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Recuerdo mucho sobre aquellos gloriosos momentos. Recuerdos, que ironico que lo único que permanezca ahora sea algo inmaterial.

En fin, volviendo a esa pequeña escapada mágica...

- Muchisimas gracias Rubén, de verdad, no pensé que una aurora boreal seria tan majestuosamente brillante.
- ¡Uy! Eso ha sonado muy a libro. - reimos.

Ultimamente estábamos demasiado unidos. Todo en conjunto estaba adquiriendo una forma de clima romántico, cosa que empalaga un poco. Aún así, me gustaba, pero por otra parte disfrutaba del Rubén amigo.

La verdad es que le tenía, y sigo teniendo, un poco de miedo al amor. Creo que es una batalla perdida. Son muchas las posibilidades de fracasar. Digamos que es como el camino hasta los pétalos de una rosa pero a la inversa.

Es decir, todos disfrutamos de sus pétalos de seda que arropan todos nuestros bonitos dias de noviazgo, su rojo vivo que añade pasión y vitalidad a la pareja, o su dulce aroma presente en todos los momentos cálidos entre dos personas. Ese aroma que aún se nota incluso al final del camino que se comparte.

Pero después de eso, viene la caida abajo. La primavera se acaba, cuando se corta, la flor se marchita y deja por delante todo un largo recorrido de espinas y dolor.

Tengo miedo, no quiero destruir una amistad tan bella por culpa de mi yo más ambicioso. Por lo contrario, sí que es verdad que existen relaciones con base. Relaciones que empiezan desde abajo: desde la amistad más profunda y acaban floreciendo en una de las rosas más preciadas y codiciadas por las criaturitas de este mundo.

Un amor que no es perfecto pero perdura.
- El amor perfecto...- susurré.

Miré hacia mi izquierda para ver que Rubén ya estaba dormido. A los pocos segundos me entró un gran bostezo que me hizo aguar los ojos de sueño.

***
Ya son las 3 de la tarde y hace exactamente dos horas y media que Rubén y yo llegamos a casa.

¡Tremenda bronca nos ha caído! Pero no quiero acordarme de ella.

- Yo ya he acabado de comer, ¿y tú? - me pregunta.
- Me queda poco, pero igualmente, le habia prometido a tu hermana jugar con ella.- puso una cara de comprensión y de recordar que se lo dije antes y añadió.- Voy arriba a editar.

No quiero destacar las varias horas que estube entretenida con su hermanita. Lo destacable es que Rubén, por cierto motivo, empezó a actuar diferente.

Allá por las 5, teniendo en cuenta que son las 7, ha empezado a actuar de forma nerviosa y preocupada.

A pesar de las miles de veces que le pregunté, no logré sacarle nada. ¿Por qué queria ocultarme nada?

Bien, pues en un despiste de Rubén, pude comprobar su Twitter, el cual dejó abierto en el PC. No suelo cotillear las cosas porque sé que hay unos limites de privacidad que todos merecemos, pero la curiosidad me puede.

Después de un par de minutos y 40 twitts, sé la causa de su estado de ánimo. El motivo por el cual me lo ocultaba no lo sé. ¿Sería para protegerme?

Cuando los sueños despiertan (Tú y Rubén)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora