EXTRA: IT BOY (E)

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Yeonbin.

—¡Te dije que era mala idea!—se quejó Soobin después de ver marchar a Beomgyu.

Hizo un forcejeo por intentar bajar de la barra de la cocina y de los brazos que lo aprisionaban. Pero fue un esfuerzo inútil.

Yeonjun rodó los ojos y soltó un suspiro frustrado, luego sostuvo a el contrario por el hombro evitando que bajara.

—Ya se fue.—excusó.

—¡¿Y que?! ¡Puede volver!—le grito el rubio con un tono molesto.

—¿Quieres ir a mi habitación?—Yeonjun se acercó más a el menor, viéndolo fijamente pero Soobin tenía el ceño fruncido y evitaba por completo su mirada.

—Se me han quitado las ganas.

Soobin terminó por bajarse de la barra volviendo a acomodar su ropa y peinando su pelo de nuevo, sin siquiera volver a ver a Yeonjun camino en dirección a la salida de la casa.

Al mayor se le fue el mundo encima, creyó que por fin lograría salir de su normativa en el sexo, pero por culpa de su tonto hermano menor ahora el chico que peleó toda la noche se estaba yendo. Lo maldijo en lo más profundo de su cabeza.

—Soobin.—insistió, tomándole de la muñeca—intentémoslo de nuevo, ¿si?

El mencionado rodó los ojos y miro con un poco más de empatía a Yeonjun, le sonrió, pero de una manera a la que Yeonjun le asustó.

—¿Sabes? Me gusta el exhibicionismo, pero era tu hermano menor, ¿entiendes?

—Por favor, ¿sabes que está haciendo allá arriba? Esta follando con su "tutor"—dijo simulando comillas con sus dedos—Es mi hermano menor, pero el tiene sus cosas, yo las mías... nadie aquí es inocente.

Soobin abrió los ojos más grandes cuando mencionó aquello de Beomgyu, tal vez estaba siendo demasiado avergonzado, tenía la oportunidad de tener una noche con el famoso it boy que todos halagaban. Alguien con quien ni siquiera había tenido oportunidad de diseñarle algo.

Pero Yeonjun comenzaba a creer que Soobin trataba de decir de otra forma que no quería, y el no era un imbecil, no lo iba a obligar.

Soltó su muñeca y retorció sus labios.

—Pero si no quieres... está bien, no te puedo obligar.

El rubio estaba apunto de aceptar lo que decía el mayor, pero el mismo pensamiento lo atormentaba.

Hace tiempo que no tenía el suficiente espacio en su agenda para dedicarse a sí mismo, complacerse con una buena noche como lo hacía cuando un modelo le llamaba la atención pues siempre tuvo acceso a los modelos más guapos y no es una mentira que muchos de ellos se mueren por experimentar tener sexo con un hombre tan delicado como era Soobin, un perfecto twink.

Pero Choi Yeonjun nunca entro a sus clientes, él estaba en otra escala mucho mayor, superior a él, cosa que en lugar de darle envidia de alguna manera le llenaba el ego.

—¡Me estresas!—soltó, después de salir de sus pensamientos revueltos, y antes de que Yeonjun respondiera se le abalanzó de nuevo encima, dejándose caer el sus labios arrebatándole un beso agresivo y necesitado.

Yeonjun no hizo nada obviamente, simplemente acepto y controlo aquel beso a su gusto. Los brazos que envolvían su cuello manteniendo su cercanía y sus brazos explorando toda la espalda de Soobin, tan suave y bonita, lo volvían más loco.

Lo sujeto fuerte y lo cargo, haciendo que sus muslos enrollaran su cintura y sus manos sostuvieran firmemente su trasero.

Esta vez no cometerían el mismo error, Yeonjun sería más controlado, ya no podía perder a su pequeño tesoro.

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