Capítulo 18: En la cabeza de la bestia

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"¿Omega?" preguntó extrañada Flashwing. Si bien, él era Andrew, a penas le reconocía porque en lugar de su característico color de escamas crema, el azul que ahora poseía era de otro mundo: no solo era brillante, sino que los pequeños trocillos le hacían ver como se ve una noche despejada y estrellada. Además, su sola presencia imponía; como si fuera un ser nacido desde la gran explosión del universo. Lo único que Flashwing podía reconocer del viejo Andrew eran sus ojos (hay que recordar que tanto él como Matthew tienen el mismo color de ojos).

"Bro..." también musitó Spyro, quedándose corto para decir algo; de modo que solo pudo decirle: "Te ves genial..."

"Gracias por sus comentarios, mis amigos..." les respondió Omega, "Pero hablaremos de ello más tarde. Retendré al Destructor, ustedes entren a su cabeza y saquen a Spectral de ahí"

"Pero, ¿y si nos vuelve a petrificar?"

Omega extendió su mano, volviendo a crear una pequeña estrella y antes de que Spyro preguntara qué era, este se la había pegado en el pecho como una medalla. De inmediato, un aura brillante se extendió por el cuerpo del dragón púrpura como una cubierta.

"Esto te protegerá y a todos los que estén cerca de ti..." dijo mientras se giraba y hacía lo mismo para Flashwing, "También te lo doy, para que tu seguridad"

Entonces, para comprobar si era Andrew de verdad, ella le dijo:

"Si eres Andrew, sabrías que no tienes que preocuparte por mí"

"Si soy Andrew, sabrás que daré cualquier cosa para proteger a mis amigos" le contestó el dragón, "Sé lo valiente que eres, pero nunca está demás una pequeña ayuda, ¿confias en mi?"

Flashwing miró al nuevo dragón, bastante sorprendida: finalmente comprendía que sí era su amigo.

"¡Cuidado!" les gritó Spyro.

El Destructor había estirado su gran y huesuda mano con intensión de aplastarlos a ambos y, por un minuto, pareció que lo había logrado y sus esperanzas se habían perdido. Sin emabrgo, de aquel apretón empezó a salir humo, como si se quemara. De inmediato les soltó pues, al estar Spectral manejándolo, podía percibir el dolor en mitad medida que su marioneta. Al liberarlos se pudo notar la causa: Omega les había protegido con un escudo brillante, como sus escamas, recubierto de polvo estelar.

"¡Maldito!" gritó Spectral desde la cabeza.

"No hay tiempo" les dijo Omega a ambos, "Regresen a la nave y entren a la cabeza, yo le mantendré ocupado"

Sabiendo que era de fiar el nuevo dragón, Spyro y Flashwing volaron de vuelta a la nave que, para sus suerte, se acababa de descongelar y sus funciones estaban al máximo.

"¡¿Quién es ese?!" preguntó Pop Fizz a penas entraron, "¡¿Cómo es tan cool?! Y, ¿Dónde está el novato?"

"Hablamos luego, ahora debemos navergar hasta la cabeza del destructor" les anunció a Spyro.

"Técnicamente es una buena idea pero, ¿si nos atrapa?" preguntó JV.

"No te preocupes, nos tiene cubierto"

JV no entendía como un solo dragón podría mantener a raya a tan colosal criatura (a decir verdad, debido a la distancia no pudo ver claramente los poderes de Omega, por lo que solo lo consideraba un dragón salido de la nada espacial). No obstante, Sprocket hizo avanzar la nave como lo había ordenado Spyro, en dirección a la cabeza.

Sin embargo, Spectral, desde su posición en la cabeza, pudo notar el avance de los héroes hacia él. Manipulando los hilos de nuevo, hizo que el Destructor levantara los brazos, los cuales se divideron en cuatro; luego, en seis; y finalmente, en ocho, como un gran pulpo.

Skylanders Academy, Entre el sol y la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora