20 🍂

134 9 0
                                    

DESPERTAR || XX

DESPERTAR || XX

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SEBASTIAN


Despertar y tenerla a ella al lado ha sido lo mejor que me ha podido pasar en un largo tiempo.

Verla con la luz del sol entrar por la ventana y ella completamente desnuda tapada solo con la ligera sábana, con sus ojos cerrados y los labios entreabiertos.

Estoy enamorado, eso lo tengo claro porque con Emilia no me pasaba esto.

Con ella no me pasaba que despertaba y me pasaba horas viéndola dormir, porque eso he hecho desde que desperté, verla dormir.

Se comenzó a remover un poco entre las sabanas y fue ahí que note que se estaba despertando..

—    Buenos días bella durmiente    — dije dejándole un beso en la frente que tenia destapada ya que el flequillo se le había corrido.

—    Buenos días guapo.    — me dijo ella con voz de recién despertada y los ojos entreabiertos ya que la luz del sol le molestaba.

—    Voy a por el desayuno tu quédate aquí vale...

—    Vale...

Me puse los primeros pantalones que encontré y luego me pase a la cocina a comenzar a hacer un creppe para nosotros dos.

No pasaron ni cinco minutos y Aitana paso sus brazos por mi torso descubierto.

—    Vale que el quedarte acostada no te ha gustado parece...    — dije dándome vuelta para tenerla de frente. 

—   El sol me estaba encandilando.

—     Vale que eso no lo he pensado.

—     Es que el pensar a ti no se te da muy bien.   — dijo frunciendo el ceño para picarme pero solo consiguió que me abalanzará sobre ella para comerle la boca.

La tome en brazos y la subí sobre la encimera para estar mas cómodos pero no pensé que estaba solo en tanga debajo de mi camiseta y la encimera estaba helada. Por lo que su cara fue un cuadro.

—    Vale que si tienes razón, el pensar no se me da muy bien....   — dije y ambos reímos pero ella me atrajo otra vez para seguir el beso.

Estábamos muy pegados, la respiración agitada y con ganas de seguir lo que anoche habíamos dejado por el cansancio.

Pero fue en ese momento en que entraron por la cocina.

—     ¡Mierda! ¡Dios! ¿¡Que hacen acá!?    — dijo Danna entrando a la cocina.

—     ¿¡Que haces tu acá!?   — dije yo sin entender nada. Hasta que lo vi a el entrar detrás de ella. —    ¡¡¡NOOOO!!!  

AETERNUMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora