Capítulo 7: Piedad

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"Me duele vivir"

Nunca estuvo acostumbrado a la idea de estar en el suelo. Es un acto humillante y que le está afectando su autoestima. Porque para una persona que siempre obtuvo miradas de amor y de orgullo, el que tenga que ser pisoteado y humillado solo genera confusión y terror en su cabeza. Quien siempre se consideró un príncipe hoy se torna un mero esclavo para satisfacer deseos perversos e inhumanos, que destilan sed de sangre. Porque para esos demonios, el poder que da el dinero, el estatus y el apellido no es suficiente, necesitan sentirse superiores de otro modo. De un modo que un ser humano capaz de sentir y amar no comprende, algo que va más allá de algo racional.

No importa. Ellos solo piensan en seguir y seguir, tomar y devorar. Entre todos ellos solo hay un rey y un señor y es Jeon Jungkook. Su apellido no es el que le brinda el título de rey, solo es un punto seguido, es su capacidad e inteligencia lo que le da el toque, y sobre todo su maldita mentalidad sádica.

Con heridas viejas en el alma que Jeon ya ni recuerda si aún le duelen.

De chiquito comprendió que el poder es la base de todo en la vida, y en ese mundo prohibido en el que creció aprendió que, o se vuelve intocable o lo devoran a él.

Seis años cuando su madre lo obligó a dejar que la madre de Seulgi lo monte, pues la familia de ella práctica pedofilia, y Jungkook fue el regalo perfecto para la señora Kang. Luego, lo comprometieron con su heredera, Jeon la desprecia y abomina pero a la vez... a la vez le atrae.

Ocho años cuando su padre le hizo probar la carne humana. No le desagradó. Le gustó más el sabor de la sangre.

Diez años cuando lo obligaron a matar por primera vez. Y se ha ido perfeccionando, es capaz de lograr arte con los órganos ajenos y capaz de beber la sangre mientras juega un partido de ajedrez. Sus deseos inmundos y perversos ocupan su mente mas no la dominan.

Es perfecto en todo el sentido de la palabra, y lo goza. No tiene amigos. No tiene allegados. Su familia es mera portada de fama y riqueza, y a él solo le importa; poder y sangre.

Las personas a su alrededor son buenos elementos para su uso, porque cree que la vida humana no tiene valor alguno. O se vive o se muere. Y a él no le importa lo primero pero tampoco le interesa lo segundo.

Solo quiere saciar su sed de poder y eso solo ocurre cuando observa como su presa va dejando de respirar lentamente. Cuando observa y escucha la desesperación los gritos de las personas, sus lágrimas de dolor.

Jungkook no tiene rival. Quien conoce su verdadero rostro y ser, sabe que es meterse con el jodido diablo.

Y ah, Lee Jin... hermoso espécimen. Raro en su clase. Pues, ¿Quién es capaz de retarlo y ofrecerle un trato? Solo un puto raro.

Jungkook quiere beber su sangre. Ahora se volvió una necesidad que no sabe de dónde viene, pero ya la ansía y la anhela. Lo mira estar en el suelo bajo la atenta mirada de todos, y lo más curioso es que Jin solo tiene sus ojos fijos en él.

Mirada llena de odio y asco. Pero, ambos ojitos no dejan de brillar. Qué bonitos que son. Que bonito él.

Seulgi al ver que ninguno se quitaba la mirada de encima, decide intervenir. Queriendo contradecir a Jk, algo que por supuesto quiere mas no hace, porque sería arriesgado para ella.

Millions | KookJin +18 LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora