El amor de un padre

Capítulo 15: Intrusos

No soy dueño de Naruto o Percy Jackson & The Olympians

El amor de un padre – Capítulo 15

Mirando por la ventana, Naruto vio el brillo anaranjado que se desvanecía en el cielo. Lord Apollo estaba terminando su viaje temprano y el sol ya estaba debajo del horizonte. La escarcha había cubierto el cristal, pero todavía podía ver los faros en el oscuro camino de entrada. Lo había hecho a tiempo. Con una sonrisa, el padre de dos se frotó las manos y se tambaleó con anticipación. Había hecho el favorito de sus chicas para la noche. El pastel de fresas extradulce de Lacy, el pudín de toffee favorito de Annabeth, la mousse de chocolate amargo de Athena y el soufflé de fresa de Aphrodite. No podía esperar a ver sus caras felices.

Pero luego se dio cuenta de que solo había un solo faro que se detuvo en el camino de entrada. Era una motocicleta.

Eso fue todo lo que procesó antes de que se abriera la puerta principal y su conciencia se volviera negra.

Naruto no supo cuánto tiempo estuvo inconsciente, pero se agitó ante el sonido del metal rozando contra el metal. Sintió el frío invernal correr por su espalda, y fue casi un minuto después que sus ojos se enfocaron. Jadeó mientras miraba hacia adelante y vio al hombre sentado frente a él, afilando un cuchillo de combate extremadamente grande. No se veía diferente al típico miembro de una pandilla de motociclistas con su traje de cuero negro y grandes anteojos de sol.

"Yo, finalmente despierto, ¿eh?"

Naruto trató de moverse, solo para darse cuenta de que sus manos estaban atadas detrás de su espalda y alrededor de una silla, y sus piernas estaban fuertemente atadas con un cinturón. No le tomó mucho tiempo darse cuenta de que no estaba cerca de la ciudad de Nueva York. Estaba en la cima de una duna de arena y apenas podía ver la luz de la ciudad a lo lejos. La arena le llegaba casi a las rodillas y el viento se hacía más fuerte.

"Q-Quién eres tú", logró tartamudear Naruto, su mandíbula temblando por el frío del desierto nocturno.

El hombre suspiró y lentamente se levantó de su silla. "Eres un hombre difícil de encontrar, ¿sabes? En el pasado, fue fácil. Encontré a Adonis en unas pocas horas, y él era uno de los más duros, pero ese jabalí lo hizo pedazos. Hace unas décadas. , Encontré a esos tres tipos en menos de cinco minutos, aunque duraron diez minutos conmigo". El hombre se puso en cuclillas a la altura de Naruto sentado y sonrió, "Me hace preguntarme cuánto tiempo vas a durar conmigo".

Naruto se estremeció cuando las gafas de sol del hombre se derritieron, revelando sus ardientes ojos rojos. "Tú eres Ares".

"Muy bien, mortal". El Dios de la Guerra se rió entre dientes y se puso de pie en toda su altura, elevándose sobre Naruto. "Supongo que eres bastante inteligente, viendo cómo Athena también está interesada en ti. Pero todavía no entiendo", su voz bajó a un susurro, "Qué demonios ve Afrodita en ti". Su rostro se contorsionó en una mueca, "Sabes, al principio pensé que estaba tratando de ponerme celoso. No es la primera vez que me ignora durante algunos años y decide pasar un tiempo con un humano insignificante, pero esta vez es diferente." Ares acercó lentamente un dedo a la frente de Naruto, "¿Qué te hace tan especial?"

Naruto apretó los dientes al sentir calor en la frente y, de repente, gritó de dolor. El dedo de Ares ardía y le estaba quemando la piel.

"¿Tienes alguna idea de cuánto tiempo me llevó localizarte?"

Naruto se sacudió en su silla cuando Ares retiró su dedo, dejando una marca negra quemada en su frente.

"Tú no me haces algo así, ¿entiendes?" Ares levantó a Naruto por el cabello y lo levantó del suelo. "¡Afrodita y yo hemos estado juntas durante milenios, MILLENNIA!" El suelo tembló cuando el Dios gritó de ira. "¡¿Quién crees que eres?!" Con un abrir y cerrar de ojos, Ares apuñaló a Naruto a través de su muslo con su cuchillo, plantando la hoja en el suelo.