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Nos encontrábamos de regreso todos en nuestras casas dentro del club

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Nos encontrábamos de regreso todos en nuestras casas dentro del club. Ahora solo faltaba que se realizara el evento final del día el cual era la gran subasta en la cena. Por alguna razón, todo mundo asistiría y curiosamente el plan era que yo por igual ya que Michael me ha invitado pero, tocaba ser niñera esta noche de los pequeños John y Jade.

Llegué a casa de Aaron y Sam y fue tan incomodo tener que entrar y saber que hoy había pasado de todo. Mientras ellos dos se encontraban en el piso de arriba tan solo arreglándose y cambiándose la ropa, yo estaba en la sala de la entrada tan solo esperando que llegara Michael ya que el se había quedado con mi bolso y me lo iba a traer. Pensaba en que estuve a punto de tener un beso con Aaron. El mismo chico que me encanta desde el momento en el que lo conocí, pero también el mismo que me dio a entender que no hay nada entre nosotros mas que una relación de trabajo y por ello fue que me quité. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Disfrutar del beso? claro que no, para que luego el regrese a esa relación tóxica con su ex esposa mientras siguen viviendo en la misma casa y yo quedo de lo mas ilusionada, no.

Aparte, hoy había tenido mi primer beso con Michael. Definitivamente no era de esa manera como me lo imaginaba. Siendo en el campo mas aleatorio de golf, enfrente de Aaron y solamente porque a el le nació robármelo de la emoción por yo tener un empleo.

Que ese es otro tema, el cual aun no puedo procesar. Me alegra mucho saber que por fin voy a poder trabajar de lo que mas amo y que es mi primera oportunidad para hacer algo como ello pero simplemente no fue la forma de conseguirlo. Me gusta esforzarme por mis cosas, desde muy pequeña eso se me inculcó. Y recibirlas por lastima es tan solo... lo peor que podría pasarme.

Mientras pensaba aquello, escucho como alguien baja de las escaleras y era Joana, la hija de Sam y la misma chica rubia que me odia con todas sus fuerzas. Tanto que en el momento en el que me, no puede evitar hacer los ojos hacia atrás e ignorarme. O al menos eso creí pero se acerca a donde estoy y pensando que estamos por tener una conversación normal, me pongo de pie y me acerco por igual a ella para ver que tenía que decirme.

Pero vaya que no se porque me sorprendí al ver que era algo tan típico de ella lo que estaba por decir.

- voy a asistir a la gala y mi acompañante es Michael. - alcé las cejas sorprendida pero no del todo, supongo que lo veía venir. - entiendo que estas ocupada y fue por eso que no pudiste acompañarlo pero para tu suerte, yo estoy aquí.

- gracias por acompañarlo. - dije de la manera mas educada y madura posible. Quiero decir, no gano nada peleando con ella. Y realmente no me importaba. - estoy segura de que el estará muy feliz de poder tenerte como acompañante.

- por supuesto, como te he dicho, hemos sido mejores amigos desde hace mucho y es como si fuéramos almas gemelas... es tan solo cuestión de que se de cuenta.

- Joana, no soy tu enemiga ni nada por el estilo. - dije riendo. - entiendo que sientas algo por el pero...

- pero el no siente lo mismo que tu. El no esta enamorado de ti, y eso es lo que me calma. - apreté los labios tratando de no reír ante aquello que ella decía. No dije nada, tan solo tomé asiento de nuevo y en ese momento Aaron baja y capta mi atención de inmediato. - hola, luces bien.

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