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Lo correcto era que dejara pasar aquello. Que me quedara en mi casa y aceptara la situación durante este momento. Mañana quizás verlo para preguntarle el porque y solamente escoger mi paz mental y alejarme de el de una vez por todas. Pero claro que no, claro que no lo iba a poder dejar así. Yo quería que el supiera que yo entiendo que es lo qué pasa, que me enteré de su mentiras de mierda y que no em iba a quedar de brazos cruzados.
Así que fui a buscarlo al restaurante donde sabía perfectamente donde encontrarlos. Siempre va a donde mismo y pude adivinar sin problema alguno lo que estaba pasando. Lo vi a lo lejos, tomando de la mano de Joana mientras la besaba. Eso dolió demasiado. No pude evitar lagrimear, al saber que era pura mentira lo que pasaba entre nosotros. Es mas, pensar que yo era la persona que le daba vergüenza para presentarle a sus padres... y Joana no, ella era la perfecta. La buena opción, a la cual podría pedirle matrimonio y seguir con su vida de millonarios pero a mi no. Solo tenerme de lado.
Así que llegué y me planté justamente enfrente de ellos como si de pura sorpresa nos encontráramos.
- wow, pero que casualidad vernos aquí. - dije cínicamente y Michael deja de sonreír una vez que me ve. Se asusta, puedo verlo en la mirada. No sabe como controlar la situación y voltea a ver de inmediato a Joana. - pero que delicia ¿qué están cenando?
- um... salmón ahumado. - la madre contesta y me mira confundida. - disculpa ¿quién eres?
- oh, con gusto me presento. - dije limpiando de mi mano sobre mi vestido, de la manera mas grotesca y descarada posible para causarles asco y vergüenza a todos en ese mesa. - lo siento, tenía las manos sucias. Ya saben, maquillando personas. - levanté ambos hombros y aun así, tomé la mano de la señora. Ella estaba tan asustada y no podía creer que yo sin preguntarle tomara de su mano. - mi nombre es Valentina Alvarez.
- Val. - Michael intenta decirme y se pone de pie para verme pero le ignoro y tomo una silla de la otra mesa y me siento con ellos. Empujo un poco a Joana para que quepa y me mira muy molesta.
- Joana ¿qué tal? ¿Cómo estás? ¿Disfrutando de las sobras? - ella se pone toda roja cuando yo dije aquello, estaba hirviendo de lo molesta. - quiero decir... es claro que han comido tantas cosas deliciosas en esta velada. ¿Cual es la ocasión?
- vine a conocer a los padres de Mike. - ella me dice victoriosa. - ya sabes, quiero decir... estamos comprometidos. - en ese momento, yo fui la que dejó de sonreír. Yo fui la que recibió el gran golpe. Yo no podía creer lo que escuchaba. Vi como ella me muestra tal anillo y luego abraza de este para darle un beso en la mejilla. Michael ni podía verme a los ojos. - así que... te pido que te retires.
- ¿es la que limpia tu casa o algo por el estilo? - el padre le pregunta y yo mejor me limpio las lagrimas para dejar de lado la tristeza y seguir con esta situación. - bien, dicen que las mexicanas son las que mejor lo hacen. Deberías pasarnos el contacto.
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Invisible string
FanfictionSe trata de la "Leyenda del hilo rojo". "Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están llegando a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper".