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—Ya llevamos varios días desde que no vemos a Kanae... y hoy es el concurso...
Se encontraban dos chicas en una habitación algo oscura, una peli blanca de cabello largo con puntas verde menta y otra con cabello corto pintadas las puntas de naranja fosforescente.
—Si—Hablo Susamaru cerrando sus ojos— Espero que al menos la podamos ver haya.
—Si...—Asintió Daki su amiga de puntas verde menta
—Bueno, ¿sabes lo que te vas a poner?
—Ujum. Ya tengo mi vestido
—Y tu?
Pregunto Daki curiosa masticando su chicle de fresa haciendo una pequeña bomba
—¡A-Ah..!—Gimió nerviosa Susamaru—C-Claro..
—No te acordabas... ¿verdad?
—Uh, no
Daki rio fuertemente
—No te preocupes yo te ayudaré con tu vestido
—Pero yo no quiero llevar vestido—Hablo con seriedad Susamaru mirando a Daki fijamente
—¿Que?—Pregunto la albina ladeando su cabeza confusa
—Así es, quiero llevar traje
—Pero si eres mujer...
La de puntas verdes puso su mano derecha en su cadera mientras que con la otra sacó el pegajoso chicle para después tirarlo a la basura.
—¿Y que tiene?—Pregunto con curiosidad Susamaru ladeando la cabeza como su amiga anteriormente lo hizo
—Uh pues bueno, digamos que no es tan... femenino
—Pues no me importa, es más, quiero que vayamos las dos a buscar mi traje
Daki solo se golpeaba mentalmente para después asentir
—Si tu dices...
La de puntas naranjas sonrío y agarro la mano de su amiga para después llevarla arrastrando hacia el centro comercial para que puedan comprar lo que la de pelo corto quería.
La albina solo se dejaba arrastrar mientras todo lo lujoso de la ropa que le había comprado su hermano ya estaba sucio por el suelo que su cuerpo arrastraba. Ya parecía trampeador. Y lo peor que su ropa e incluso su bolso era de marcas: Louis Vuitton o Versace, con tan solo pensarlo Daki se ponía triste y daba leves patadas al suelo.
—¡Llegamos!—Dijo está tirando al suelo a su amiga
—¡Auch! ¡Tonta!—Grito la puntas verdes dándole un pequeño golpe en el estómago a su amiga pero a esta no le afectó ni un poco.
—Bueno vamos "KArEn"
—Jodete
Susamaru rodeo los ojos y empezó a caminar con Daki siguiéndola levemente enojada.
—Bueno, iremos primero a una tienda por mis zapatos y luego ya veremos
—Si capitana de Volleyball... —Daki rodeo los ojos
—estupida...—maldijo Daki (de broma) murmurando cosas sin sentido
—Aja Aja, pero de pasó vamos por algo de comer, tengo hambre.—Replicó Susamaru jugando con sus dedos
—Tu siempre traes hambre—Daki hizo una pausa—Pero aun así, no puedo juzgarte.
—Ujum, bueno, vamos y prepárate para correr!—Grito la pelo corto antes de salir corriendo
—¡Hey!—Casi grita Daki pero rápidamente la persiguió
—¡Alcánzame si puedes!—Susamaru le saco la lengua a Ume para después irse corriendo aún más rápido
—¡Vas a verlo!
Y así las dos se fueron corriendo hacia un lugar a comer
—¿Que?
Tomioka abrió profundamente los ojos, no era la primera vez que le pasaba esto, si no, se sentía realmente nervioso, de todas las personas... ¿Kanae?
—Así es, me gustas mucho Giyū, ya no lo puedo ocultar más
Tomioka respiro lo más serio que pudo para después hablar
—S-Si te digo algo, no te enojarás?
—No, claro que no.
—Bueno pues...
El ojos azules tomó un suspiro de nuevo y habló como si fuera la ultima vez que hablaría en su vida.
—Ami me gusta Shinobu...
Dijo inmediatamente el pelinegro sonrojándose por su comentario, sus mejillas en un color rosa pastel y el solo podría por una vez, sonreír como nunca. Sonreír porque por fin lo dijo, sonreír por todo..., sonreír por... Shinobu...
Pero al parecer la declarada no se lo tomo igual, de sus ojos lágrimas comenzaron a caer deslizándose a sus mejillas mientras estas se le ponían rojas junto a sus ojos, Kochou junto fuertemente sus labios para después decir:
—...¿Que tiene ella que no tenga yo?
Dijo con lágrimas Kanae dejando unos leves gemidos salir de su boca llorando y llorando en silencio, se que sonara raro pero por dentro Kanae quería matar a su hermana menor.
Esa pregunta dejo a Tomioka en shock el solo la miro
—A-Ah.. pues bueno-
El iba a contestarle pero la pelinegra fue más rápida y le contestó a el ojos azules algo que lo dejo en completo pánico.
—Nunca volverás a ver a Shinobu
Ella sonrío y se fue, desapareciendo en la niebla que se presentaba.
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