Mudanzas (Dee x Tn) (Terminada)

Capítulo 2: Vecinos

Narra Tn:

Ya era el día siguiente exactamente las 8:34, me levanté temprano por alguna razón extraña, que hueva. Contesté mensajes de algunos de mis compas chilangos y revisé mis redes sociales hasta que oí como un camión se detuvó frente a mi cantón, yo ya sabía qué era y aprovechando mi balcón salí en chinga hacia él solo para comprobar que era el camión de mudanzas.

Cuando salí por el balcón noté la casa enfrente de este, era también de dos pisos pero solo tenía color negro en su fachada, la ventana aún no tenía cortinas igual que la mía por lo que supuse que también serían nuevos, y cuando miré con más atención noté que la habitación tampoco estaba amueblada pero no le dí importancia.

Eché un vistazo a un costado por donde quedaba la calle y comprobé que ahí estaba no solo un camión de mudanzas, si no dos. Supe que uno no era nuestro porque no teníamos tantas pertenencias, la mayoría se quedaron en la Ciudad de México, aparte de que el camión desconocido era de otra empresa que no conocía y que tenía un nombre raro a mi parecer. Rápidamente mi mente hizo click, la casa de al lado tampoco tenía cortinas, no estaba amueblada y nunca había visto a los vecinos, tal vez ese sería su camión. Aún así no me importó mucho, lo que quería era ya poner las cosas de mi cuarto en su lugar.

Corrí escaleras abajo donde ya estaba mi papá con los de la mudanza dando las primeras indicaciones.

Ignacio: Tn, como tu cuarto es el más retirado de la entrada será el último que amueblarán, no tienes problemas con eso verdad hija?

Tn: No importa, está bien.

Los hombres comenzaron a entrar a la casa con electrodomésticos, muebles y decoraciones, yo me quedé a verlos y ayudarlos con las cosas que podía, después de todo no tenía nada más que hacer. Una de las veces que me acerqué al camión a sacar un jarrón ví que los vecinos también se estaban ocupando de sus muebles. Solo ví a dos vecinos, uno era una mujer que aquí llamaba la atención debido a que estaba muy bien ejercitada y era pelirroja, de esas no se ven por aquí, la mujer estaba junto a un niño también pelirrojo que se veía de la edad de mis hermanos.

En ese momento hice contacto visual con el niño y justo cuando estaba a punto de retirar mi mirada apenada el niño me sonrió, no pude evitar notar sus colmillos afilados y un brillo inusual en sus ojos, eso me sacó una gran sonrisa muy sincera.

Seguí con las cosas del camión hasta que llegó el momento de amueblar mi cuarto, puse mi cama justo en el centro del mismo, con dos mesitas de noche a los lados, una lámpara en la mesa derecha, unas fotos en la izquierda, mi guitarra eléctrica al lado de la entrada de mi balcón, mi escritorio, mi ropa en el clóset, algunas cosas de aseo personal en el baño y yo puse mis pósters de bandas por mi cuenta.

Cuando terminé y el camión se fue salí un rato a mi balcón para disfrutar del buen viento de verano, estaba a un fin de semana de regresar a clases y tendría que empezar de cero, hacer nuevas amistades y todo eso. En ese momento noté que ahora ya había cortinas en esa habitación pero aún así se encontraban abiertas lo que me dejó echar un vistazo en su interior.

El cuarto se veía muy oscuro, tenía una cama en el rincón, un clóset, un escritorio y pocas cosas más, ese cuarto era algo pequeño. En ese momento noté que un auto y una motocicleta se estacionaron en el garaje del vecino, de la motocicleta bajó la misma mujer ejercitada que ya había visto antes, y del auto bajó un señor muy alto, rubio de pelo alborotado, maquillaje oscuro y parado muy recto, un niño de mi edad que era prácticamente una fotocopia del señor, solo que este tenía el pelo rizado atado en una coleta de caballo y su ropa era un poco menos alborotada, y por último bajó el niño pelirrojo que ya había visto junto a la mujer.

Cuando estaba por hacer algo para llamar la atención del niño pelirrojo y tal vez saludarlo mi papá me mandó a llamar.

Ignacio: ¡Tn! Ven tenemos que ponernos de acuerdo respecto a las cosas del hogar.

Tn: ¡Ya voy!

Bajé las escaleras con un poco de decepción por no poder saludar al pelirrojo y luego hacerlo mi amigo pero aún así sabía que este paso es importante para nuestra organización como familia.

Cuando llegué a la sala de estar ya con un sillón de tres lugares, un segundo sillón de dos lugares, una mesita y un mueble con la TV, me senté en el sillón de dos lugares junto a mi hermanito Luis, en el sillón de tres lugares estaban mi papá y Francisco.

Ignacio: Pues como ya sabes tenemos que repartirnos las tareas del hogar para que todos estén conformes.

Tn: Ay yo pido hacerme cargo del jardín, en la ciudad de México no teníamos un jardín tan grande y siempre quise esta responsabilidad. (En realidad era porque ella sabía que en invierno y tiempo de lluvias no habría mucho que cuidar)

Luis: Y yo quiero seguir haciendome cargo de la comida, a ustedes les gusta como cocino (En realidad era porque él sabía que su papá era fanático de la comida chatarra y no cocinaría muchos días)

Ignacio: Entonces Francisco, no tienes problemas con hacerte cargo de barrer y trapear el piso? (Francisco solo negó con la cabeza) Okey respecto a la escuela los inscribí en la escuela que está entre nuestra casa y la plaza por lo que está muy cerca y se irán caminando, la escuela no obliga a ir con uniforme pero vayan con ropa apropiada porfavor.

Luis y yo no nos pudimos resistir a festejar.

Tn: ¿Oistes eso Luis? Vamos a poder ir bien darks a la prisión esa.

Luis: SIIII hay que sacar los outfits mmlones.

Obviamente Francisco solo nos veía disfrutarlo y a él solo le daba igual.

Para no perder el tiempo fui a mi cuarto, saqué mi mochila del clóset donde la había puesto por apuro y de mi escritorio saqué mis libros, cuaderno, mi estuchera, una cosmetiquera con cosas básicas y más cosas que yo consideraba necesarias. Para cuando terminé ya era noche y sabía que al día siguiente seguiría ordenando un poco y tirando hueva entonces me fui a dormir.

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Aquí el segundo capítulo, espero que les guste y llame su atención.
Tqm, bye bye!

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