Secretos a puerta abierta [Caitlyn x Vi] *Piltover Finest*

Capítulo 18:

La mañana siguiente despertó a la Sheriff con la luz tenue del sol colándose por las ventanas sin cortinas [Ni cristal, en realidad, solo eran huecos cuadrados en la pared] de lo que conformaba el cuarto que tenía Vi con los Firelights

Era un sitio pequeño, pero acogedor, el suelo rechinante de madera y las paredes de metales diversos congeniaban curiosamente con la luz natural y los grafitis que adornaban cada pedazo del refugio

Se sentía cálido, como un hogar

Constaba muy cortamente de una cama de una pieza, incluso más pequeña que la que tenía Vi en su departamento de Piltover, una caja donde Vi guardaba ropa y algunos artículos diversos y una puerta pequeña que daba a un baño individual

Sencillo, pero bonito

La cama pequeña había hecho que Caitlyn durmiera encima de Vi, sus miembros enredados y su mejilla apoyada en el pecho de su ejecutora.

Anoche, luego de cenar con los Firelights y que los ofrecieran quedarse a dormir por practicidad (Y porque Caitlyn estaba completamente agotada por la caminata) Vi le había ofrecido buscar otro cuarto para ella o dormir en el suelo, Caitlyn solo la había jalado a la cama y le había dicho que no fuera estúpida

Despertando así, no se arrepentía en lo absoluto

Lo primero que pensó nada más despertar era que Vi seguía durmiendo, el movimiento suave que llevaba su cabeza de arriba a abajo la calmaba, y creyo que quizás no estaría mal dormir un par de horas más. Sin embargo, cuando se removió para acomodarse, las manos de Vi subieron de inmediato para acariciar su espalda, llevando su mirada hacia el rostro de la mujer, notó que tenía los ojos clavados en el techo

— ¿Estás bien? -

Vi parpadeó y asintió, aunque seguía pareciendo un poco perdida

— Solo... Pensando -

— ¿Otro sueño? - Cuestiono Caitlyn

Vi trago duro antes de asentir

— Es decir algo así... Fue muy raro, primero fue más como... Fue un recuerdo, entonces, las cosas cambiaron y uh-

Dejó escapar un suspiro ligeramente frustrado pasándose las manos por el rostro

Caitlyn levantó la cabeza del pecho de su compañera, acariciando sus mejillas con dulzura

— ¿Y cómo te sientes al respecto? -

Vi sonrío, acariciando su mejilla

— En realidad - Su garganta estaba seca, pero de todas formas sonrío - Creo que estoy bien -

Cait escaneo su rostro buscando heridas por costumbre, los ojos grises parecían esconder una tormenta tras ellos, pero, presionar a Vi más allá de su límite les haría más mal que bien

— Entonces está bien - Sonrío y le beso la barbilla 

Vi le sonrió, esta vez, parecía verdadera. Aunque sus mejillas se encendieron de rosado

— ¿Si digo que estoy mal, me darás otro de esos? -

Caitlyn se echo a reír ante el tono coqueto y la golpeó en el pecho con un puño flojo, sintiendo a sus mejillas encenderse por la pena

— Eres insufrible -

— Pero te encanto - Violet se burló

Cait rodó los ojos y se levantó de la cama - Intentó - Levantarse de la cama, solo para que Violet la sujetara de las caderas y le diera la vuelta para ponerse encima de ella

— ¡Vi! - 

La peli-rosa metió los dedos entre sus costillas, haciéndole cosquillas y logrando que la Kiramman se revolviera entre las sábanas entre carcajadas 

— ¿Así que soy insufrible? - Vi se quejó con voz agitada, y luego pegó su cara en su cuello para hacerle cosquillas con el pelo — ¡Dilo de nuevo! -

— Lo siento, lo siento - Cait chillo entre risas agotadas, las lágrimas escapaban de sus mejillas y su panza comenzaba a doler por el esfuerzo — Te adoro, lo sabes, dioses, déjame respirar -

— Umh -

Vi puso una expresión exagerada de "Estarlo pensando seriamente"

Aprovechando su descuido Caitlyn la tomó de los hombros empujándola para darles otra vuelta y quedar encima de la ejecutora, lista para cobrar su venganza

Comprendió rápidamente que no había sido su mejor idea cuando la cama se acabó bajo ellas y la espalda de Vi chocó contra el suelo en un grito lamentable seguido de un sonido hueco

Caitlyn se levantó de golpe, revisando tentativamente si Vi no se había herido de manera preocupante, y antes de poder decir algo, Ekko apareció en su línea de visión. Había entrado a toda prisa, su melena blanca estaba despeinada y esponjada por completo en un peinado afro, y vestía solo un par de calzoncillos

Los tres se miraron, Vi, recostada en el suelo, Caitlyn sentada sobre el regazo de su ejecutora y Ekko, parado en la puerta, primero, asustado y alterado, luego, un poco sorprendido, antes de comenzar a reír y negar con la cabeza

— Movimiento inteligente hermanita - Rio el moreno - Pero la próxima vez no hagan tanto ruido, mi habitación está del otro lado del refugio y aun así las escuché -

Caitlyn se sonrojó hasta las orejas, y Vi se levantó de inmediato comenzando a protestar, lo que de hecho fue también una mala idea cuando la frente de Vi se topó de lleno con la barbilla de la Sheriff en otro sonido hueco

Vi aulló de dolor, Caitlyn siseo. Ekko se echó a reír tan fuerte que se dobló sobre su estómago hasta terminar pataleando en el piso, mientras Vi se turnaba entre sobar la barbilla de su Sheriff y sobar su propia frente

Caitlyn, entre el dolor y las lágrimas traicioneras que se le habían escapado con el inesperado golpe, comenzó a reír también

Powder llego desde el pasillo, su pelo estaba recogido en un moño muy mal hecho que hacia que su pelo volara en todas direcciones, tenía una taza de café en la mano y las ojeras colgando de sus ojos grises. Y los miro a los tres con cara desmañanada 

— Mierda, ni yo estoy tan loca. —

Debían verse así, Vi y Caitlyn dobladas contra el hombro de la otra, abrazadas y desordenadas mientras reían a carcajadas, Ekko, frente a la puerta, en calzoncillos y también riendo

Era la situación más extraña que a Caitlyn jamás se le habría ocurrido encontrarse y de una forma casi magistral, se sentía bien. Todo encajaba

Era feliz

Vi la hacía feliz

Estar con ella causaba este sentimiento mantecoso en todo su pecho, provocando las arrugas en sus comisuras con cada sonrisa, con cada sonrojo

No habría nada que la Sheriff quisiera cambiar en este preciso momento

Sentía que había llegado a su hogar.

Cualquier lugar lo sería si Vi estaba en él.