XXV: EMOCION

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A diferencia de los otros tres meses anteriores, en este tanto Beomgyu como Taehyun compartieron momentos más románticos si fuera la palabra adecuada.

Una que otra vez, sucedían aquellos péquelos momentos románticos, donde Taehyun se acercaba de más, donde por cualquier situación sus pieles necesitaban tener contacto.

Eso para Beomgyu era romántico.

Incluso una que otra vez hacían referencias a sus encuentros sexuales.

Al menos el hielo no era tan fuerte, así que no era repentino que Taehyun incitará a probar una lencería a Beomgyu.

—No soy de gatos hyung...—hizo una pequeña mueca—pero... el cuero me encanta.

—¿Como la chaqueta de trece mil dólares en tu armario?—bromeó el mayor—esta no le llega ni al dedo del pie, así que no esperes la calidad de cuero.

Beomgyu rió, tocó suavemente el traje y era razón lo que decía Taehyun, no era lo mismo, no era de ese cuero.

De hecho...—interrumpió una trabajadora—tenemos un local de más calidad a unas calles de aquí joven.

A Beomgyu se le iluminaron los ojos, estaba a punto de tomar a Taehyun e irse pero este se negó.

—Este está bien señorita, ¿me lo cobra?

—¿Que haces?—cuestionó el menor, al ver que Taehyun sostenía su muñeca con fuerza evitando que se fuera.

—¿El niño rico tiene miedo de usar lencería barata? ¿No te gusta la idea de quedar destrozado en la cama vestido de una mierda barata?

Eso sería humillante, pero era mentira si decía que la humillación sexual le ponía a Beomgyu.

La sola imagen de imaginarse a sí mismo así, era humillante, pero algo había dejado pasar, ¿Taehyun lo estaba invitando a pasar una noche con el?

Después de ese tiempo, el tenía la iniciativa y al menos ya no sería una simple mamada, otra vez, volvería a sentirlo.

Eso le hacía tener varios brillos en sus ojos, estaba emocionado, demasiado, y por primera vez estaba ansioso por llegar a casa.

Estaba tan emocionado, que sería capaz de hacerlo ahora mismo en un callejón obscuro, sin vergüenza, aún que debía admitir que en sus momentos de desprecio a Taehyun solía decirse a si mismo que me haría lo mismo que el le hace.

Dejar de hablarle, dejar de dejarlo que lo toque y todo ese tipo de cosas tontas.

Pero apenas recibió una invitación por parte de Taehyun cayó como un pequeño tonto que babeaba por el.

Incluso ahora, que solo Taehyun lo agarraba de la muñeca para que este no se quedara atrás a la hora de caminar.

—¿Estas tan ansioso?—sacó de la nada el mayor—deja de frotarte contra mi.

A el menor se le pusieron las mejillas rojas, si lo estaba, ¿pero había estado haciendo eso todo este tiempo?

—Lo siento...

El contrario solo rodó sus ojos, agarró de nuevo a Beomgyu con firmeza y lo llevó arrastrando hasta llegar a la mansión.

—Bienvenidos, joven Choi y joven Kang.—recibió una empleada—¿desean entrar por el estacionamiento?

Era verdad, Taehyun lo había arrastrado hasta el estacionamiento en lugar de la entrada.

—Danos un momento, señorita Lee.

Taehyun realmente recuerda el nombre de todos los empleados.

La mencionada solo asintió y se alejó, avisando a quienes trabajaban por ahí que por el momento no se acercaran.

—¿Por que...?—habló finalmente Beomgyu—¿por que eres tan bueno?

—¿Bueno? Ya se que te mueres por mi cuerpo pero decir que estoy bueno me avergüenza ciertamente.—respondió, llevando sus manos a la cintura de Beomgyu pegándolo a su cuerpo.

—¡No me refería a eso!—se quejó el menor, a pesar de que pronto tuvo que quitar esa expresión ya que un beso le invadió los labios—¿por que estamos aquí?

