14- Three a.m.

153 11 3
                                    

01 de febrero 2021

Lando
El final de la carrera se acercaba y todos veían a Maya como clara ganadora, con que ganase esta última vuelta podría coronarse como tal.

Una pequeña vibración en el bolsillo del pantalón me hizo abrir este para atender la llamada.

- Lando- escuché a Oscar al otro lado de la línea.

- Dime-

- ¿Dónde estás? te escucho muy mal-

- He salido con Max a dar una vuelta- mentí- ¿qué necesitabas?-

- Ah si, Zak me ha dicho que tenemos que estar temprano en la fábrica mañana y que no contestabas a sus mensajes-

Salí de la llamada sin colgarle al menor y tenía razón, la pantalla estaba llena de mensajes de Zak.

- Vale, ¿sólo eso?- respondí en un tono bastante frío. Oscar era un chico agradable, pero no me había dado tiempo a cogerle confianza, y que en nuestras primeras conversaciones me pidiese el número de May tampoco ayudó mucho.

- En verdad no, quería preguntarte sobre la chica rubia...-

La voz de Oscar dejó de reproducirse en el altavoz del móvil, no quería hablar sobre Maya con él y mucho menos ahora.
Entré en nuestro chat y dejé un "perdón, no hay buena señal. Luego hablamos" para dejar tranquilo al piloto y después de eso me volví a acercar a mis amigos.

- ¡Lando!- gritó May acercándose a mí- pensaba que te habías ido-

- ¿Cómo me voy a ir?¡pero si acabas de ganar tu primera competición!- dije mientras la abrazaba y ella dejaba descansar su cabeza sobre mi pecho.

Lance interrumpió el momento aclarándose la garganta, mientras unos Max y Bella se distinguían detrás del neerlandés. El inglés reía sin parar, su cuerpo estaba casi en el suelo y con uno de sus brazos rodeaba su abdomen, mientras que el otro lo tenía apoyando en la tierra para no caer.

- ¡Menuda hostia de has dado!- grita riendo Max.

- ¡Cállate!- contraataca la morena mientras que intentaba limpiar su camiseta de tierra.

Sentí el frío que se había dejado caer esa noche cuando Maya separó su cuerpo del mío para ayudar a su amiga; mientras tanto, de los ojos Max empezaron a caer lágrimas a causa de la risa.

Maya había presumido, durante todo el viaje a casa, la medalla de dudosa procedencia que Lucas y otros señores, con su mismo aspecto, le habían dado.
Una hora después ya nos encontrábamos todos en casa de Lance y Max. Ninguno tenía sueño como para ir a la cama ya, así que nos quedamos en el salón hablando de cualquier tema, mientras, Bella y Maya estaban en la isla de la cocina hablando.
Llevaba bastante rato fijándome en cualquier movimiento que la rubia hacía, y en la fuerza que ejercía para sostener el vaso del que bebía después de cada risa nerviosa y falsa que emitía.

Lance y ambos Maxes estaban sentados en el famosísimo sofá blanco, en cambio yo había agarrado un pequeño puf que Max había comprado hace poco, lo puse en frente de mis amigos, y gracias a eso tenía las vistas posibles para mirar a las chicas.

Distinguí que Maya no estaba pasando un buen momento, se le notaba la incomodidad al hablar con su amiga. Bella no se quedaba atrás, la morena expresaba confusión mientras que Maya le mostraba algo en su teléfono.
Intenté descifrar lo que decían, pero debido a la distancia se me hizo imposible, hasta que Bella gritó.

Blue Flames | Lando Norris+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora