Apollo Pevensie.
Decir que sentía rencor era poco, desde niño, todo lo que siempre soñe fue tener una familia, una familia unida y estable.
Cuando Peter se fue a mis tan solo 12 años de edad, sentí que mi ilusión de tener a la familia ideal no iba a ser posible, ver a mi mamá derrumbarse y tomar una decisión difícil, solo por alguien que nos había abandonado, me hizo pensar en varias cosas.
Lo primero que pensé, fue que el amor no existe. sin importar que, por más que ames, esa persona te lastimara de una manera u otra, te traicionara y no existirá la lealtad.
Y lamentablemente, tuve que darme cuenta de eso, viendo a mis padres.
Mi rencor se basa, en qué, si tanto nos amaban nuestros padres... ¿por qué nos abandonaron? ¿por qué no lucharon por nosotros?...
Rose, mi mamá, mi hermosa madre, la mujer que me dió la vida y que siempre me repetía una y mil veces, que yo era la luz de sus ojos y lo más importante en su vida, no lucho por mi, ¿por qué no lo hizo?, ella, simplemente se fue y nos abandonó, me abandonó a mi, su Lolo, su primogénito. si tanto me amaba, ¿por qué no peleó por mi? así como lo hizo en sus tiempos pasados con Edmund... se sacrificó por alguien que no era de su familia, estuvo dispuesta a morir por el, pero... no pudo ser capaz de enfrentar a su padre, solo por su propio hijo.
Mientras todos esos pensamientos, venían a mi mente, no me había percatado de la presencia a mi lado.
—¿En qué piensas?—Preguntó con amabilidad Sammy.
—En nada.—Respondi sin importancia.
No me gustaba hablar en ese tono, menos a alguien como Sammy, le tenía demasiado cariño a mi tía, pero así era más fácil, así evitaria crear lazos cariñosos con otras personas.
—Hare cómo que te creo.—Sonrio divertida, sentandose a mi lado.—¿La extrañas?—Preguntó sin rodeos.
—¿A quien?
—Tu madre.—Rapidamente la mire, negando con la cabeza.—Yo se que si lo haces.
—Pues te equivocas.—Menti, obviamente que extrañaba a mi madre, ella lo era todo para mí, pero jamás admitiría tal cosa, sabiendo que no pudo ser capaz de luchar por sus propios hijos.
—Como tu digas, Lolo.
"Lolo", nadie me había llamado así en años, volverlo a escuchar, se sintió como si ella lo hubiera vuelto a decir.
—Soy Apollo, tía Sammy, no Lolo.—Aclare con "amabilidad" levantándome de mi asiento, yéndome de aquel balcón.
Caminaba con la frente en alto, hasta que llegue a la proa, lugar en el que se encuentraba mi hermosa hermanita menor.
—Hola.—Saludó con alegría.
—Hola Jazmín.—Bese su cabeza, riendo por dentro, sabía lo mucho que odiaba su segundo nombre.
—Sabes que odio ese nombre.—Dijo golpeando levemente mi estómago.
—Claro que lo sé.—Ambos reímos, mirando hacia el mar.
—Sabes...—Me miró un instante antes de seguir.—Mas tarde bajaremos a una de las islas abandonas y tendremos que empezar a buscar los objetos de Leila.
—Genial.—Respondí algo seco.
Buscar las cosas de mi abuela, significaría estar cada vez más cerca de volver con mis padres y yo aún no estaba listo para volverlos a ver, o para quererlos ver.
—¿No te pone contento?—Inquirio algo confusa.
—Honestamente...—Mire a mi hermana unos momentos antes de responder.—No.
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𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐈𝐄𝐒.²
Fanfiction🥀 Apollo Pevensie y Astrid De Verall, después de muchos años de entrenamiento, se embarcan junto a Caspian en el viajero del alba, para así finalmente poder cumplir su profecía y cumplir el propósito por el cual ambos tuvieron que quedarse en Narni...