Cuando Beomgyu dijo que sería capaz de hacerlo hasta en un callejón no era tan literal, no era mentira pero no de le apetecía ahora mismo.

—Alguna vez... ¿quisiste hacerlo en un ascensor?—respondió Taehyun—o atrás de un auto, dentro de un auto, contra la pared de un estacionamiento... ¿donde?—mencionó mientras bajaba sus manos hasta su redondo trasero, dejando varios apretones.

—A-Ah... pues...—dijo tartamudo, estaba nervioso de que Taehyun lo tomará así en un lugar tan abierto—podemos ir a mi habitación, hyung...

—Eso es muy monógamo...—el mayor recorrió sus manos hasta llegar a alzar su camisa suavemente recorriendo su abdomen de una manera extrañamente excitante.

Jadeo asustado, trato de retirar la mano empoderada de su cuerpo, pero claramente le doblaba la fuerza.

—Hyung, no... n-no puedo.

—Bromeaba.—respondió en un suspiro, soltando suavemente el cuerpo de Beomgyu—subamos.

Un pequeño alivio recorrió el cuerpo de Beomgyu, suspiro grande y rápidamente se cubrió de nuevo, camino un poco rápido esperando a que Taehyun le igualara.

Cruzó una discreta mirada con su empleada, ella solo lo miro sonriente y volvió a lo que hacía.

—Hoy tienes casa sola... ¿no?—dijo Taehyun mientras subía la escaleras.

—Nunca estamos solos...

—¿Tus empleados cuentan?—rió el mayor—no entiendo la necesidad de tener alguien que te haga las cosas... mínimo un día de descanso.

—Nunca he tocado un plato sucio Taehyun...

—¿Ah? ¿Que pasó con ser tu "hyung"? Te gano cuatro años.—dijo dando un pequeño golpe en la frente de Beomgyu.

Aún recuerdo...
Aún recuerdo esa vez que te llame hyung

Solo te llamo así cuando tenemos... sexo... o algo parecido.

—¿Y que vamos a hacer ahora?

Eso le quitó todas las palabras a Beomgyu de su boca, tartamudeó un poco a intentando soltar alguna respuesta pero solo recibió unas palmaditas en su espalda.

—Vete a bañar.—mandó Taehyun.

Y como un leal cachorro hizo caso, se metió a su baño y rápidamente comenzó a tomar una ligera ducha.

Se desnudó ante el grande espejo que había ahí, sabía que sus padres no eran santos y de alguna forma ese espejo estaba estratégicamente puesto.

Comenzó a mojar su cuerpo, para aplicar su mejor jabón de cuerpo, y luego otros productos más de fragancia.

Finalmente, ¿su parte favorita? Prepararse a si mismo.

Suspiro, apago el agua por un momento y se sentó en la alfombra, se abrió de piernas y empezó a trazar suavemente algunos dígitos sobre su entrada.

Comenzó con un dedo, metiéndolo por completo, no lo hizo más largo y metió un segundo, empezando a dar movimiento.

Gimió algo fuerte, si, seguía masturbandose pero ahora estaba seguro que tendría sexo con Taehyun, eso lo hacía más sensible de lo que era.

—¡No estas solo Beomgyu!—dijo Taehyun tras la puerta.

Eso le dio un susto horrible a Beomgyu, incluso cuando sentía que estaba por llegar a su clímax Taehyun se le había ocurrido ir a verlo, o realmente lo escucho.

De todas formas no podía correrse así de fácil, saco sus dedos con un gemido ahogado y rápidamente se vistió, entre muchas comillas.

Se puso su camisa más liviana y unos shorts deportivos que habían dejado de quedarle hace tiempo, pues solo le cubría la mitad del muslo.

—¿Quieres que te preste unos pantalones o algo así?—dijo Taehyun al ver como salía Beomgyu de la ducha.

—No creo que me hagan falta.—respondió con una sonrisa, agarrando de la mano a Taehyun llevándolo dentro de su habitación.

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