Only You | John Price

→ 11: discusión.

La muchacha de removió incómoda entre las frías sábanas y abrió sus ojos, incómoda ante el frío helado que la hacía temblar.

— ¿Johnny? — susurró sin recibir respuesta. La oscuridad de la habitación en la madrugada la recibió.

Sonrió cuando notó que por sobre las mantas estaba cubierta con su propia chaqueta y la chaqueta del hombre.

Se vistió rápidamente, sintiendo algo de dolor muscular ante la actividad física de la noche anterior.
Price había sido muy cuidadoso, la había tratado con mucha delicadeza.
______ sentía que le había hecho el amor. Era el primer hombre con el que ella experimentaba tal dulzura.

Sonrió un poco, saliendo de la habitación luego de tomar su mochila. De la habitación de al lado salió Soap, listo para irse al igual que ella.

— Hola... — dijo adormilado. — Siento que dormí veinte minutos.

— Yo igual. Ya hay que irnos.

— ¿Esa es la chaqueta de Price? — preguntó y ella asintió. — Dámela, se la daré yo.

— Gracias. — susurró. Soap solía ser bromista, pero sabía cuando tenía que actuar en serio, y ocultar aquella relación entre los dos era importante para evitar futuros problemas en la misión.

Salieron, encontrando a Ghost y a Garrick conversando frente al helicóptero, y a Price hablando en la lejanía con Varvara.

— ¿Que sucede? — preguntó Soap.

— Están discutiendo. — dijo simplemente Ghost.

— Varvara quiere que nos hagamos cargo de los misiles y de atrapar al principal inversor. Price está discutiendo con ella porque ese no fue el plan inicial, nisiquiera tenemos autoridad ni tecnología para desactivar un misil en rusia. — dijo enojado.

— ¿Solo nosotros? — preguntó asombrada la chica. — Pero somos cinco...

— Y ellos son más de cincuenta, pero se ve que el trabajo no es muy bien recibido por aquí... — dijo sarcástico Soap.

— Por cierto, Varvara quería que te quedes. — le dijo Ghost y la muchacha abrió sus ojos asombrada.

— ¡¿Yo?!

— ¡Shhh! Baja la voz. — susurró Garrick. — El flaquito que te cedió su asiento el otro día se específica en lo mismo que tú, y solicitó tu ayuda para la misión. Eso fue lo que más hizo enojar a Price... No quiere dejarte aquí, es lógico.

Ella mordió sus labios, mirando a Price en la lejanía.

Era muy difícil verlo realmente enojado. Usualmente ella solo veía aquella mirada dulce, por lo que la manera en la que él hablaba y gesticulaba era novedosa.

— ¿Que se cree esa mujer? — susurró y Soap la miró de reojo.

— Aquí las decisiones son así, _______. Autoritarias. Ruega que Price logre convencerla. — murmuró, acercándose a la muchacha para susurrar en su oído. — Aunque dudo que esté dispuesto a dejar a su Sugar baby aquí.

Él rió cuando volvió a recibir un golpe y levantó sus manos derrotado.

— Ya, ya... Fue una bromita.

— Voy a matarte algún día.

Levantó la mirada y vio como Price caminaba hacia ellos con su ceño fruncido.

— ¿Que dijo? ¿_______ se queda?

— Claro que no. — dijo enojado, tomando la chaqueta que Soap le extendía y buscando en sus bolsillos aquel pequeño celular que solo servía para comunicarse en misiones. — Voy a llamar a Laswell ahora mismo y vamos a volver a nuestra base.