Blue Flames | Lando Norris+18

23- Speak now

02 de marzo de 2021

Lando
El característico sonido de los monoplazas resonaba en el circuito. Los gritos de los aficionados se hicieron presentes cuando el gran semáforo empezó a iluminarse indicando que la carrera daría comienzo en breves segundos.

Todas las luces se apagaron de golpe y solo tenía una cosa en la cabeza, mantener mi posición.

Gasly, que estaba en frente de mí, empezaba a cerrar todas las curvas lo máximo posible, lo que iba a desgastar las llantas del francés y eso me ayudaría a no tener que competir mucho contra el Alpine.
Por detrás tenía a un Yuki que quería entrar en puntos y quitarme esa última plaza de los diez primeros.

Intenté que no me adelantasen, y conseguí subir varias posiciones gracias a las paradas en pits, pero mi equipo tenía un final preparado para mí diferente al que yo tenía en mis planes.
La mala parada, por culpa de la rueda derecha trasera, me hizo perder posiciones a la velocidad de la luz. Había pasado de estar en octavo lugar a colocarme último en la tabla.

Aunque peleé por ascender posiciones sobre la parrilla, esto no me sirvió de mucho, ya que entrar en puntos se me hizo imposible y este iba a  ser otro fin de semana cerrado sin haber puntuado.

Una onceava posición que el equipo no me pudo recriminar, ya que en gran parte había sido culpa de ellos.
Oscar, en cambio, si que pudo sumar un par de puntos aunque estos no sirviesen de mucho, ya que McLaren estaba bastante mal posicionado en el campeonato de constructores.

Estas dos carreras antes del parón iban a ser para dejar bajo llave y no volver a hablar de ellas, había sido mucho tiempo fuera de casa y malísimos resultados para mi. Lo único que necesitaba era aterrizar en Reino Unido y olvidarme de mi trabajo por dos semanas, que es lo que duraría el pequeño parón.

Lo que restaba del domingo no fue muy emocionante para mi, cené con Oscar y estuvimos discutiendo un par de cosas sobre el monoplaza que luego le comentaríamos al equipo.
Cuando llegué a la habitación reservé el vuelo a mi país y sentí alivio al caer en que por fin iba a volver.

La Fórmula Uno, y cualquier profesión que requiera tomar muchos vuelos a diario, se hace bastante pesada, y celebraría cualquier mínimo tiempo que pudiese pasar junto a mi familia y amigos.
Llamé a mi madre para confirmarle que al día siguiente saldría mi vuelo y me ofreció quedarme un par de días en su casa, propuesta que acepté porque me moría de ganas de volver a verlos a todos, sobretodo a Mila, mi pequeña sobrina, que por lo que había visto en fotos ya no tan pequeña.

El miércoles volvería a Woking y seguramente pasaría tiempo con Max, ya que Verstappen iría a Holanda para pasar el pequeño parón ahí y, Lance haría lo mismo solo que en Canadá.

03 de marzo de 2021

El piloto del avión avisó de que el aterrizaje empezaría y sentí una pequeña turbulencia al abrocharme el cinturón. Esta turbulencia pasó de ser mínima a notarse más seguido e intensificarse conforme los minutos pasaban.

Pese a que nunca les había tenido miedo a los aviones me puse a recapacitar sobre este tema, ¿quién sería la primera persona que se me vendría a la cabeza si por los altavoces del avión se escuchase al piloto decir "puede que queráis hacer unas llamadas en estos momentos y resolver problemas personales", porque sabría que en breves nuestras almas dejarían escapar su último aliento?

Y sin quererlo pensé en ella.

¿Qué pasaría si este avión a casa se cayera? sería la primera llamada que haría a tierra.

¿Qué pasaría si nos dijeran hoy que el Armagedón está a unos minutos? lloraría por ella, por no poder haber solucionado un pequeño mal entendido.