Al otro lado del Castillo《Bobby+Ramon & Spiderbear》

Cap 9. Un gran pequeño primer paso

"Negritas citadas" : Cárteles
:::::::::: Cambios de escena
Subrayado (#) : Conversaciones en inglés (trad.abajo)
Cursiva : Recuerdos
() : Pensamientos

Roier parpadeó un par de veces al llegar al tope de las escaleras y encontrarse con un Bobby bañado y bien vestido, por lo general era él quién tenía que intervenir para asegurarse que el pequeño siquiera entrara en la bañera.

Su sorpresa sin embargo pronto fue reemplazada por una risita complice, seguramente el pequeño estaba más que emocionado por su salida.

 - Eso Brad -levantó ambos pulgares con una gran sonrisa mientras Ramón lo miraba tratando con todo dentro de sí de evitar que la confusión se reflejara en su caparazón, ¿quién era ese tal Brad? No recordaba que hubiera sido nombrado durante las sesiones de entrenamiento que tenía con Bobby.

Decidiendo al final que tal vez solo fue un error, Ramón saltó con orgullo justo como Bobby le había enseñado, debío hacer un buen trabajo porque Roier no tardó en acercarsele y acariciar su cabecita afectuosamente.

Era diferente a como lo acariciaba Fit. La mano de su padre era más grande y algo aspera, sentía cariño emanar de ella, pero desde el incidente con el Wither también sentía un extremo cuidado, como si sintiera que fuera a romperse.

La mano de Roier era cálida. Y aunque Ramón tenía el presentimiento, o incluso la certeza de que el castaño era amable con todos sus "primos", el cariño de la caricia a Bobby definitivamente era especial, su amigo era muy afortunado al poder sentirlo a diario. También notó su efusividad, no actuaba como si fuera frágil, aunque bien podía ser porque Bobby nunca había sufrido un accidente tan fuerte.

Y por último tuvo una sensación de seguridad y protección. Como si sólo con tener su mano sobre él, nada ni nadie pudiera hacerle ningún tipo de daño.

Casi se sentía como...

-No Ramón, entrá a la casa, día de descanso

Ramón casi pudo comparar el sentimiento con el fuerte brazo de Spreen, apurándolo a entrar a su casa aquella noche que se encontraron con Roier y Bobby.

Se dió un tiempo para pensar... ¿qué sintió aquella ocasión?

¿Tristeza? Sí.

¿Miedo? Bastante.

¿Seguridad? ¿Protección?

...

- ¡Hey! ¿Te vas a quedar ahí todo el día? Vamonos Bolby! -la animada voz de Roier lo trajo de vuelta a la realidad. El chico ya se encontraba en el segundo piso y lo miraba desde abajo

- (Debo estar imaginando cosas...) -Ramón se convenció a sí mismo y comenzó a bajar las escaleras, alcanzando al castaño justo cuando saltaba los últimos tres escalones.

- ¡Ya nos vamos Jaiden! -gritó Roier con una mano en la puerta, la chica los miró desde la cocina, levantando la esponja con la que estaba lavando los platos utilizados esa misma mañana a modo de despedida.

Y con eso salió por la puerta, paso alegre y mochila bien asegurada en su espalda.

Ramón se quedó de pie unos segundos en el marco de la puerta, mirando la espalda de Roier quién ya iba cruzando el puente frente a su hogar. La silueta del castaño de pronto se volvió borrosa y el pequeño sintió sus patitas temblar, abrumado bajó la mirada al suelo.

- (Esto es una mala idea... ¿En qué estaba pensando? Si se enteran, papá Fit volverá a llorar como aquella vez... y Spreen...)

Ramón sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al recordar la furiosa mirada que el híbrido le lanzó a Fit la noche que fue herido.