ONE

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EPÍLOGO

Ese día, ese día en el que besé a Ed en el hospital, ese día no lo dejé.

Dispuesta, me quede solo para él y por él.

Al cado de otros dos días más, él ya estaba recuperándose. Por suerte todo salió bien, la operación y todo eso. No le afecto mucho, eso creo yo.

-Se irá, yo lo sé- hablaba con Wendy

-Sí se tiene y quiere irse, pues no tienes de otra más que aceptar y apoyar la situación-

-Lo sé, y eso es lo que aré-

La puerta de aquella habitación donde se instalaba Ed, abrió. Estaba guapo, a pesar de tener pocas y no tan visibles costras y rasguños, se veía bien. Como renovado.

Me levanto y llevo ambas manos a mis bolsas traseras de mi pantalón y le sonrío, el cual, él responde sonriéndome también.

Todos caminamos hacía la salida trasera en silencio. Es un poco extraño por qué, no hay gente corriendo y fotografiando a Ed. Creo que es lo mejor, así Ed estará tranquilo y sin pasar por una depresión.

En el trayecto hacía el hospital, ya nadie habla. No hay música que acompañe o rompa el incómodo y maldito silencio. Ed solo mira hacía la ventanilla mientras esta de la mano de su madre.

Su partida fue rápida, pero dolorosa para mí. Ed abrazaba a todos y les decía unas cuántas cosas. Cuándo me tocó a mí, se detuvo en seco mirándome. Agachando y negando con la cabeza me abrazó fuerte, muy fuerte y fue cuándo, sin resistir un segundo más, lloré con fuerzas y dolor sobre su hombro. No dijo nada, no quería dejarlo. Creo que él también quería llorar, pero resistió dándome un beso rápido en el cabello y se alejó, integrándose a la gente que tomaría el mismo vuelo que él.

Ya había pasado un mes después de la partida de Ed.

Lo extrañaba.

Lo necesitaba.

Ya nada era lo mismo, seguía trabajando, de hecho pasé a ser Editora en Jefe. Pero no es algo del cual me alegre de verdad.

Ayer, para festejar y olvidarme un poco del mundo, fuimos a un bar, a beber y bailar hasta amanecer.

Es una suerte que esta mañana despertara en mi cama, sola. Era una mañana tranquila y el cielo estaba nublado, no saldría.

Aparte me duele muchísimo la cabeza.

Al prepararme de desayunar, estaba comiendo en el sillón mientras veía tele, cuándo de pronto, sin contenerme, corrí lo más rápido que pude al baño, mi estómago se revolvió y empecé a vomitar.

Tarde un poco en dejar de vomitar.

-Te llevaré al hospital o al menos vamos a ver a un doctor, para ver si estás bien-

-No es necesario Wendy, estoy bien-

-Aún te siento ebria, y necesitas algo para ese dolor de garganta.

Sin más remedio y sin mi opinión, Wendy me subió al coche y me llevo al doctor.

-¿Segura que solo fue eso?- Estábamos sentadas en la oficina del doctor, para colmo Wendy me llevó a un estúpido hospital.

-Segura, aparte solo necesitaba unas malditas pastillas para el dolor de estómago y cabeza-

-Cariño, lamento decirte que no solo necesitas eso- el doctor me mira sonriente.

¿Qué carajos? ¿A que va todo esto? Sin decir nada, él parece que ya sabe que es lo que quiero decirle y me responde.

-Parece que no son simples dolores-

-¿Qué quiere decir?- Wendy dice desconcertada.

-Platique con la doctora y analizamos los síntomas y datos de la señorita Silver-

-¿Y?-

-Está embarazada- dice sin más.

¿Embarazada? ¿Yo? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Y de... quién?

Ese momento, varios recuerdos surgen en mi cabeza. Esa vez donde Ed llegó ebrio al departamento donde hace uno o dos meses me encontraba instalada en el Reino Unido. Esa noche... donde me entregué completamente a él...

Parece que Wendy también pensó en lo mismo y me volteó a mirar con la boca abierta.

Yo... estaba... embarazada... de él...

ONE [Ed Sheeran] [Part.2[SHE]] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora