II

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Harry se encontraba en una situación un tanto interesante. Sentados en la orilla del Lago Negro, el grupo de jóvenes magos estaba pasando por una "tormenta."

"¡Es que lo tuyo es increíble! ¡No sólo deambulas después del toque de queda, sino que te infiltras en la Sección Prohibida de la biblioteca! ¡Y para colmo, no se como haces para encontrarte en otra situación cercana a la muerte! ¡Y esta escuela es aún peor! ¡¿Un perro de tres cabezas en medio de un pasillo?!" Hermione no cabía en sí de la ira. Necesitaba amigos normales, no a Harry que la volvería loca algún día.

Por otra parte, el resto del grupo veían divertidos y alejados al Harry Potter más pálido y aterrado que verían jamás. Condolencias para los posibles hijos futuros de esta niña. Hermione terminó de despotricar y relajó su respiración, entonces Harry habló.

"... Bien. Habiendo terminado eso, lo que os tengo que contar es más importante. Justo cuando volvía de la biblioteca, vi a Snape acorralando al Profesor Quirrell en el pasillo. Parecía amenazarlo o algo parecido. Luego Snape se retiró y Quirrell vino hacia mi dirección. Al principio me asusté, pero no pudo detectarme con la Capa de Invisivilidad. Lo seguí por curiosidad y el hombre empezó a hablar solo, para luego cambiar su personalidad al completo. Cero tartamudeo, cero miradas a la espalda y cero nerviosismo en su cara."

"Es extraño ciertamente. ¿Pero que tiene que ver lo del perro con la faceta oculta de Quirrell?" Tracey preguntó.

"Ahí entra este importantísimo detalle. El perro estaba sobre una trampilla, osea se, protegía algo. Luego me pregunté, ¿de dónde podría conseguir Hogwarts un perro de 3 cabezas?"

"Hagrid. Pues claro." Neville suspiró. Era muy temprano y venían los exámenes finales.

"¡Bingo! Lo que hice fue preguntarle al hombre en uno de nuestros 'paseos' sobre el tema" Si Harry se viese en un espejo vería a un niño de 11 años con ojeras enormes que explicaba con cara de loco.

"Hagrid puede ser la persona con más corazón del mundo. Pero los secretos se le escapan como la brisa mañanera. No fueron más de 10 minutos persuadiéndolo para que soltase varios datos. Los que nos interesan son los siguientes. Al cerbero hay que apaciguarlo con música, el perro guarda algo relacionado a Nicolas Flamel-"

"¿El alquimista?" Hermione preguntó.

"No es raro si lo piensas. Siempre se ha sabido que Flamel instruyó a Dumbledore en alquimia." Blaise se apoyó en una roca, asimilando lo aprendido hasta ahora.

"¿Qué guardaría Nicolas Flamel con tanto recelo?" Susan frunció su expresión.

"Si me dejais terminar..." Harry continuo cuando se cayaron. "Lo último es que, al parecer, algo está atacando a los unicornios. Pero no solo los ataca, bebe de su sangre."

Todos se quedaron callados. Beber sangre de unicornio te otorgaba una vida más larga, sí. Pero el precio a pagar era muy alto, básicamente estarias maldito de por vida. Aún teniendo eso en cuenta, matar a algo tan puro era inhumano.

"Espera, ¿qué tiene que ver lo último con-?" Daphne lo pensó un poco he hiló los puntos al instante. "Ay Merlín, Harry no es lo que estoy pensando, ¿verdad?" El chico asintió. "Pero eso es muy descabellado."

"Explicación por favor." Neville y Susan hablaron a la vez.

"La cosa es que tengo una teoría. Creo que Quirrell quiere robar lo que el perro resguarda."

"Pero Harry, ¿No crees que es un poco, no se, de locos?" Hermione lo miró expectante por una explicación.

"Sí. Pero todo encaja. Quirrell esconde su verdadero yo. El día del troll, Quirrell fue la única persona fuera del banquete y con la capacidad de alterar las salas del castillo, dado sus poderes como docente. Súmale a eso que él es el profesor de DCAO. Snape lo amenaza, seguramente con más pruebas de las que tengo yo para respaldarse. Y cuando Quirrell entra como profesor, algo empieza a beber sangre de los unicornios. La única razón para hacer esto es extender tu vida. ¿Qué significa esto? Lo que guarda el perro, y lo que quiere Quirrell es la famosa Piedra Filosofal." Los chicos se quedaron en silencio. Era descabellado, sí. Pero todo encajaba tan bien que daba miedo. 

El Nombre del Niño Que VivióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora