De la muerte al amor en cien días - MinBin

04: Arrepentimientos

Esta es la ruta que eligió BbokArii_, es la ruta "buena", así que, disfruten💗
 
La gente les miraba, reconocían a Jisung por sus apariciones en los deslumbrantes videoclips musicales que promovían sus canciones al ritmo puro del hip-hop. Trataban de alcanzarlo a como diera lugar, a pesar de estar enojado, Minho impedía que le hicieran algún daño a su acompañante cada vez que los fans intentaban ponerse a una distancia no tan segura.

Después de andar un rato y evitarse mutuamente sin ningún éxito, Jisung decide que es demasiado secretismo acerca del lugar al que se dirigen. Ya había cumplido demasiadas peticiones a lo largo del camino.

Que lo perdonará Dios, pero ese Minho era un tirano y estaba haciendo demasiado por él en comparación a lo que había sido el accidente.

—Ya he cumplido con lo que me pediste, estoy en medio de algo importante y no quiero perderlo por seguir con tus juegos...

—Aun no hemos terminado— puntualizó el mayor de los dos con una sonrisa falsa, y en sus ojos el fuego del infierno.

Minho sigue su paso, conoce bien el camino. Tanto tiempo había estado recorriéndolo que lo conocía como la palma de su mano. Jisung, a su vez quería terminar con todo allí mismo y continuar preparando las líricas para su próximo regreso.

—¿Adónde quieres ir ahora? Me estoy cansando de toda esta mierda tuya— dice jisung plantándose en medio del camino de Minho. —Al menos me hubieras dejado pedir el auto.

—¿Para qué? Ninguno de los dos sabe conducir bien—replicó Minho, con una sonrisa triunfante en el rostro, pasó por un lado del rapero.

Jisung refunfuñó al recordar el motivo de que se encontrara allí mismo: exactamente que no sabía manejar.

Tras pasar media hora caminando en medio de la gente recibiendo halagos, gritos y uno que otro empujón, por fin llegaron al restaurante destino.

No era nada del otro mundo, era de hecho, igual a todos los restaurantes al estilo bistró. Sencillo de fachada insípida y un interior que no invitaba a quedarse por mucho más tiempo del necesario, escencial para atender algún negocio en sus interiores o bien, no morir de hambre.

—¿Este es el lugar al que querías venir?— inquirió Jisung con una ceja alzada. Analizó el lugar desde los cimientos y la fachada hasta el interior. —Ni siquiera es un restaurante famoso. Hace dos calles había uno exactamente igual a este.— objetó.

—Te recuerdo que no estás en posicion de pedir nada. Yo tengo mis motivos.

"Yi tingui mis mitivis" Jisung arremedó infantilmente a su captor. No le quedaba de otra, de lo contrario estaría en el estudio dando vueltas en su silla, escribiendo nueva música. Aunque si lo pensaba era mejor así, podía escaparse un poco de su molesta agenda y descansar del bloqueo que estaba atravesando.

Al entrar en el restaurante, la gente les mira con interés, nada tenía que hacer una persona como Han Jisung en un restaurante insípido, con comida insípida y rodeado de gente igual o más insípida.

Minho disfruta de la atención ahora, Jisung estaba bastante aburrido, no había nada de interesante que pudiera llamarle la atención, ni siquiera las señoritas dentro del restaurante fueron tan llamativas como para invitarlo a quedarse cómodamente.

¿Que puede tener de interesante un lugar como este?

—Buen día.— El gerente les saluda con cortesía.

Al verlos había corrido para atenderlos personalmente, se sorprendió mucho al ver una cara conocida acompañando a la super estrella. Les llevó a una mesa junto a la ventana, pero discreta para la comodidad de Han Jisung, eso era publicidad gratis para el restaurante que tanta falta hacía.