El amor de un padre

Capítulo 6: Un nuevo comienzo

¡No soy dueño de Naruto o Percy Jackson y los atletas olímpicos!

El amor de un padre – Capítulo 6

Sally Jackson se quedó atónita tan pronto como entró en Sweet on America . Justo en el medio de la tienda, entre los chocolates y los chicles de vino, su jefe estaba besándose con quizás la mujer más hermosa que había visto en su vida. Era tan hermosa que a Sally le costaba creer que fuera real, tanto que le costaba concentrarse en ella. Era como si sus rasgos cambiaran constantemente; el tono de su piel era un poco bronceado al principio, pero pronto Sally notó que en realidad era un tono blanco cremoso de piel perfecta. Era lo mismo con su cabello; parecía marrón oscuro al principio, pero después de que Sally parpadeó, se convirtió en el más impresionante de los mechones rojos que fluían hasta la parte baja de su espalda. Era difícil creer que alguien tan impresionante realmente existiera.

"¡S-Sally!" exclamó Naruto mientras se alejaba del beso, sonrojándose por el hecho de que su empleado se acercó a él y Afrodita, "B-Buenos días".

Sally parecía avergonzada y se dio la vuelta, "Lamento haberlos interrumpido a ustedes dos".

Algunas risitas melódicas atrajeron la atención de Sally hacia la pareja, "Está bien, querida". La Diosa envolvió sus brazos alrededor de los de Naruto y sonrió, "Lamentamos que tuvieras que vernos así, nos quitaremos de tu camino". Llevó a Naruto a la oficina en la parte de atrás mientras le daba a Sally un saludo amistoso. "¡Estaremos en la oficina si nos necesitas!"

"P-Pero debería ayudar a prepararlo".

Afrodita empujó a su amante a su oficina y cerró ligeramente la puerta detrás de ellos. Naruto gimió mientras se sentaba en su silla, estremeciéndose al pensar en la incomodidad más tarde en la tienda. Estaba muy agradecido de que sus otros empleados llegaran más tarde y no lo vieran en una posición tan comprometedora. Se había esforzado por establecer una actitud formal pero amistosa para sus empleados, pero eso podría ser en vano.

"Debería haber recordado que vienen empleados", murmuró la Diosa mientras miraba su imagen a través de un espejo que convocó mágicamente. "Tenemos suerte de haberla visto tan rápido; la gente suele verme como la belleza perfecta de su interpretación, pero ahora que me quedo contigo, tomaré permanentemente la forma que ves como yo " . El espejo se desvaneció cuando ella le envió un guiño, "Ya que voy a conocer a las personas que te rodean, es mejor que mantenga una apariencia constante".

Naruto asintió, pero todavía estaba sonrojado, "Esa es una buena idea, pero desearía haber recordado que había gente que venía antes".

Afrodita se rió y se sentó en el regazo de Naruto, "No te avergüences, eso no fue tan malo como cuando el mesero nos atrapó en nuestro puesto".

"Ni siquiera me recuerdes eso", respondió un Naruto con la cara roja mientras envolvía sus manos alrededor de la Diosa. "Me tomó mucho tiempo olvidarlo, hasta el día de hoy no he vuelto a ese restaurante".

Ella se rió de nuevo y lo besó suavemente, "Oh, vamos, todos en el restaurante estaban celosos de ti".

Naruto se rió entre dientes y le devolvió el beso, "Supongo que eso es verdad".

"Y no era como si no disfrutaras lo que te estaba haciendo~" Afrodita mordió su labio inferior mientras lo miraba fijamente a los ojos, "Recuerdo que fueron tus fuertes gemidos los que alertaron al mesero esa noche. " Ella se rió cuando sintió que algo la empujaba entre sus piernas, "Sin embargo, no te culpo".

Naruto miró con avidez a Afrodita y sus manos comenzaron a recorrer su cuerpo, "Me estás haciendo muy difícil no tomarte aquí mismo en mi escritorio".