Parte III

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Antes de ir al bar decido mejor ir a casa, cuando llego al estacionamiento veo a Mia la chica de la biblioteca, esta con otra chica, cabello corto negro, ojos azules, piel blanca, la verdad tiene un excelente cuerpo mejor que el de Mia si me lo pregunta, las observo un rato hasta que se suben al auto y se marchan, algo en mi interior me dice que las siga, que absurdo me digo así mismo, no hago caso a mi impulso y me subo en el auto.

Cuando llego a casa, abro la puerta y me llevo una gran sorpresa al ver a Hush correr hacia mí, Hush es mi mejor amigo, mi confidente, el que me alegra, el que me ha visto llorar y ha estado a mi lado, el ultimo recuerdo de mi madre, un Husky blanco con negro , hermoso ojos azules, recuerdo el día que mi madre lo trajo a casa, tenía 11 años, yo les había pedido a mis padres que me regalaran un perrito, me moría por tener uno, entonces en la noche de navidad cuando eran las 12a.m mi madre me dijo que podía abrir un regalo, fue en ese momento que casi me da un paro cardíaco al ver a mi nuevo amigo, un pequeño Husky asustado, los Husky son mis perros preferidos, siempre había soñado con tener uno, esa fue mi última navidad en familia, mi padre, mi madre, mi tío y el mejor amigo de mi padre, casi su hermano Gonzalo el padre de Luis mi amigo de la infancia.

Él fue un gran apoyo cuando mi madre murió, recuerdo que se quedó a dormir en mi casa una semana completa para animarme, esa noche de navidad nos pusimos a cantar villancicos navideños que tanto le gustaban a mi madre y a la de Luis, Karla, ellas siempre estaban con una cámara en mano grabándonos, mientras nuestros padres estaban con la parrilla, agradezco que Gonzalo estuviera con mi padre, ya que él siempre quemaba la carne, esa fue mi mejor navidad, al recordar todo esto siento como las lágrimas comienzan a salir, como la tristeza se apodera de mí, el dolor me consume, recuerdo el día de su muerte, fue en noviembre, 27 de noviembre para ser exacto.

Tengo a Hush a mi lado acostado sobre mi pierna, la verdad me alegro mucho al verlo, tenía dos semanas que no había estado en casa y el lugar se sentía solo sin él, había estado enfermo y no comía, se veía desanimado así que decidí llevarlo al veterinario, por suerte ya está bien y mejor que antes puedo asegurar, me relajo y dejo de llorar, juego un rato con Hush, dejo mis libros en el escritorio, me doy una ducha, me arreglo, le doy de comer a Hush y salgo del departamento, tomo la moto y me dirijo a donde los chicos.

Cuando llego ya ha pasado dos horas desde que les dije que estaba en camino.

-Pensé que no vendrías- me grita Eric

-Se te perdió el camino- dice Luis

-No me digas que andabas cogiendo por ahí- me guiña el ojo John.

-No digan estupideces, solo resolvía unos asuntos que tenía pendientes- digo mientras Luis me pasa un trago

-Ya me imagino que clases de asuntos- dice en carcajadas John

-Deja de ser tan idiota- le empujo

-No Max, tú me ganas

Nos quedamos ahí un rato, haciendo estúpido, después los chicos deciden ir al departamento de John a terminar la fiesta ahí, la verdad no quiero ir no tengo ánimos de nada, me siento hecho mierda.

-Vamos Max no seas anticuado- me dice Eric

-En serio no me siento bien- les digo

-Por favor ven, mira nos llevamos a estas preciosuras- me dice John mientras señalas a dos de las chicas que están con Luis, una es una rubia que en verdad esta buenísima, la otra es una morena que se ve exquisita, pero a pesar de que ambas están buenas, no me siento con ánimos de nada.

-De verdad hoy no, mejor otro día

-Algo te pasa Max, tú no eres así, serias el primero en estar coqueteando con una de ellas, a punto de llevártelas a la cama

-Quizá- es lo único que le respondo

-¿Qué pasa?- llega Luis

-El rompecorazones no está de ánimos- le responde Eric- Para mí anda con Andrés- se comienzan a reír como locos

-Que graciosos- me limito a decir

-Bueno dejemos a este abuelo, nosotros vamos a divertirnos- dice Luis- Que siga la fiesta- grita y todos se van

-Hablamos luego hermano- me dice Luis mientras me da un abrazo

-Gracias hermano- le agradezco tanto que no haya hecho preguntas y se fuera, siempre ha sabido cuando necesito estar solo y en estos momentos quería estar solo.

Subo a mi moto y me voy al muelle, si me preguntan el porqué, ni yo mismo lo sé, quería estar en un lugar tranquilo, ya casi estaba amaneciendo, se veía hermoso, en cierta forma me reconfortaba ver aquella maravilla, mientras estoy perdido en mis pensamientos escucho el Flash de una cámara, me volteo y busco quien es, cuando encuentro a la persona que está tomando fotos, me doy cuenta que es una chica, me acerco más y me sorprendo al ver de quien se trata, es Mia.

Siento curiosidad al verla aquí, a esta hora, me sorprende ver con que pasión toma las fotografías, después de unos minutos decido acercarme.

-Hola- le susurro en el oído

Ella soltó un grito y casi se le cae la cámara, yo por otro lado me moría de la risa.

-Idiota- me grita

-Lo ciento, no era mi intención asustarte

-Si claro, imbe...- las palabras se quedan en el aire cuando me ve, no esperaba que fuera yo-

-¿Estas bien?

-Sí, solo es que me sorprendiste. ¿Eres el chico de la biblioteca?- me da un poco de risa.

-Sí, te vi la tarde de ayer.

-Ya veo, ¿Eres un ayudante de Ro?- cree que soy un ayudante de la biblioteca, esto es gracioso.

-No, solo fui a recoger unos libros.

-Disculpa, pensé que le ayudabas, soy Mia Russoth - me extienden la mano-

-Me llamo Max Rowling, es un placer conocerte Mia- le estrecho la mano, la cual es pequeña y cálida, su piel es muy suave.

-¿No es hermoso?

-¿Qué cosa?

-El amanecer, sus colores, su calor.

-Sí, tienes razón

-Un nuevo día un nuevo comienzo.

-Una nueva oportunidad ¿No?

-Sí, me encanta verlo.

-¿Te gusta mucho la fotografía?

-Si así es, por eso viajo constantemente, para descubrir nuevos lugares- me sorprendo mucho al escucharle, así que no es de aquí, esto hace que mi curiosidad por ella aumente.

-¿Entonces eres nueva en la ciudad?

-Sí, así es, estoy de paso.

-Entonces. ¿No conoces la ciudad?-le digo con la ilusión que me diga que no.

-Si te soy sincera no, vivo con el miedo de perderme.

-Bueno aquí tienes a un guía, conozco esta ciudad como la palma de mi mano. ¿Qué te parece si te doy un pequeño Tour por la ciudad?

-No gracias, no te molestes.

-No es mo...

Escucho la bocina de un auto sonar, me vuelvo y veo a la chica del estacionamiento, está llamando a Mia.

-Me tengo que ir- toma su bolso, se despide de mi con un beso en la mejilla y se marcha.

La veo partir y me digo a mi mismo ¿Qué me pasa? Estoy siguiendo a una chica que ni siquiera conozco, me ofrecí incluso a ser su guía y para ser sincero nunca me ha gustado ser guía turística, siempre que me dice que sea un guía, pongo una excusa, pero hay algo que me intriga de ella, algo que me hace querer conocerla más.

Ya no nos queda nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora