Con Hani herido, Holly le llevó al brazo durante una caminata que duró 15 minutos. Teniendo en cuenta que solían estar caminando unas 2 horas para encontrar al siguiente enemigo normalmente, no se preocuparon: tumbaron a Hani en una camilla que Charlie había y creado y los 2 robots se informaron para saber qué le pasaba a Hani.
Todos sospechaban de que se habría roto ambas piernas, pues ese robot pesaba mucho.
Y, en efecto, Hani se había roto las 2 piernas.
-¡¿Y ahora qué vamos a hacer?! ¡No podemos volver a casa, se nos hará de noche y además hay monstruos por vencer! ¿¡Qué hacemos!? ¡¿Qué hacemos?!-Dijo Amanda, muy nerviosa.
-Tranquila, Amanda, nos informaremos sobre cómo podemos curar las 2 piernas de Hani y lo curaremos, recuerda que podemos crear cualquier objeto que queramos... Bueno, casi todos los objetos... Pero el caso es que material médico cómo podrían ser vendas, escayolas o botiquines, lo podemos crear.-Dijo Holly, tratando de calmar a Amanda. Y lo logró: ya se le veía más tranquila y a Hani también, así que ahora se pusieron a investigar sobre cómo podrían curar las piernas rotas de Hani.
Tras un largo rato de búsqueda, finalmente, Holly y Charlie (que estaban haciendo la búsqueda juntos para ir más rápidos), Holly dijo:
-Para poder curarle las piernas a Hani hay que hacer lo siguiente: Para que un hueso roto se cure adecuadamente, se debe restringir el movimiento. Suele utilizarse una férula o un yeso para inmovilizar el hueso roto. Y puede ser que, durante al menos 6 semanas, tengas que usar muletas o un bastón para no cargar peso sobre la pierna afectada.
-Se nota que es de Google...-Dijeron Amanda y Hani a la vez, que, a pesar de la situación en la que estaban, ambos se rieron por haber dicho lo mismo al mismo tiempo. Hani se volvió a sonrojar y Amanda también, así que Amanda aprovechó: (mientras los robots buscaban los materiales y los creaban...):
-Hani, ¿Estás bien? Estás rojo... ¿Te duele mucho?-Preguntó Amanda, sabiendo que ese rojo no era de dolor... Le alegraba saber que Hani también sentía algo por ella.
-¿Eh? ¿Yo? No, tranquila...-Dijo él, nervioso.
Amanda le cogió la mano a Hani y le dio un beso en la mano. Ambos se sonrieron. Los 2 sentían mariposas en el estómago. Hani no sabía si preguntarle a Amanda si le podía besar. Amanda se preguntaba lo mismo...
-Todo listo.-Dijo Charlie, interrumpiendo la escena romántica.
-¿¡Pero qué te pasa!? ¡Se iban a besar!- Le susurró Holly, enfadada, pero, susurrando para que ni Hani ni Amanda le pudiesen oír.
-Ah... Perdón.-Le susurró Charlie a ella, muy bajito, un poco extrañado...
Holly y Charlie sacaron los vendajes y comenzaron a escayolar las 2 piernas de Hani, tal y cómo lo ponía en Google.
Finalmente, lograron escayolar las piernas correctamente y le dieron una silla de ruedas.
-¿Y cómo se supone que tengo que ir con esto? No podré luchar, no os podré ayudar, sólo seré una carga para vosotros y tendré el triple de peligro de ser asesinado que antes... ¡¿Qué hago?!-Dijo Hani, más nervioso que nunca.
-Hani, no te preocupes, te acostumbrarás a ir en silla ruedas, tengo una amiga a la que su hermano tiene que ir en silla de ruedas porque no tiene piernas y sabe ir perfectamente...-Dijo Amanda.-Es más, incluso hace carreras con nosotras...
-¿Y desde cuándo tiene que ir en silla de ruedas?-Dijo Hani, muy nervioso.
-De nacimiento...-Dijo Amanda, por lo bajini...-Pero tranquilo, te acostumbrarás rápido, ya verás. Caminemos un poco y ya verás cómo enseguida ya te habrás acostumbrado.
-Pero no os podré ayudar, no podré luchar, sólo seré una carga...-Dijo Hani, ya más calmado que antes (aunque aún un poco histérico...)
-Tú nunca serás una carga, aunque te tenga que llevar en brazos. Nunca serás una carga.-Dijo Amanda, confiada.-Nunca.
-Y además, aunque no puedas luchar de cerca, puedes pegarles tiros a los robots desde lejos, y si se te acercan, nosotros te salvaremos, no te preocupes.-Le dijo Charlie.
-Bueno, bien...-Dijo Hani, ya calmado del todo pero con un tono triste.
-Vale, pues durmamos aquí. Mañana será otro día y ya verás como estás mucho mejor que hoy.-Dijo Amanda.
-Vale, pero, ¿Podríamos caminar un poco para que me pueda ir acostumbrando a la silla de ruedas?- Dijo Hani.
-Pues claro.-Dijo Amanda.
Nadie quería caminar demasiado, pues ya era de noche y no querían encontrarse con ningún robot. Caminaron durante 10 minutos: Hani pudo ir prácticamente bien con la silla de ruedas; a veces se giraba un poco, pero además de eso todo bien.
-Vale, ¿Qué tal si acampamos aquí?- Dijo Holly, un poco asustada por si encontraban a unos robots en plena noche.
-Perfecto.-Dijo Hani, alegre de haber visto que ya controlaba la silla de ruedas medianamente bien.
Cuando se quisieron dar cuenta, ya eran las 22:35 de la noche: entre que vencieron a los robots gigantes (que les trajo una hora y 40 minutos), curaron a Hani (que les trajo otra hora y media...), Y caminaron durante 10 minutos, ya se les había hecho de noche.
Holly y Charlie crearon camas, una para cada uno, hicieron una fogata, y crearon un banquete fascinante de comida: frutas, galletas, pollo, patatas, hamburguesas, pan, sándwiches y muchas más cosas estaban sobre una enorme mesa. Todos estaban muy hambrientos y no sobró casi nada.
Todos se tumbaron en sus camas, y en menos de 5 minutos, todos habían conciliado el sueño; estaban más cansados que nunca.
Esa noche, Hani soñó con Amanda, Amanda soñó con Hani, y Charlie y Holly soñaron con montones de aventuras que iban a vivir todos ellos juntos.
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Año 3012
Teen FictionAmanda, una adolescente de 16 años, lleva una vida normal, hasta que un día descubre a su perro, Charlie, entrando por un pequeño agujero de su habitación. Amanda descubrirá que dentro de ese agujero se esconde un mundo futurista: el mundo en el año...