𝐃𝐨 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐦𝐞...?

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Desperté a las 06:30, mierda. Se me estaba haciendo tarde.

Me cambié lo más raro que pude, y me arregle para lucir algo decente, arme la mochila rapidísimo y bajé a la cocina.

-Hola hija, ahí tienes el desayuno. ¿Luego podrías despertar a Alex?

-Hola mamá.- comí la mitad del plato lo más rápido que pude.- Lo siento, voy tarde, ¡Nos vemos!

Salí por la puerta y corrí hacia la parada del autobús. Los minutos a esperar a que llegue, se hacían eternos.

Luego de dos minutos por fin llegó. Subí y tomé un asiento mientras soltaba un suspiro de alivio y cansancio.

(...)

Llegue a la escuela 20 minutos después. Entre y busque mi salón algo acelerada, hasta que al fin lo encontré.

-¡Hola profesor! Disculpe la tardanza.- dije bajando la cabeza un poco apenada.

-Hola Sarah, no te preocupes, es tu segundo día. Ya te adaptarás.

Di un suspiro y busque una mesa en la cual sentarme. Para mi mala suerte solo quedaba una, y justamente en frente de aquel odioso chico con rastas. Me vi obligada a tomar ese asiento y conformarme.

Conforme pasaban las horas de clase el chico detrás mio me molestaba tironeando mi cabello, o tirándome bolitas de papel.

Hasta que colmo mi paciencia. Me dí la vuelta en un movimiento brusco, y le tire una mirada llena de molestia.

-¡Ya para estúpido! ¿No te cansas de molestar?- le grite mientras simultáneamente lo regañaba, hasta que me di cuenta lo fuerte que había dicho eso.

Me di la vuelta para encontrarme con el profesor mirándonos intimidantemente.

-¡Los dos a detención! ¡Ya!

Nos hecharon de clases y mientras caminábamos hacia la oficina del director lo regañe.

-¡Todo esto es tu culpa! Si tu no te hubieses puesto de moles....- interrumpió mis palabras.

-Te ves linda cuando estas enojada.- espetó con una mirada tranquila.

¡¿Me molestaba y luego me dice linda?! Quien se cree este patán... aunque no puedo negar que si me sonroje un poco...