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Kanae se encontraba caminando en los oscuros valles, yendo a su casa mientras en su mente pensaba en todas las horribles formas de torturar a su propia hermana. Ella ya no podía esperar más necesitaba que Giyū Tomioka sea solamente de ella, su corazón había caído junto con ella. A la persona que siempre amo le gusto otra persona... para ser específicos su propia hermana.
Kochou no podía creer eso, en su mente se preguntaba ¿que tenía Shinobu que no tenga ella? Era diferente esta situación, al ser ella la única enamorada obviamente todo esto iba a cambiar, tenía que matar a su hermana en este instante antes de que sea demasiado tarde para lamentarse.
Caminó hasta su casa, sus pasos fríos y lentos mientras su mente rodeaba de diversas ideas. No sabía que hacer, nunca había hecho esto, pero Kanae prefería matar a Shinobu por su cuenta, su muerte en sus propias manos ensangrentadas mientras Kochou se reía fuertemente. Necesitaba hacerlo... necesitaba matarla ya.
La hermana mayor de Shinobu llego a su casa, dejo sus llaves que ni siquiera uso en la mesa que estaba a un lado de la puerta de madera principal antes de ir a la cocina y prender las luces de ella. Kanae ya sabia que si hermanita menor ya estaba en la casa solo que las dos apagan las luces de cualquier lado para no malgastar la luz en cosas inservibles.
La Kochou mayor se acercó a los cajones delicados de la cocina, abajo de la estufa y los abrió. Agarrando un cuchillo medio filoso. Ella se encargaría de afilarlo suficientemente para matar a su hermana. Ella quería hacer todos los pasos necesarios y necesitados paro matar a su hermana, ya no podía soportarlo más. Kanae se sentó en una silla junto a la mesa, agarrando el material necesario para afilar el cuchillo y así empezó a afilarlo para que sea extremadamente filoso.
Shinobu se encontraba llorando todavía en su habitación, acompañada de Mitsuri la cual siempre estuvo junto a ella. Kanroji estaba con Kocho en su cama, las dos chicas se calmaban lentamente, Shinobu paro de llorar y dejos los pañuelos a un lado mientras los recogía y los ponía al cesto de basura. Se paró de la cama para ir hasta el cesto de basura y tirar todos los amontonados pañuelos mojados.
—Muchas gracias Mitsuri, no sabría que haría sin ti.
Habló Shinobu mientras tiraba todos esos pañuelos a la basura. Todos pudieron caber en ese cesto de basura.
—De nada, para eso son las amigas.
Contesto Mitsuri con una sonrisa, estirándose un poco en la cama de su amiga mientras estiraba los brazos relajándose en tan cálido ambiente sin saber toda las historia de lo que le pasó a Shinobu.
—Oye Shino
Dijo Mitsuri mientras lentamente se paraba de la cama, caminando hacia la puerta lo cual Shinobu la miro curiosa mientras se separaba del cesto de basura. Mirándola fijamente.
