ONE [Ed Sheeran] [Part.2[SHE]] TERMINADA

ONE - Chapter 9

Unas manos sobre mi cintura se mueven, estoy abrigada por unos brazos fuertes llenos de tatuajes de miles de colores y estilos. Abro lentamente los ojos, estoy completamente desnuda y junto a Ed... ¡Junto a Ed! Reacciono y abro más los ojos. Su aliento cálido pega en mi cabeza. Alzo un poco la cara para verlo, Dios, dormido y un poco sucio se ve tan hermoso y sexy. Sonrío a mis adentros, él fue mío, alguna vez fue completamente mío; solo mío.

Me estiro un poco para alcanzar mi móvil. 5:21 Vuelvo a dejarlo, no quiero despertarlo, no quiero dejarlo, no quiero verlo partir. Reúno fuerzas para evitar romper a llorar.

-Ed- le susurro, pero no despierta -Ed- vuelvo a hablarle, el gime y me aprieta más contra él. Siento su miembro ya creciendo entre mis piernas.

-Ya tienes que irte- insisto

-Cinco minutos más por favor- ruega aún dormido

-No Ed, tienes que irte, Stuart ha de estar buscándote. Por favor no me hagas tirarte y echarte a la calle sin ropa- bromeo y abre rápido sus hermosos e intensos ojos azules.

-Buenos días preciosa- sonríe mientras me besa en la frente -Daría todo por despertar así cada una de las mañanas que existen contigo- él me besa profundamente.

Al poco rato Ed se está poniendo sus pantalones. Su cuerpo es completamente blanco, como un hermosísimo blanco como la nieve.

-Nos vemos al rato hermosa- me besa mientras acomoda su camisa. Yo ya me vestí, pero antes de que me deje sola en el sofá, me lanzo en sus brazos y le doy un profundo beso.

-No quiero irme, quiero quedarme contigo el resto de mi vida-

-Shhht- lo callo y le sobo la espalda -Nos veremos más al rato ¿Vale?-

No está satisfecho con aquella respuesta, y lo sé, él quiere que le diga «Hey Ed, ¿Por qué no nos escapamos juntos de este mundo miertero?» Pero eso no sería lo correcto, y a parte; ninguno de los dos podemos hacer algo al respecto. Ed me responde con una sonrisa un poco forzada y me vuelve a besar entrelazando sus delicados dedos en mi cabello, lo que esto hace más profundo nuestro beso.

Ed está detrás mío, mientras que abro con delicadeza y sigilo la puerta para evitar que alguien escuche o nos vean. Adam esta aun en la cama, y Wendy... no sé dónde rayos está. Ya totalmente segura de que Ed puede salir.

-Te veo al rato, preciosa-

-¡Ya salte!- le susurro sonriente y deposita un beso en la nariz.

Me duele todo, mis piernas parecen gelatinas... Ed Sheeran. Pienso. Edward Christopher Sheeran... he perdido la virginidad con Ed Sheeran. Sonrió de oreja a oreja como una estúpida en medio de la sala. Y camino coja hasta la habitación, ya no quiero dormir, tengo trabajo que hacer además, me cambio con un pants.

-¿Dónde estabas? Toda la noche desapareciste-

-Si pusieras atención o el mínimo interés en mí, te hubieras fijado que solo fui al estudio- les respondo de mala gana. Y de nuevo, estoy peleando aquí, con Adam, mi futuro esposo.

-Huy ¿Y ese carácter? ¿Dormiste bien?- A la perfección, fue una noche fantástica. Me digo a mi misma sonriéndome tras recordar brevemente lo de anoche. Preparo un zumo de zanahoria por lo tanto,

-Perdóname, cielo-

Adam me enreda en sus brazos y me pega demasiado a su cuerpo, tiene aún el pijama, pero es un poco delgada la tela y lo siento presionar contra mí y me besa el cuello.

Instantáneamente, tiro un poco de mi jugo y me aparto.

-¿Ya viste lo que ocasionas?- le digo sonriente y bromista, como si hubiese sido un "accidente inesperado"

-¿Yo?- Fue tu culpa por calentarte- carcajea

-¿Calentarme? ¡Tú empezaste de caliente Adam!- tomo el cojín que está a mi alcance y se lo aviento. -Iré por el trapo-

-No, nena- él me toma de ambos hombros y me ve fijamente -¿Te parece que yo haga el desayuno mientras tú descansas un rato en el comodísimo sofá?-

-¿Qué? ¿De verdad?- le digo ceñuda

-¡Por supuesto! Te mereces lo mejor del mundo, y que mejor, que un futuro esposo que te consienta con... mmm un coctel de frutas, café, pancakes y un poco de la música clásica-

-Sí que sabes consentirme- enredo mis brazos en su cuello y lo beso.

Al irme a sentar al sofá, pienso y comparo entre lo que me hacen sentir los besos y el tacto de Ed y Adam...

Es ridículo, los besos de Ed son como la miel, dulces, pero no empalagosos, para nada, también como el chocolate, completamente adictivo, me encanta su toque también... Los besos de Adam, son como un algodón de azúcar y a la vez... no lo sé, es un poco difícil de explicar.

En cuanto acabamos el artículo, Wendy me llevo a la empresa.

-¿Y bien?- me pregunta mientras salgo de la oficina

-¡Les encantó!- sonrió satisfecha mientras saltamos abrazadas por el pasillo.

Wendy es la mejor amiga que pude tener jamás, pues ella se dio cuenta desde un principio que Ed entró y se quedó en el estudio.

Pero no le mencione que yo fui a verlo y... tuvimos sexo, pero; en realidad para mí no solo fue sexo, fue algo más... algo más que no puedo explicar.

Más tarde Ed me mando un texto, quería verme, claro. Le dije a Wendy que me cubriera y salí.

Salimos a caminar un rato, platicamos y muy disimuladamente nos besábamos en las escondidas, pequeñas y reducidas calles del Reino Unido.