Filofobia | KookV ©

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Había pasado más de un mes después de la última vez que Taehyung asistió a Eros. Sinceramente, en ese transcurso del mes no sintió la necesidad de querer recurrir a ese lugar; no sintió tanto estrés acumulado en su sistema. Ahora mismo sólo está dispuesto a ponerle clara atención a su pequeño trabajo donde simplemente se encarga de empacar donas de diferentes variedades. Un trabajo bastante tranquilo que, se podría decir, es el momento del día donde no se siente tan solo en la vida.

Su turno solamente se basaba en leer un libro mientras esperaba que aparecieran clientes y mensajear de vez en cuando con Hoseok quien se encuentra en la universidad y saliendo va a sus prácticas de baile. Un dato muy importante para Taehyung es que Hoseok es el maestro del baile, hablando muy literal, ¡es un Dios del baile! Pero bien, poniéndolo en contexto es que Hoseok gana su propio dinero impartiendo clases de baile moderno avanzado para chicos y chicas que son bastante buenos, pues aprendieron del mejor.

Taehyung siempre asiste a sus presentaciones cuando Hoseok le informa cuándo serán, y siempre queda fascinado con las coreografías que, en lo personal, si Taehyung las intentara, terminaría dislocado de una pierna o algo así por el estilo, Taehyung siempre ha preferido un baile lento y poco elaborado, tampoco es que no le guste bailar.

Taehyung admira mucho a su amigo, a pesar de estar estudiando, se da tiempo en su día para sus clases de baile y aun así mensajear con Taehyung. Hoseok estudia Arquitectura, una carrera un tanto difícil pero pasional, y eso Taehyung lo entiende muy bien. Los dos amigos siempre tuvieron eso en común, el querer estudiar Arquitectura, el querer acabar la carrera juntos... pero no fue así. Taehyung no estudia desde hacía ya dos años.

Salió de la universidad el primer año por cuestiones de salud. Sus ataques de nervios no eran los mejores en ese entonces y decidió, o más bien: Seokjin decidió, que sería bueno que Taehyung se tomara un tiempo de la escuela y buscara algún trabajo tranquilo al ritmo de su estado de salud. En el tema de dinero no fue gran problema pues, al morir sus padres, éstos le heredaron una cierta cantidad para que viviera de ellos por unos años; calculándolo bien, claro.

Sí, la vida de Taehyung es triste, así sin más, sin ningún otro sinónimo; triste, solitaria..., horrible. Sin embargo, de algo que ha aprendido de su vida en soledad y en pena, es que no cambiará de la noche a la mañana todo. Seokjin siempre le ha dicho que, por más sienta que sus ánimos estén en el piso, nunca debe pensar que es débil ni nada por el estilo, porque por más que sus fuerzas de voluntad se hallan disipado, aún siguen ahí algunas migas que pronto se convertirán en su más grande fortaleza.

Taehyung es agradecido con lo poco que tiene: un amigo verdadero, su terapeuta confiable, trabajo sencillo, dinero y un techo donde vivir, aquel techo donde aún puede sentir el aura de sus padres enviándole fuerzas para seguir. Y así es, por más que sus bajones de depresión sean vistas, Taehyung aún puede decir que tiene ganas de avanzar. Y la hará.

Miró el reloj en la pared y comenzó a contar los segundos para que su turno terminara: 6:21PM. En nueve minutos estaría libre e iría a Eros para así avanzar con lo pendiente y con lo que le resina en la mente desde que tuvo su última terapia con Seokjin.
«En una próxima vez, puedes intentar besar o abrazar al hombre». Recordó, tomando esas palabras cómo un apoyo para un avance, o bien también: un reto. Taehyung nunca podrá saber si es posible aquello si no lo intenta.
«Pero no te presiones».

Vamos, será un simple beso, ¿qué tan malo puede ser?

...

Jungkook mantuvo la calma por unos largos minutos, reteniendo ese enojo en su interior el cual fue ocasionado por un cliente lo bastantemente exigente como para golpearle en la cara. Y es que no fue culpa de Jungkook, él simplemente fingió un orgasmo del cual el cliente quería ver cómo su miembro salpicaba ese líquido blanquecino y el condón se llenaba de su escénica, pero, al ver que nada salió y el simple grito ahogado de parte de Jungkook, fue meramente mentira.