Epílogo

365 61 7
                                    


Yoongi

Seis años después...

Nueva York, Nueva York.

Me encontraba de pie delante de un salón de clases en la Universidad de Nueva York, contando los segundos, preguntándome por qué alguna vez acepté hacer esto.

—¿Hay alguna pregunta? —Miré mi reloj.

Varias manos se alzaron.

—Sólo responderé tres. —Señalé a una joven estudiante en la fila delantera—. Sí, tu. ¿Cuál es?

—Eh... —Se sonrojó—. Buenos días, profesor Min. Mi nombre es... —No me importa cuál sea tu nombre. ¿Cuál es tu pregunta?

—Eh, ya han trascurrido dos semanas desde que comenzó el semestre y todavía tiene que entregarnos el programa...

La ignoré y apunté a un deportista en la fila del fondo. —¿Sí?

—Tampoco nos ha dicho cuáles libros tenemos que comprar...

—¿Alguien en este salón de clases conoce la definición de la palabra "pregunta"? —Escogí a la última estudiante, una pelirroja sentada cerca de la ventana—. ¿Sí?

—¿Es verdad que estamos obligados a turnarnos para traerle café todos los días?

Miré la taza de café en mi escritorio, y luego a la hoja de registro que enlistaba cuál estudiante lo había traído hoy.

—No es una obligación —dije, recogiendo la taza—, pero si pierdes tu día de traerme café, me aseguraré de que todos en la clase se arrepientan.

Gruñeron en conjunto y sacudieron la cabeza. Un par de ellos todavía tenía las manos levantadas, pero había terminado oficialmente por el día.

—Lean de la página 153 a la 260, de lo impreso para la próxima clase. Espero que conozcan las variantes de cada caso. Pueden retirarse. —Salí, sin decir nada más.

Entrando en el auto, noté un nuevo correo electrónico en mi teléfono.

Asunto: Baño.

Gracias por enviarme esa nota muy inapropiada con las flores. Ahora todos mis compañeros saben que todavía tenemos que follar en nuestro baño nuevo.

¿Por qué eres tan ridículo?

—Jimin.

Asunto: Re: Baño.

De nada. Espero que te hayan gustado.

Y esa no fue una "nota" la que te envié. Es una orden que será cumplida en las próximas horas.

¿Por qué niegas que te encanta?

—Yoongi.

Podía imaginarlo rodando los ojos ante mi último mensaje, así que encendí el auto y aceleré hacia nuestro hogar.

Aunque había pasado los últimos seis años aquí, todavía trabajaba en tolerar las cosas que una vez odié, cosas que ahora me molestaban cada vez menos, pero todavía me quedaba un largo camino por recorrer.

Algunos recuerdos nunca pueden ser reemplazados...

Sin embargo, Jimin se hallaba completamente cautivado y atontado por la ciudad. En cada oportunidad que no estaba en una gira sin descanso con la compañía de ballet, insistía en que probáramos cada restaurante, teatro, y atracción turística posible, en un esfuerzo por lograr que me enamorase de todo de nuevo.

DR vol. 3 - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora