˖۪⸙ ɪᴅᴇᴀʟ ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ ᴍᴀᴛʀɪᴍᴏɴɪᴏ ۪۪ᩧ࿔

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ғɪɴᴀʟ : ᴍɪ ғᴇʟɪᴄɪᴅᴀᴅ

Jimin se despierta por el ruido de la televisión. Yo sigo en estado de shock por lo que estoy viendo en la pantalla.

— ¿Qué pasa? Espera, ¡¿qué?!

Jimin abre los ojos de par en par al leer el titular de las noticias. Miro y tiemblo al ver que mi cara aparece junto a la imagen del contrato:

¡Notica de última hora! El matrimonio del CEO Park Jimin es una farsa. Nuestras fuentes de confianza revelaron que fue obligado por Scarlett Jones a firmar un contrato. Los términos del contrato también son turbios. A Scarlett se le prometió un trabajo en la corporación Park si se casaba con Park Jimin durante un período de tres meses. También hemos sabido que Scarlett Jones hizo todo esto para sacar dinero de la familia Park para poder pagar sus deudas...

Jimin apaga la tele y lanza furioso el control a la pantalla.

— ¡Malditos bastardos!

— Jimin, cálmate.

— ¡No puedo! Esta vez se han pasado de la raya. Todos y cada uno de ellos van a pagar.

— ¿Qué vas a hacer, eh? ¿Y por qué te enfadas tanto? Me echaron la culpa a mí.

— Scarlett...

— No lo hagas. No necesito tu lástima ni tus disculpas en este momento. Estoy tratando de darle sentido a todo esto. ¿Quién les dio el derecho de hacer tales suposiciones? Sí que son atrevidos. Aunque... si firmé el contrato de trabajo.

— Scarlett, ¡no! Te apuntaste para un entrenamiento. Nunca te ofrecí un trabajo real. Eres una pasante en la empresa. No me habría ofrecido a entrenarte si no viera potencial en ti.

— Pero yo no tengo potencial. De lo contrario, hubiera encontrado trabajo antes de venir a ti.

Jimin me acaricia la cara y lo miro fijamente a los ojos.

— Basta, Scarlett. Deja de menospreciarte por una noticia falsa. No tengo ninguna razón para mentirte. Te elegí porque vi potencial en ti desde el primer día... para ser mi esposa, así como una empleada capacitada de la Corporación Park.

Sus ojos son sinceros y sé que no está mintiendo. Ni siquiera me doy cuenta de que las lágrimas empiezan a correr por mi cara. Jimin me atrae a su pecho y me acaricia la cabeza.

— Está bien. Todo estará bien. No hiciste nada malo. No llores.

Parece que no puedo detener las lágrimas mientras Jimin sigue frotándome la espalda de manera reconfortante. Apoyo la cabeza sobre su pecho y lloro hasta la saciedad.

— Me siento tan destrozada, Jimin. Hice todo lo que pude para demostrar mi valía, pero aún así no pierden ni una sola oportunidad de perjudicarme.

— Lo sé. En parte, la culpa es mía. Mi mundo es uno feo y sucio. No debería haberte metido en él. Tú no te mereces más que la felicidad. Siento que estés sufriendo tanto solo porque tienes una relación conmigo.

Alzo la mirada para encontrarme con sus ojos. Hay una expresión torturada en su rostro y a me duele el corazón al darme cuenta de que se está culpando de todo. Niego con la cabeza y me alejo de él.

— No, Jimin. Dijiste que nada de esto es culpa mía. Lo mismo vale para ti. Tampoco es culpa tuya. Deberíamos culpar a los que provocaron este incendio.

— Ahora mismo voy a llamar a mi abogado y demandar a todos y cada uno de esos canales de noticias por calumnia.

— También tenemos que encontrar su "fuente".