Only You | John Price

→ 04: detalles.

Debía haberle tomado más importancia.

¿Que había pasado?

Price se había mostrado tan amable y dispuesto a hablar con ella el primer día, pero repentinamente su silencio era lo único que ella escuchaba.

Se supone que dormía en la habitación junto a a la suya, pero era tan silencioso que apenas podía saber si estaba allí.

— Mierda... Voy tarde... — gruñó, caminando más rápido hacia el despacho de Price.

Había una invitada muy especial ese día, y ella estaba demasiado emocionada.

Sonrió cuando al abrir la puerta vió a Laswell y sin dudarlo se acercó a ella con sus brazos abiertos, recibiendo un abrazo que fue correspondido al instante.

— Tanto tiempo, _____... — dijo emocionada y la otra sonrió.

— Te extrañé, Kate. ¿Cómo va todo con Susan?

— Bien, todo va increíble.

La muchacha frunció su nariz. — Hueles a cigarro, le diré que estás fumando.

— ¡Oye! — dijo divertida y la otra sonrió. — ¿Seguiste mí consejo por aquí?

— Mhm... Casi. Tenías toda la razón, me conoces muy bien. — dijo divertida, separándose por fin.

— ¿Se conocen? — preguntó Price y la mujer asintió.

— Mí mujer la entrenó. Le tenemos mucho cariño. Es casi como nuestra primera hija. — bromeó y la otra rodó los ojos, sentándose en la única silla que había disponible, junto a Garrick.

— No sabía que eran tan cercanas.

— Si, bueno... Digamos que si alguien intenta lastimarla Laswell se hace cargo. — dijo divertida. — Bien, comencemos. Traigo un informe sobre su siguiente misión. Cómo ya saben, se van a trasladar a Rusia. Específicamente a las afueras de Cheliábinsk.

— Mierda, que frío. — murmuró Soap.

— Así es. Al momento de la misión las temperaturas seguramente oscilaran entre los -10°C, y si tienen suerte 0°C.

_______ se estremeció. La chaqueta que había traído, que además era la única que tenía, no iba a ser suficiente.

— Todos los misiles que tienen allí están apuntando hacia las capitales más importantes del mundo, pero el problema está en saber dónde están. — Laswell la miró. — Y ahí es donde entras tu, querida. Necesitamos que entren a la base de Cheliábinsk y allí ingreses a sus sistemas y rastrees la cantidad de misiles y su ubicación exacta.

— Entendido.

— Hassan puso mucho dinero en ello, y son muchas las redes involucradas. Son especies de inversionistas que reciben beneficios. Tienen una soga en el cuello de cada político Ruso. Si cualquiera de esos misiles se lanza, la segunda guerra mundial comenzará. A nadie le va a importar si era un misil del gobierno o de un grupo de tráfico, si viene de Rusia significa guerra.

Price suspiró, quitándose su sombrero. La mirada de _________ estaba fija en él, analizando cada uno de sus movimientos.

— Será difícil movernos en el terreno. Probablemente nos dividamos en grupos pequeños para facilitarlo.

— Llévala contigo. — murmuró Laswell solo para él.

— Kyle, _______ y yo nos adentraremos. Ghost y Soap se encargarán del exterior.

— Siempre lo peor. — murmuró Ghost y Soap rió.

— Oye, si nos dan estás tareas es porque somos fuertes y valientes.

— Claro, por eso. — dijo divertido Kyle y todo rieron un poco.

— Lo restante lo veremos en el momento, dependiendo de lo que digan los resultados de _______. Allí nos agruparemos con las fuerzas especiales Rusas que están a cargo desintegrar el mismo sistema de tráfico.

— Que presión. — murmuró la muchacha y Laswell sonrió.

— Lo harás bien. Nunca fallaste.

— Gracias, Kate.

— Bien... Por ahora esto es todo lo que tenemos. Saque una copia del informe para cada uno de ustedes, lean todos los detalles cuando tengan tiempo. La fecha de salida será dentro de dos semanas, así que no dejen de entrenar, soldados.

Ghost fue el primero en marcharse luego de tomar aquellos papeles. Kyle lo siguió, alegando que tenía cosas que hacer.

Soap y ________ se levantaron y se pararon junto a los otros dos.

— ¿Cómo te llevas con el grupo? — preguntó Kate.

— Muy bien, todos son muy amables. Es un honor trabajar con el Capitán. — murmuró intentando contener su sonrisa. — Me gusta trabajar con él.

— Lo es. Te lo dije antes de asignarte está misión. Te iba a gustar trabajar con el capitán. — dijo divertida.

— ¿Por qué hablan como si fuera excelente? — dijo Price sumándose a la broma, aunque sin entenderla realmente, y ______ colocó una de sus manos sobre su brazo.

— Lo eres, Capitán.

Pero otra vez él se alejaba casi de manera inconciente.
Se formó un silencio incómodo hasta que Soap habló, señalando el informe.

— ¿Quién puso esta foto mía? Diablos... — murmuró frunciendo sus cejas y _______ se inclinó para verla.

— Pero está bien...

— Lo sé, me veo hermoso.

La muchacha estalló en risas, contagiando al resto de los presentes con ella.

Price miró su perfil.

Era hermosa. Él lo sabía muy bien.

No sabía que demonios le pasaba. Se sentía como un adolescente hormonal que había quedado flechado por una mujer bonita que pasaba frente a él.

Se sentía un idiota, no podía dejar de mirarla, y los primeros días en los que ella había estado tan cerca suyo habían hecho volar su mente a lugares en donde pensó nunca llegar.

Sumado a esa frustración, había recibido un comentario aparentemente incoente de Soap que lo había dejado pensando.

"¿Sentiste esa tensión extraña entre ustedes dos? Lo pensé y dije wow. Ella es una mujer joven, tiene unos gustos poco comunes a esa edad"

¿Que se supone que eran gustos "poco comunes"?

¿Él era viejo? No sé sentía viejo.

Suspiró, viendo cómo hablaba animadamente con Soap y Kate.

— Bien... Tengo que irme. — murmuró y la muchacha lo miró.

— ¿Ya te vas? John, necesito pedirte algo. — murmuró, y él miró esos ojos tan bonitos.

No podía decirle que no.

— ¿Que... Que necesitas?

— Pensaba en ir a comprarme ropa térmica, ya sabes... Para la misión. Yo no conozco la ciudad y pensé que, si querías, podías acompañarme a comprar. — dijo avergonzada. — Si no quieres está bien...

Soap los miró, pensando en ofrecerse cuando Kate lo abrazó por sus hombros y lo giró, marchandose con él.

Price asintió.

— Claro, puedo acompañarte. ¿Te parece ir mañana en la tarde?

— ¡Claro! ¡Gracias, Johnny! — dijo, realmente feliz de que el hombre estuviera hablando otra vez con ella.

Price miró como la muchacha salía del despacho y salió también, yendo por su propio camino.

Era difícil para él negarse a ella.

VAMOS PRICE, DE A POQUITO SE PUEDE ANNDENNFK

Espero que les haya gustado, me hacen reír mucho sus comentarios amdmeme

Tengan lindo día ^^