Capítulo 3.

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Quería encontrar una manera sencilla de describir lo que había ocurrido. Fue como ver el techo de su habitación, parpadear y un segundo después encontrarse de nuevo en el parque de atracciones en el cual conoció a Minie, con esa misma sensación desagradable de que algo no estaba bien.

—¿Por qué... estoy aquí? —Miró a su alrededor—. ¡No! ¡No puede ser! Estoy seguro de que salí, yo estaba... en... ¿En mi casa?

Por algún motivo sus recuerdos no eran del todo claros al caminar por ese sitio. Hyun Jin, a través del leve dolor en su cabeza, lograba estar consciente de que la única otra persona en el parque era el chico castaño que no se veía preocupado ante la soledad y los malos presentimientos, y sin saber bien a bien por qué, decidió buscarlo. Intentó acercarse al carrusel antes que a cualquier otro juego con la creencia de que ahí volvería a verlo, pero se equivocó y no pudo evitar fruncir el ceño. Todas las luces estaban apagadas y no había señal alguna de Minie.

Consideró recorrer todo el lugar mientras gritaba su nombre, pero no le costó deshacerse de aquella idea tan pronto como alcanzó a escuchar unos sollozos débiles cerca de una gran rueda de la fortuna. Minie estaba arrodillado en el suelo, abrazándose mientras lloraba. No alzó la cabeza hasta que los pasos de Hyun Jin cesaron y sus pies quedaron prácticamente en frente suyo.

—Regresaste...

No era una pregunta. Su tono de voz, sin dejar de ser bajito, mostraba cierto asombro.

—Sí —suspiró—. Y no preguntes cómo lo hice, no tengo ni la más mínima idea. Me siento... extraño... y... estar aquí me causa aunque sea un poquito de temor, lo admito, así que debes hacer que me vaya otra vez, Minie.

—No... Y-yo no hice que te fueras.

—¡Claro que sí! Me gritaste, dijiste que no querías verme, ¿recuerdas? —Se agachó para estar más a la altura del contrario—. Y... no sé qué pasó exactamente después de eso, pero sí sé que estuve afuera de este lugar.

—S-sólo desapareciste —aseguró el castaño.

—Me enseñaste una salida.

—¡No!

Minie cambió de posición, sentándose en el suelo para abrazar sus rodillas contra su pecho y esconder su rostro. Si Hyun Jin no estaba dispuesto a escucharlo, entonces ni siquiera iba a tener sentido tratar de explicar las cosas.

—¿Minie?

—Te mentí... —Confesó—. Bueno, en parte.

—¿Eh? ¿Qué quieres decir?

—Es verdad que no sé cuánto tiempo llevo en este parque, pero... al menos ha sido más que suficiente para recorrerlo todo y saber que no existe ni una salida —dijo con tristeza, atreviéndose a ver al más alto durante unos instantes—. Quería estar en un sitio como éste, es lo único que recuerdo con claridad, así que tal vez estoy enfrentándome a la consecuencia de un deseo que salió mal. Desde que aparecí aquí, nunca he podido salir... Es como si estuviera encerrado, el final del parque es un límite, todo lo que está después es oscuridad total y cruzar en busca de algo diferente es imposible.

—¡Te equivocas! Yo salí cuando me gritaste que no querías verme, no pude haberlo imaginado... ¿O sí? —Comenzó a perder la calma—. ¡Oh, no! ¿Qué me está pasando? ¡Ya no sé qué es real y qué no! ¡¿Qué voy a hacer si me quedo aquí contigo para siempre?!

—Entonces, lo único que esperaría es que no te pase lo mismo que a mí... —Una lágrima resbaló por su mejilla izquierda—. Sólo mírame. No sé quién soy, no estoy seguro de que "Minie" sea mi nombre... Ni siquiera se escucha como uno real —se encogió de hombros—. ¿Tengo un hogar? ¿Una familia que me quiere y que me está esperando? ¿Buenos amigos que me echan de menos? No lo sé —su voz se quebró—. Perdóname por lo que dije, Hyun Jin. En realidad no quería que te fueras. ¡Soy lo peor porque incluso me sentí feliz de que estuvieras aquí, de que hablaras conmigo y de que nos subiéramos juntos al carrusel! He estado completamente solo y... ¿Quién sabe? Tal vez es cierto que me volví loco.

Allá afuera [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora