Skylanders Academy, Entre el sol y la luna

Capítulo 22 (Final): El Regreso

Spyro estaba desanimado, demasiado triste como para pensar en hacer una fiesta, una broma o incluso sin ganas de escribir con humo en el cielo de las Skylands. Había estado tumbado en la azotea del edificio del equipo S desde temprano y solo había abandonado ese lugar para traer bocadillos (cuya basura se había acumulado a un costado). Jet Vac le había buscado para que dictara clases a los novatos, pero el dragón púrpura no se había apartado del edificio más de 5 metros; eso sacaba de sus cabales a JV, quien tenía que cubrirlo. A pesar de que estaba disconforme con la actitud de Spyro, JV también encontraba sus propias lecciones aburridas, pues ninguno de los novatos o graduados le respondía más que un bostezo, a comparación de su alumno de oro...

Mientras que, Eruptor tenía problemas también: el siguiente juego contra los Greebles estaba próximo y la formación del equipo estaba desordenada; sin Andrew, no solo tenían un jugador menos y la estrategia estaba incompleta, sino también su ausencia bajaba la moral en los demás jugadores, incluso en Roller Brawl, quien era la más seria. Food Fight parecía más verde que nunca y Wind-up corría como medio oxidado; Cynder estaba insegura casi todo el tiempo, ya la estrategia no valía sin su garra derecha. Y, más desanimada que todos ellos estaba Flashwing, quien ya no tenía ánimos para animar al equipo si su jugador favorito (por no decir algo más), no estaba entre ellos.

Por su parte, Stealh Elf también se había desanimado, pero era la que menos se habia rendido. Tecnicamente, Andrew y Mathew habían aparecido hace unas horas en su mundo, pero habían trasncurrido 1 semana desde que los Skylanders habían regresado del viaje espacial sin éxito de encontrar a su compañero perdido. Al día siguiente de eso, Elf había ayudado Sprocket a colocar sondas espaciales para detectar cualquier movimiento o perturbación espacial. Por un lado, esto era para prevenir que cualquier criatura como el Destructor apareciera sin previo aviso; por otro, para encontrar seres vivos flotando en la oscuridad. Esto último le daba esperanzas a Spyro, quien había escuchado lo que Elf y Sprocket habían hecho.

El día en que lo perdieron, habían dado dos vueltas más en cada uno de los planetas, los cuales habían regresado a la normalidad, sin encontrar ni un rastro de su amigo o su hermano. Por desgracia, la energía primaria de la nave se había visto agotada y tuvieron que regresar a la academia para recargarlo. Al siguiente día, volvieron, se seperaron y buscaron, pero no encontraron ningun rastro de ellos de nuevo. Hacia el tercer día, se acababan las esperanzas de que se encontraran en aquella galaxia, de modo que podría estar, como lo escucharon la última vez, en el fin del universo. Ya para los siguientes días, se empezaba a bajar aún más la esperanza.

(El séptimo día, por la tarde...)

Flashwing estaba fuera del edificio del equipo A, sentada, aburrida y desanimada como lo había estado los últimos 7 días, pues desde que Strykore fue desterrado, DarkSpyro destruido, Golden Queen petrificada, los Doom Riders encarcelados y Kaos no tenía poderes, los crímenes se habían reducido más que nunca y el único mayor peligro sería que Eruptor cocinara para toda la academia. En su garra derecha, tenía su teléfono, en el cual una y otra vez miraba las imágenes de ellay sus compañeros dragones; en especial, Andrew.

"Andrew... ¿dónde estás?" preguntó.

"Oye Flashwing" le dijo Roller Brawl, saliendo del dormitorio, "Los chicos y yo vamos al campo a practicar, ¿quieres venir?"

"No gracias..." rechazó la dragona.

"Bueno, nos vemos..." se despidió la velocista.

Ahora sí, Flashwing se había quedado completamente sola y, luego de un rato, quiso regresar y encerrarse en su habitación a seguir lamentándose hasta que un movimiento le hizo aferrarse al suelo.

"¿Qué...?" se preguntó para sus adentros.

Una gran y serpenteante figura se irguió enfrente de ella. No era tan grande como el destructor, pero era algo que un solo Skylander no podría manejar solo: un Fire Viper; y, con su gran ojo, notó a su próxima comida.