𝟐𝟎 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐲𝐨 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟐.
𝐌𝐨𝐧𝐭𝐞𝐫𝐜𝐚𝐫𝐥𝐨, 𝐌ó𝐧𝐚𝐜𝐨.
Venecia suspira mientras sus ojos están clavados en el cielo monegasco. Los brillantes colores mezclados de aquel cielo que anuncia una tormenta captan toda su atención, alejando de su cabeza todos los pensamientos que la atormentan desde aquella noche en la que Max y ella coincidieron en el club.
Sus ojos azules observándola descaradamente, la forma en que las expresiones de su cara se relajaron después de un par de copas, el hecho de que todo el profesionalismo que la envolvía desapareció con tan solo un roce de manos...
Todas esas eran cosas que la atormentaban, a pesar de que no quisiera darle demasiada importancia.
Sophia insiste en que no es la gran cosa, que no debe darle demasiada atención a temas que realmente no lo ameritan. ¿Pero qué podía pensar? Desde esa noche no volvió a ver a Max. Verstappen no agendó ninguna cita.
Lo único que pensaba era que el neerlandés estaba evitándola y le molestaba muchísimo que eso le importara tanto porque, de alguna forma, sentía que la estaba decepcionando. Y Venecia no aceptaría jamás que si se sentía decepcionada era porque había puesto algún grado de expectativa sobre el piloto de Red Bull.
Sin embargo, no podía ignorar aquel cosquilleo incómodo y para nada correcto que sentía cada vez que pensaba en esos ojos azules mirándola con dulzura. Sabía que esa forma de mirar no era para nada común en Max.
Entonces ¿por qué la miraba así? ¿Sentía aprecio por ella? ¿Acaso sentía algo?
Su voz diciéndole "Para ti... sólo Max" se repite en su cabeza como si fuese un disco rayado. Mentiría si dijera que esa noche no deseó con todas sus fuerzas no ser su psicóloga, pero no podía cambiar la realidad y tenía que aceptarlo y sacarse esas tontas ideas de su cabeza lo antes posible porque podría ser un problema.
—¿Todo bien? —la voz de Soph la trae de vuelta a la realidad. Venecia se sobresalta al salir de su trance tan de repente, sin embargo voltea a mirar a su amiga con una sonrisa. —Voy a salir por un café. ¿Quieres uno? —pregunta con amabilidad. La castaña niega con la cabeza.
—Gracias, Soph, pero acabo de terminarme un té. —dice levantando con su mano derecha la taza de color celeste que reposa sobre su escritorio.
—Entonces te veo luego.
Sophia se despide agitando su mano en forma de saludo y cierra la puerta con suavidad. Venecia suspira y vuelve a fruncir el ceño. El paciente con el que debería estar canceló su cita y eso le dio tiempo para pensar en cosas en las que no debería pensar.
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seven - max verstappen.
FanficLa regla número uno de los psicólogos es no relacionarse amorosamente con los pacientes hasta cinco años después de terminar con la terapia. Pero Max es demasiado terco como para seguir las reglas que los demás le imponen. Y Venecia no puede evitar...