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La princesa procuró marcarme bien antes de irnos a clases. Fue amable, cuidadosa con las marcas de sus mordiscos, que por su ubicación me dolían cuando volteaba la cabeza, y se tomó su tiempo para preguntar alegremente.

— ¿Estás satisfecha con mi trabajo de esta mañana, cariño?

— Mucho señora, bien hecho— Respondí y me gané una palmadita en la espalda, lo que resultó en mi risita juguetona.

Llegamos al edificio principal de la escuela y me di cuenta de que algo era diferente. La entrada principal siempre estaba ocupada, pero hoy estaba más llena con un aire de emoción y la princesa no me dirigió hacia mi clase. Me condujo, su brazo alrededor de mi hombro, a un gran salón de eventos, donde parecía que todos los demás sirvientes de la escuela estaban reunidos.

— Hoy los sirvientes prepararán los edificios escolares y el campus para el Festival de Primavera. Desafortunadamente, todavía tengo clases— Explicó.— Te encontraré en el almuerzo y comeremos juntas— Agregó antes de acercarse a mí, su cabeza se inclinó y más que simplemente olerme, mordió la marca de su mordedura.

Fue una exhibición dominante, posesiva y muy pública entre muchos otros sirvientes. La forma en que respiré liberando el más pequeño de los gemidos de sorpresa que estaba seguro no pasó desapercibida.

— Portate bien— Ordenó mientras me sonreía, antes de dejarme allí de pie, con la cara roja y tratando de no hacer contacto visual directo con ninguna de las miradas que se volvían hacia mí.

— ¡Lisa!— Me giré para ver a Dylan abriéndose paso entre otros sirvientes. Jennie estaba muy cerca, disculpándose cuando Dylan se movió y chocó y golpeó a otros a su alrededor.

Era como un cachorro demasiado emocionado que se dirigía hacia mí.

Pasó su brazo descuidadamente alrededor de mi hombro a modo de saludo y me estremecí de dolor cuando su brazo aterrizó pesadamente contra un mordisco. Se alejó de mí.

— ¿Te lastimé? Lo siento mucho, Lisa, no qui-...— Hizo una pausa y sus ojos se concentraron en mi cuello.— ¿¡Qué mierda, Lisa!?— Exclamó enojado y extendió su mano hacia mí para apartar mi cabello. Me alejé de su mano.— ¿Qué te ha hecho esa perra?— Prácticamente gritó, atrayendo más atención de la que ya tenía. Y me sentí nerviosa y enojada por cómo me había atacado al arrojarse y ahora estaba haciendo una escena en voz alta.

— ¡Dylan, cálmate!— Jennie exigió cuando llegó hasta nosotros.

— ¡No hables de ella de esa manera!— Respondí enojada.— Ella no ha hecho nada— Defendí a la princesa.

— Joder ¿¡Ella no ha hecho nada, Lisa!? ¡Tu cuello, parece que te mutiló!— Gritó enojado de vuelta.

— Es suficiente, Dylan— Jennie dijo con más calma agarrando el brazo de Dylan y tirando de él hacia atrás mientras intentaba dar un paso adelante y mirar mi cuello de nuevo.

— Jennie, esto no está bien, esa perra no puede atacar a Lisa y dejar su cuello como un alfiletero. Sirvienta personal o no ¡No está bien!

— ¡Ella no me atacó!— Respondí sintiendo que una protección hacia la princesa brotaba y alimentaba aún más mi ira.

— No defiendas a ese monstruo Lisa, no tienes que hacerlo— Respondió todavía enojado, pero había dejado de intentar comunicarse conmigo.

— ¡Ella no es un monstruo! ¡Yo le pedí que me marcara!— Mi enojo me hizo olvidar que había mucha gente al escuchar mi exabrupto.

— ¿Qué carajo, Lisa?— Respondió gritando.— ¡¿Qué sucede contigo?!

— ¡Suficiente Dylan!— Jennie extendió su mano para tocar el rostro de Dylan y vi como su magia trabajaba pasando sobre su piel en venas rojas. Dylan se calmó inmediatamente y, aunque la ira en su mirada indignada no desapareció, su pecho ya no estaba agitado.

Princess's pet ⚜ Chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora