Año 3012

La casa de Hani y sus 2 hijos

Amanda no podía creerse lo que tenía ante sus ojos. Finalmente asimiló lo que veía, pues ya había asimilado también que estaban en el año 3012. Cuando comenzó a oscurecer Amanda fue a la casa de Hani. Allí estaban sus 2 hijos: Zora, su hija menor de 7 años, e Izry, su hijo de 9 años. Ambos estaban viendo la televisión, que flotaba en el aire y era un tanto peculiar: la televisión tenía la misma forma que las televisiones del 2023 pero de las 4 esquinas de la televisión unas burbujitas del tamaño de una moneda de un céntimo se despegaban como de la televisión y luego se volvían a pegar. Era un movimiento extraño y realmente difícil de explicar , pero era bastante relajante verlo. Además de eso, la televisión de veía en 3D sin necesidad de usar las gafas 3D, parecía que esos dibujos animados estuviesen sucediendo en ese mismo momento en el salón de la casa.
El sofá también era bastante futurista: flotaba y de vez en cuando aparecía comida sin que los niños lo pidiesen, pero se la comían igualmente. Amanda pensó que sería algo similar al ajedrez que había visto antes: sería como pensarlo y que de repente aparezca... Al lado del salón estaba la cocina, que era bastante blanca, pero no había hornos, ni microondas, tampoco había fogones para calentar la comida allí. A pesar de eso, la cocina era bastante grande: sólo había una nevera también muy grande, con una pantalla pegada a ella. Además, en el espacio que sobraba en la cocina, había 3 robots que parecían desconectados, pues tenían apariencia humana (pero el cuerpo era de metal, obviamente) y estaban con la espalda inclinada y los brazos dejándose caer. Además, la pantalla que tenían por cara estaba completamente gris.
-¿Para qué sirven esos robots? -
Preguntó Amanda, con curiosidad.
-¿Sabes qué es un robot? -Dijo Hani, un tanto impresionado, pues no se esperaba que los robots fuesen tan antiguos.
-Pues claro, pero no tenemos todos robots en casa, es más, nadie tiene robots en casa, excepto a Alexa o algo así, pero es muy diferente a estos robots. -Respondió Amanda.
-Estos robots sirven para casi todo: simplemente das dos chasquidos y tu robot te reconocerá al instante y se encenderá, y entonces le pides que haga cualquier cosa: que compre comida, que te prepara una tarta, unos macarrones, que te lea las noticias, que te ponga una película que te pueda apetecer ver y te vaya a gustar... Etc.-Respondió Hani, como si fuese lo más normal del mundo (aunque teniendo en cuenta el año en el que estaban era normal...)-Pero lo mejor de estos robots es que te pueden hacer volar.
-¡¿Te hacen volar de verdad?!
-Si, puedes volar encima de él o a su lado volando por su cuenta, tú eliges. Puedes tener uno, si quieres.-Le sugirió Hani a Amanda.
-¡Pues claro que quiero!-Respondió Amanda, muy ilusionada, y seguido de eso Hani dió 2 chasquidos y el robot de en medio se levantó, se encendió la pantalla, en la que ahora se podía ver una cara hecha por un ordenador, y los cables que eran algo así como sus articulaciones ahora brillaban de blanco.
Seguido de eso, Hani dijo:
-Holly, por favor, ¿Podrías traer otro robot para mi amiga Amanda?-Pidió Hani con amabilidad.
-Pronto el robot estará aquí, dijo Holly, que tenía vos de humana.
-Muchas gracias.- Respondió Hani.
-¿Desea algo más, Hani?-Preguntó el robot.
-Una galleta de chocolate de tamaño medio, por favor.
-¿Con virutas?-Preguntó ella.
-Si, por favor. Gracias.
-No hay de que.-Dijo Holly, y de repente un cuadrado en su pecho se abrió igual que se abre un horno, sólo que se abrió solo y de repente una galleta que era un poco menos de lo que era la mitad del plato en el que estaba puesta. Hani la cogió y se la comió.
-¿Quieres algo?-Preguntó Hani a Amanda.
-¿Podría ser una galleta cómo esa pero de tamaño pequeño, por favor?- Respondió Amanda. Hani se lo pidió a Holly, que lo hizo con mucha rapidez, y a Amanda le gustó tanto la galleta que se comió 3 más.
A Amanda le había impresionado que antes Hani se hubiese dirigido a ella como "amiga", pues hacía menos de 24 horas desde que se habían conocido.
Hani le mostró la casa a Amanda; las habitaciones eran del mismo tamaño que las del 2023 pero las camas volaban y los armarios tenían forma ondulada y se abrían solos. Los escritorios tenían una pantalla pegada a ellos, pero si se lo pedías, la pantalla desaparecía. El papel de pared cambiaba de color y de dibujos cada 5 minutos y, en cuanto al baño, era igual que los baños que Amanda conocía solo que la cadena se tiraba sola y el grifo se encendía y paraba solo, y además, te ponía el jabón solo también. Algo que a Amanda le llamó la atención era que todas las ventanas de la casa cambiaban de sitio, como si les apeteciese moverse y seguido de eso lo hiciesen, además, si tú les pedías hacían que cambiasen de paisaje lo , y parecía de lo más real. Los hijos de Hani, que estaban tan absortos en la televisión que no oían nada, al fin se levantaron y conocieron a Amanda. Se llevaron bastante bien, eran 2 niños muy divertidos.
Más tarde, Hani le explicó a Amanda que mientras ves la televisión podías activar el modo "No molestar", que consistía en que mientras veías la televisión, no oías nada de nada, y así no te molestaban.
A la hora de la cena estaban todos sentados en la mesa cuando de repente aparecieron platos, vasos y cubiertos como si estuviesen debajo de la mesa guardados hasta que todos se sentasen a cenar.
A Amanda le pareció curioso que la comida de ese año no tuviese apenas diferencias con las del 2023.
Cuando acabaron de cenar, se quedaron jugando a un juego llamado "Revienta globos" que consistía básicamente en pedirle a los robots que te atasen a un montón de globos, y entonces comienzas a volar hasta que tocas el techo, y el resto de concursantes tienen que tratar de explotar lo globos del otro con agujas que sólo hacían efecto en los globos, es decir, que si éstas tenían cualquier
tipo de contacto con tu piel, tú no sentirías nada de dolor, y el jugador que fuese el único en quedar en el aire, ganaba. Curiosamente, Amanda fue la ganadora del juego, y eso que era la primera vez que jugaba.
Al acabar de jugar, Amanda se aproximó hacia el sofá, se tumbó y dió las buenas noches a todos desde el sofá. Pero entonces Hani dijo:
-¿¡Estás loca!? ¿¡Cómo vas a dormir ahí!? - Dijo, Hani, con un tanto de gracia. Seguido de eso, dió 2 palmadas y dijo:
-Por favor, una cama Holly. -Y seguido de eso, una cama apareció en mitad del salón.
-¿Algo más? - Preguntó Holly.
-Si, un pijama para Amanda, por favor .- Dijo Hani. E igual que apareció la galleta de antes, un pijama de la talla de Amanda apareció (a Amanda le costó un poco explicarse cómo el robot podría saber su talla...) Con los 2 niños acostados, Hani ya estaba por irse a dormir, pero entonces Amanda le hizo una pregunta un tanto inesperada:
-Oye Hani...-Comenzó a decir ella.
-¿Si?-Respondió él.
-Sé que sonará un tanto indiscreto pero... ¿Los niños no tienen padre o madre?-Preguntó ella, que al segundo se lo repensó- ¿Sabes que? Déjalo. No debí de hacerte esa pregunta, está claro que está totalmente fuera de lugar y-
-No, tranquila.-Le interrumpió Hani con su tono tan tranquilo, como siempre.- Tenía una esposa, Dánae, pero lamentablemente falleció al tener a Izry y a Zora.-Dijo él, con un tono más apagado.
-Oh, vaya. Lo siento mucho.-Dijo Amanda, arrepentida de haber preguntado.
-Tranquila, ahora vamos a dormir, hoy ha sido un día muy largo y mañana te presentaré a algunos de los habitantes de la selva, y, de paso, te mostraré cómo vivimos aquí y cómo es la selva. Aquí hay animales muy bonitos.-Dijo Hani, ya con el tono de voz más alegre.
-Muchas gracias por todo lo que estás haciendo por mi. -Dijo Amanda, muy agradecida.
Luego ambos se dieron las buenas noches y se fueron a dormir, sin saber que mañana comenzaría una gran aventura.