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Me sentí desconectada de mi cuerpo a la mañana siguiente cuando me desperté sola. Lo primero que pensé fue en el día anterior, en una persona sin vida mirándome, en el miedo que se apoderó de mí al verla.

Encontré a la princesa sentada en el sofá vestida casualmente y sin uniforme escolar. Se volvió hacia mí cuando entré en la habitación.

— Hay cereal para ti— Me dijo y miré hacia la mesa de la cocina y vi un tazón esperándome y un vaso de jugo de naranja.— Come— Ordenó. No tenía hambre pero no protesté y me senté mecánicamente a comer el azucarado desayuno.

Cuando terminé, me dijo que me duchara y que me mostraría lo que me pondría ese día.

La princesa había elegido para mí un vestido azul claro estilo skater ligero que me llegaba justo por encima de la rodilla y un par de zapatos negros. Me vestí y conocí a la princesa que vestía jeans de color negro sueltos con rasgaduras en las rodillas y los muslos, una blusa corta sin mangas blanca que mostraba parte de su estómago y una blusa abierta a cuadros corta de muy buen gusto en la parte superior.

Realmente era hermosa, con grandes aretes de plata y maquillaje azul ahumado en los ojos. No pude evitar mirar con aprecio. Nadie que pareciera tanto una diosa guerrera podría ser verdaderamente un monstruo. La perfección estaba frente a mí y ya no me sentía tan desconectada de mí misma, no cuando sus labios de color rosa se curvaron y me sonrieron, no cuando me miró con aprobación.

— Ven aquí, mascota— Exclamó y me tendió la mano. Puse mi mano en la de ella y ella la acercó a sus labios, presionando un beso contra mis nudillos.— Te ves bien— Me dijo mientras sus manos encontraban mi cintura y me tiraban contra ella.— ¿Te sientes mejor?— Preguntó en voz baja y me pasó el pelo por detrás del cuello.

— Creo que sí— Le dije, la conexión entre nuestros cuerpos calentándome y calmando mi mente turbulenta.

Ella tarareó, sus labios presionando contra mi cuello. Dejé que mi cabeza cayera hacia atrás, extendiendo mi garganta para ella. Había llegado a amar sus labios contra mí, una parte de mí la necesitaba Y en ese momento, nada más importaba. No importaba lo que pasó el día anterior. No importaba si ella era un ángel o un demonio en mi cuello. Ella podría tenerme. me entregaría a ella.

Los dientes mordisquearon con tanto cuidado mi piel, la lengua relajando sus mordiscos, los besos tiernamente presionando contra mí. Sus brazos rodearon mi cintura sosteniéndome firme contra su fuerte cuerpo. Su marca me dejó sonrojada y respirando con dificultad mientras se alejaba. Sus labios encontraron los míos y su lengua empujó dentro de mi boca dominando un beso que fue duro y rápido en contraste con su tratamiento de mi cuello.

— El Festival de Primavera estará en pleno apogeo esta tarde— Ella me dijo cuando se retiró.— Necesito estar en el gran salón pronto para comenzar las festividades. Después estaré un tiempo con Lord Saunders. Podrás disfrutar del festival con tus amigos durante ese tiempo— Sentí que mi rostro caía ante la mención de Lord Saunders y que ella estaba eligiendo pasar tiempo con él.

No tenía sentido, él ni siquiera era un vampiro, purasangre sí, pero era un cambiaformas, y pensé que a los purasangre les gustaba mantener puras sus líneas familiares. No podría hacer eso si aceptaba a un cambiaformas como su príncipe consorte.

— ¿Qué te ha hecho pensar tanto?— Preguntó mientras soltaba su agarre de mi cintura.

— Lord Saunders es un cambiaformas de sangre pura ¿Por qué estás interesada en él? Pensé que los Park mantenían su linaje de vampiros de sangre pura— Le pregunté, el familiar sentimiento de celos burbujeando en mí.— ¡Soy más vampiro que él— Añadí indignada.

Princess's pet ⚜ Chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora