Cap 4 - En apuros.

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Charlotte Pov

Salimos del juzgado con todo bien, Alexis tenía una sonrisa en la cara de punta a punta, vi mi reloj, eran las 5 de la tarde, tenía que ir a la cafetería y contarle todo a mi familia

- ¿Podrías dejarme en la cafetería por favor? - pregunte dulce, el asintió, puso música para llenar el vació entre nosotros, no era un silencio incomodo, pero ni él ni yo queríamos escuchar la sangre de nuestros oídos por lo visto, escucho como la melodía de una canción bastante peculiar

- ¿Cuál es esa canción? - lo miro y está un poco sonrojado

- Chase Atlantic de "SWIM", esta entre mis me gusta de Spotify y tengo la Playlist en aleatoria, si te molesta puedo cambiarla – dijo apunto de oprimir el botón, tome levemente su mano para detenerlo, la quita rápidamente para cambiar de velocidad del auto.

- No me molesta – le sonrió

- ¿Qué tipo de música te gusta? - pregunto amable, nuevamente intentado llenar el vacío entre nosotros

- Por lo general pequeños clásicos, The Beatles, Queen, Beyonce, Britney Spears cosas de ese estilo por mi madre, aunque en la cafetería tenemos una rocola que pertenece a mi abuelo, de vez en cuando un buen vinilo sale de esa cosa

- Entiendo – asintió, vi que estábamos entrando en la calle de la cafetería.

-Si gustas puedes dejarme en esta esquina para que no tengas que sufrir en el tráfico de camino a la oficina- Dije calmada

- Como se te ocurre, te dejare en la puerta de la cafetería, me ayudaste en un gran caso, es lo mínimo que puedo hacer

- Esta bien, yo...- iba a decir algo, pero sonó mi celular- disculpa

- ¿Dónde estás? - hablo Margot

- Llegando a la cafetería

- ¿Vienes en ese Auto? - pude sentir su emoción

- Si, ¿qué tiene? - pregunto, ya que no sé nada de autos

- ¡Es un McLaren, esos autos son carísimos! -exclamo- ¿con quién vienes?

- No te interesa – suelto de golpe, ¿porque me ardía la pregunta?

- Margot si estás hablando con mi hija dile que venga ya o sabes que pásamela – escuche como mi madre le arrebataba el teléfono – ¿Manzanita, donde estas?

- Enfrente de la cafetería – digo con algo de vergüenza, estoy rezando a todos los dioses porque mi mamá no haga un escandalo

- No te veo, solo veo un carro lujoso

- Estoy en el auto...

- ¡QUE!, dile a ese muchacho que está contigo que entre, porque lo tengo que conocer

- No mamá, eso no pasara, por lo menos no hoy – cuelgo, miro a Alexis que está mirando por la ventana mientras de fondo siento como suena Sweater Weather, le bajo levemente el volumen

- ¿Ya te vas? - Alexis me mira fijamente, aunque tiene una leve sonrisa sus ojos sigue estando con esa mirada fría, quiero preguntarle si todo está bien, pero no quiero tomarme esas confianzas sin que él me las de

- Si, ya me están esperando, gracias por todo y – veo como mi madre se acerca – mierda...-murmuro y Alexis voltea, mi madre toca el vidrio y él lo baja

- Mucho gusto Rachel Broocks, madre de Charlotte – sonríe, solo puedo taparme la cara de vergüenza

- Disculpe - Alexis suelta una pequeña risa, abre la puerta del auto y sale –Alexis Sutworth- Toma su mano y la saluda.

- Que muchacho tan guapo – sonríe- ¿de dónde conoces a mi Charlotte?

- Me salvo hoy, a decir verdad- Dice con una mirada cálida –Su hija es una muy buena abogada

- Lo sé, ella es fantástica – sonríe por el comentario de mi madre, pocas veces reconoce mi talento, pero es lindo escucharla decir que soy fantástica, digo ya lo sabía, pero aumenta su valor si ella lo dice – ven pasa - lo jala por el brazo y lo hace entrar al café - ¿qué gustas un rollo de canela?, ¿pastel de chocolate? - lo sentó en la barra

- Rachel ya terminé todo y....Hola que tal – vi como Margot le sonreía, camino hasta el, rodé los ojos y me metí del otro lado de la barra, Alexis escaneaba el lugar

- Soy Margot Miller ¿y tú eres? - sonrió

- Licenciado Alexis Sutworth – le estrecha la mano

- Pareces un muñeco Ken mal hecho – grito Tata desde la esquina, no pude evitar reír a carcajadas, sentí como mi madre me golpeo la frente por mi risa

- Auch – me queje

- No le preste atención a mi padre Licenciado, ¿Quiere algo?

- Un rollo de canela estaría bien gracias – se lo sirvo

- Ahora trabajo para el – suelto de golpe, mi madre me mira petrificada y la sonrisa de Margot se desvanece – ¿Cierto licenciado? - pronuncio de manera suave.

-Estamos en eso de decidir, digo mi otro compañero y yo- Intento defenderse – Pero a ser sinceros la quiero para mi- Volteo a verme con una sonrisa pícara, Margot me miró fijamente y sé que se le cruzaron muchas cosas por la cabeza, sin embargo, no dijo nada.

Alexis paso toda la tarde hablando con mis padres e intentando caerle bien a mi abuelo por alguna extraña razón, Margot intento coquetear con él un par de veces, pero el solo me buscaba la mirada, no me estaba haciendo malas ideas ¿verdad?, el solo es un abogado y yo próximamente su secretaria, limpiamos todo, y por decir limpiamos, limpié yo y cerré la cafetería.

El departamento estaba vació, era normal vivía sola, no quería estar siempre con mi familia por mucho que los amaras, me hice fideos instantáneos de cenar, acaricié a el señor botas, mi gato, me acosté en el mueble a ver películas de Disney, sin darme cuenta me quedé dormida, recibí una llamada, eran las 2 de la madrugada por lo que pude ver

- ¿Hola? -conteste, no reconocía el número

- Charlotte, gracias a Dios contestas, estoy en la avenida 21 bajando por la 5 manzana, en la comisaria, ¡ven a buscarme por favor!

- ¿Margot? - murmure - ¿Qué hiciste?

- Solo ven, aquí te explicare todo

Ni siquiera voy a salir corriendo, así que me levanto con cuidado, tomo una ducha, me visto con mi ropa de abogada, una falda negra pegada, blusa de botones blanca y un saco negro, los tacones que dan poder y fuerza ya que soy bajita, me hago un leve maquillaje, le hago ondas a mi cabello y salgo del apartamento con mi bolso, me subí a mi auto y conduje hasta donde me dijo Margot

- Buenas Noches, soy la abogada de Margot Miller – le digo a un guardia cuando entro – sería tan amable de dejarme verla

- Claro, un momento – veo como sale y camina hasta un compañero, me hacen una seña y me ponen en un cuarto, la traen con esposas y niego con la cabeza

- ¿Qué hiciste? - la miro fijamente

-Atropelle a alguien – me mira

- Que tú que – abro los ojos como platos

- Bueno no a alguien alguien, si no a el carrito de compras de una ancianita, pero no es de esas amables, no es una bruja y dijo que la atropelle, me está pidiendo una cantidad que, si tengo, pero obviamente no le voy a dar ¿crees que vaya a ir a Juicio?

- Probablemente y si así seria, no puedo atenderte...sabes que no soy una abogada oficial – chiste

- ¿Entonces quien atenderá mi caso? - me miró fijamente, por mi cabeza cruzo su nombre y por la mirada de ella hacia mí sé que también se cruzó el mismo

- Oh no... - murmure

- ¡¡¡Oh si!!! - exclamo ella feliz 

EVITERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora