NARRADORNaia e Hipo caminaban en busca del dragón, sin éxito de encontrarlo. Hipo lleva una libreta en donde anotó los lugares que ya revisaron, frustrado al no tener pista tacho por completó la libreta y luego la guardó.
— Aaah —suspiro— Ay, los dioses me odian, algunos pierden cuchillos en el lodo, pero yo no, yo voy y pierdo un dragón enteró —dijo Hipo enojado golpeó una rama, esta misma regresó con fuerza y le pegó en la cara, haciendo reír a Naia.
Los jóvenes observaron el árbol y vieron que este estaba quebrado. Bajaron hasta donde apuntaba el árbol caído, Hipo iba primero y Naia lo seguía, él se asomó pero volvió a ocultarse.
— ¿Qué pasa? —preguntó la pelirroja en susurro.
— El dragón, está ahí —dijo también susurrando.
Se asomó de nuevo y vio que el dragón está amarrado, sacó su cuchillo y se acercó para ocultarse detrás de una roca, Naia hizo lo mismo, con la diferencia es que ella no tenía un cuchillo tenía un escudo.
— Oh, wow... lo logré… ¡oohh lo logré! esto lo arregla todo, SIII. Yo derribé a esta magnífica bestia —dijo Hipo poniendo un pie encima de la pata del dragón, pero el dragón movió su pata, provocando que el chico retrocede asustado.
— JAJAJAJA —se burló la pelirroja.
Hipo le apuntó con el cuchillo al dragón y se acercó lentamente, miró al dragón quien ahora también lo observaba.
— Te voy a matar dragón, te voy a... sacar el corazón y se lo llevaré a mi padre, soy un vikingo, SOY UN VIKINGO —eso último lo gritó mirando al dragón.
Levantó la mano, preparándose para matarlo pero dudó en hacerlo. Naia por su parte no hizo nada, ella ya sabía lo que pasaría.
— ¿Yo hice esto? —se preguntó Hipo bajando el arma.
Hipo lo pensó un rato y luego empezó a cortar las cuerdas, al cortar la última cuerda, el dragón gruñó.
Naia jalo a Hipo del chaleco y lo puso al lado de ella, poniendo el escudo en frente de ambos, el dragón los derribó a ambos poniéndose encima del escudo.
Los jóvenes observaron al dragón, Hipo con miedo y Naia con un poco de emoción. El dragón dio un rugido fuerte y luego se fue.
— Bueno, hay que admitir, que eso dio un poco de miedo —dijo Naia para luego levantarse.
— ¿Solo un poco? —dijo Hipo respirando agitado y con la mano en el pecho, agarró el cuchillo y se levantó.
— Bien, será mejor volver a casa.
— Si —dijo Hipo vagamente, camino unos pasos y luego se desmayó.
— ¡HIPO!
NARRA NAIA
Hipo se había desmayado y no podía llevarlo a su casa, Estoico me va a regañar y a llenar de preguntas. Sino mal recuerdo de la película, Hipo llega a la noche a su casa antes de que se valla Estoico, asi que estara unas cuantas horas inconsciente.
El dragón no creo que vuelva, así que guardé su cuchillo y a él lo acomode cerca de la roca. Puse su cabeza en mis piernas para que esté más cómodo, y yo recargue mi espalda en la roca.
Lo observé por un buen rato mientras acariciaba su cabello, miré hacia arriba para pensar en que puedo hacer para pasar el tiempo. Volví a mirar a Hipo y no pude evitar sonreír al pensar en todas las aventuras que tendremos en el futuro junto con los dragones.
El único problema es que Daiki y yo no podremos tener nuestro dragones favorito.
El dragón favorito de mi hermano es el Grito Mortal, el único dragón que Hipo no pudo entrenar.
ESTÁS LEYENDO
Como entrenar a tu dragon (Hipo x Oc)
RandomDos jóvenes pelirrojos viven una vida normal, pero de la noche a la mañana ambos aparecen en un mundo llenos de dragones y vikingos. Un mundo que ellos conocen muy bien. Entren y acompañen a estos dos jovenes en una gran aventura.