Final

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3 meses después.

Taehyung pensó una vez más en el día. ¿Cómo sería su nuevo punto de vista sobre el amor?

Si algo le había dicho Seokjin las primeras sesiones de terapia han sido aquellas donde tocan un tema sensible para responder esa palabra. Y es que, el tema del amor propio, siempre se le ha presentado. Pues el tener que amarse a sí mismo para amar a alguien más, es lo principal, lo esencial, lo elemental en el tema del amor.

Y aquí viene la pregunta. ¿Antes Taehyung se miraba al espejo y se decía lo apuesto que se veía? Porque él no lo recuerda, él no recuerda cuando comenzó a halagarse a sí mismo y le sonreía a su reflejo antes considerado horrendo para él.

Ahora una suave sonrisa descansa en su rostro al verse al espejo por el simple hecho de estar ahí, sonriéndose a sí mismo.

No sabía si sentir miedo en diferentes aspectos, ya sea porque antes ni se inmutaba en mirar su reflejo y ver aquella belleza que le pertenece, diciéndose y alentándose de que debía de comer un poco más para evitar la visualización de sus huesos en diferentes zonas de su cuerpo.

Ya no más, ya no podría decirse y hacer eso porque, con el simple hecho de mentalizarse gracias a alguien, Taehyung siente que su salud ha ido en aumento, sintiendo muy en el fondo un claro temor a ello, cosa que poco a poco lo fue ignorando. Con el paso de los días, semanas, meses, ese alguien, se ha convertido en su amigo.

Y Taehyung no podría estar más conforme con su vida, no podría estar más... feliz.

Vistió unos pantalones holgados, de aquellos cómodos y acrílicos que le hacen sentirse tan bien, además de ser de un color crema, puesto que éste le transmite paz; y así mismo, una camisa abotonada blanca, sin olvidar aquellos mocasines que tanto le fascinan cuando tiene que salir de casa o para un evento importante, porque sí: hoy se festeja su cumpleaños número 25, y algunos conocidos vendrán a su casa... sí, obviamente incluyendo a Jungkook.

Ah, con tan sólo pensar su nombre, a Taehyung le es inevitable no sonreír, como si fuera un lindo recuerdo, aquel que solamente ha obtenido de él una simple compañía amistosa desde que aceptó una relación así, porque Taehyung lo decidió, aceptó ser el amigo de Jungkook, y ahora su pregunta de cada día es siempre la misma. ¿Qué sientes por él, Taehyung?

Han pasado 3 meses y aún está en desacuerdo consigo mismo, ahora dándole gracia el hecho de no saberlo; ya no molestándole más, sin sentirse impotente de no saber qué es lo que siente, ya no siente la clara necesidad de salir corriendo a por Seokjin para que les dé una respuesta a sus sentimientos... Ya no más, porque desde hacía 2 meses, Taehyung ya no ha asistido a ninguna sesión con Seokjin.

Saber si es bueno o malo, saber si está haciendo lo correcto o está empeorando las cosas, saber si está bien en olvidarse aquellas sesiones para tener un momento consigo mismo, pero, hey, en los últimos malditos 3 meses, ha sonreído lo suficiente al lado de Jungkook que Taehyung ya no le importa lo demás, ya no le importan aquellas sesiones que le hacían pasar por un mal momento al estarse llorando y desahogando.

¿Llorar por no saber qué sentir? ¿Llorar por no poder amar? ¿Tenerle miedo al amor? ¿Al afecto? Maldición... ¿esas palabras eran un dilema para él todo el tiempo? Taehyung lo piensa y se incomoda, y no sabe si está bien o está mal. Pero, lo que sí sabe con certeza, es averiguarlo solo, sin depender de nadie, y está seguro que aquello sería la mejor decisión que ha tomado en su vida, lo presiente.

Se miró una vez más al espejo, sonriendo y guiñando un ojo, porque vaya, Taehyung nunca se dio cuenta de lo hermoso que es, de lo total y jodidamente imperfecto que es, pero se ama, Dios, claro que lo hace. Es perfectamente imperfecto y se adora.

Filofobia | KookV ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora