Capítulo 13

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Supresión de la evidencia (s.): La ocultación indebida de la prueba por un fiscal que está constitucionalmente obligado a revelar a la defensa todas las pruebas.

Yoongi

Los Ex Socios Finalmente Aparecen en la Corte Enfrentándose el Uno al Otro:

El Caso Woo continúa esta semana.

Eso es lo que decía el titular en la sección judicial del diario The New York Times esta mañana. Para aquellos que no sabían nada sobre el caso, sabía que era simplemente otra historia para pasar el tiempo, otro escándalo superficial para devorar con su desayuno por la mañana.

Pero para mí, era el final de un capítulo de seis años que se había prolongado por demasiadas páginas. Era parte de la razón por la que me fui, parte de la razón por la que después de que testificara en pocos días, dejaría esta ciudad por última vez.

Miré por la ventana hacia el restaurante del Hotel Waldorf Astoria, preguntándome cómo podría estar lloviendo tan fuerte al final del invierno.

―¿Señor Min? ―Una mujer en un traje se detuvo al lado de mi mesa.

―¿Sí?

―Soy Vera Milton, la gerente general ―dijo―. Ha recibido varias llamadas de una señorita Shin Suran sigue diciéndonos que es importante y que tiene que hablar con usted. Está en la línea ahora.

Suspiré. ―¿Podría trasladar la llamada a mi habitación en dos minutos, por favor?

―Desde luego, señor.

Dejé el periódico sobre la mesa y me dirigí directamente a la suite en el pent-house. En cuanto abrí la puerta, el teléfono en la sala sonó.

―¿Hola? ―contesté.―Soy yo...―dijo Suran suavemente.

―Soy consciente. ¿Cómo descubriste en dónde me quedaba? ―¿En serio? ―se burló―. Necesito que me hagas un favor... ―Adiós, Suran.

―No, espera. ―Sonaba frenética―. Realmente lo siento por todo lo que te hice, Agust.

―¿Qué te dije acerca de que me llamaras así?

―Recuerdo cuando me visitaste mientras estaba en la cárcel, antes de que todas las audiencias comenzaran... ¿recuerdas? ―Hizo una pausa―. Sé lo difícil que debió haber sido verme en ese entonces, lo solo que debías de haberte sentido para venir y visitarme a mí de todas las personas... incluso me dijiste que estabas considerando cambiar tu nombre a Yoongi y salir de Nueva York. Y entonces te rogué que me salvaras. ¿Recuerdas eso?

―Realmente no estoy de humor para una historia en este momento.

―Eras un blandengue en ese entonces... tan compasivo, tan cariñoso...

―Llega al maldito punto, Suran.

―En el juicio de esta semana, sé que Jiho...

―¿Te refieres a mi ex mejor amigo, al que tú te follaste?

―Sí. ―Suspiró―. Él... pasa con él?

―No es el monstruo que crees que es.

―¿Estás llamando por un favor que nunca va a pasar, o estás llamando para ser su jodida testigo de carácter? Estoy confundido.

―Todavía está arrepentido por lo que hizo... era...

―¿Qué es, Suran? ―espeté―. No soy un fan de esta mierda vaga.

―¿De verdad quieres hacerle daño? ―Su voz se suavizó―. Creo que ya nos has castigado lo suficiente. Ya estoy tras las rejas, así que realmente no hay necesidad de que él sufra a este punto.

DR vol. 3 - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora