sus progenitores terminó lastimando a quienes no lo merecían.
(...)
Era un día atareado en las oficinas de la empresa Bang, Jeongin se encontraba de un lado a otro, dando órdenes por aquí y revisando trabajos por acá.
El castaño se sentía un poco frustrado, amaba trabajar junto a su mejor amigo pero odiaba quedarse a cargo de todo cuando su amigo faltaba, si se trataba de su celo no se oponía pero hoy no era el celo del pálido, sino que faltó porque quería pasar tiempo con su omealfa.
Jeongin entendía que el lobo de Changbin necesitaba estar junto a sus destinado, Innie, su propio lobo le exigía estar junto a Hyunjin.— Debes mejorar esta linea — explicaba a un columnista.
— Entiendo — le respondieron
— Mira lo que el viento nos trajo — se escuchó detrás de él.
Jeongin rodó los ojos al saber quién era, se trataba de un alfa egocéntrico que acababa de entrar a trabajar en el tiempo que él estuvo en Seúl y desde el primer día le pedía salir a cenar, ir por un café y hasta propuestas indecentes sin filtro alguno.
— Joven Lee — se giró al verlo — ¿Por qué no se encuentra en su área de trabajo?
— Oh vamos Jeongin — dijo sonriendo con arrogancia acercándose al castaño — admite que te alegras de verme.
Jeongin solo lo miraba con una ceja alzada, odiaba ese tipo de personas y todos en la empresa lo sabían por lo que veían de manera fastidiosa al arrogante alfa.
— Joven Lee, le he dicho ya incontables veces deje molestarme o me veré en la obligación de correrlo por acoso sexual.
— Eso es muy grave Jeonginie.
— Para ti soy el señor Yang — respondió serio — y se lo voy advirtiendo de una vez.
El castaño se giró dejando a un alfa muy avergonzado, Lee caminó hasta Jeongin y cuando estaba a punto de tomarlo del brazo, una voz lo interrumpió.
— Papi!— entró corriendo Niki.
El omega al sentir el aroma de su pequeño y al oír su vocecita se giró con emoción.
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❝Papá por accidente❞
Fanfiction➼Hyunin ➼Esta historia es una adaptación todos los derechos a @moncerrathrodrguez