Badass: Lucha de Deseos

Capítulo 3: Cosechas del Pasado

"Dentro de todo lo bueno se esconde algo malo, y dentro de todo lo malo se busca algo bueno"

Tras la tensión por lo sucedido, el Rey Demonio Julius sigue movilizando sus tropas en busca de dos objetivos, cortar las líneas de suministros hacia la capital humana Kargeth y encontrar a Kei quien posee la Gema Divina. Por otra parte Arthur, el Rey Supremo primero, ordena a los dos Reyes Supremos, Ministros de Defensas y Generales a una gran reunión estratégica con la esperanza de que se pueda idear un plan en contra de las temibles legiones de Borks, no obstante, esto durará días en realizarse debido a los caminos cortados y las crisis de hambruna en pueblos cercanos a la capital que se plagan de huelgas y disturbios mientras que legiones de Borks marchan hacia el "Bosque Engañoso", un bosque normal por fuera, temible por dentro.

Por si fuera poco, en plena capital, Kargeth, se desatan nuevamente varios disturbios en zonas residenciales y comerciales debido a la alta tasa de precios y bienes costosos, esto apacigua mucho la búsqueda por la cabeza de Kei, por lo cual este último aprovecha la situación para huir en dirección hacia el Este, rumbo a las densas junglas donde allí habitan los 7 Clanes de Luna con la esperanza de buscar alguna respuesta. Aunque su real objetivo sea adentrarse en pleno inframundo, donde el portal se encuentra en la misma dirección.

Sin embargo, Kira, hermana de Kei y asesina a sueldo del Rey Arthur se las ingenia para salir del tumulto de personas haciendo huelgas de hambre y se dirige hacia Rimeloff, aldea desértica conocida por sus astutos y audaces asesinos entrenados para misiones de alto riesgo. Teniendo su objetivo claro, agarra un caballo y empieza a cabalgar hacia el vasto desierto negro, aquel que todo lo consume. De esto, el Rey se da cuenta y manda al Teniente Jack y a Buck con un solo objetivo, hacer que vuelva al castillo o de lo contrario asesinarla, con lo cual estos dos parten en busca de Kira en los dos mejores caballos de la ciudad.

Tras los mencionados incidentes, el mundo entra en un estado de alta tensión con la gravedad de que estalle una gran guerra... Una como la de hace casi diez años. Lo que nadie sabe es que podría ser la última guerra de varias naciones, una guerra entre el Imperio de Kargeth y Borks que pueda involucrar a otras facciones como lo son los Clanes de Luna al este en las densas junglas y Sictum, bando avanzado situado en el sur separado por el mar Galia, feroces y despiadados elfos pacíficos, hasta que se los molesta.

Un mes después, la capital Kargeth se mantiene a flote, pues las incesantes huelgas de hambruna y los demoledores disturbios cesaron en dicha ciudad, sin embargo, el Rey Demonio Julius sigue atacando aldeas adyacentes a la capital, con lo cual Arthur convocó al consejo llevándose a cabo una importante reunión que podría definir un gran futuro hacia la humanidad, o una catástrofe mundial que acabe con muchísimas vidas inocentes.

Mientras tanto, Kei llega a las densas junglas situadas al Este con la esperanza de encontrar ayuda amiga proveniente de los Clanes de Luna, pero esa esperanza se iría cuando apenas al entrar a la jungla se encuentra con una Driada, protectora del gran árbol y la sabiduría élfica, cuya imagen es satisfactoria al mirar y gustosa al imaginar. No pasa un segundo de su encuentro cuando la Dríada observando al muchacho advierte y pregunta su venida tan repentina a sus tierras.

Arconix- Que bien sea su venida buen viajero, ante tí me encuentro yo, aquella que otorga sabiduría élfica y aquella que protege al gran Dios Árbol, el que embellece a la naturaleza y otorga paz y armonía, ¿Qué motivo trae a un joven como tú a estos lugares?

Sintiéndose atosigado por el largo viaje, respondiéndole Kei después de una corta risa le responde

Kei- ¿Y tú quién eres? No sabía que los Clanes de Luna utilizaban marionetas para proteger sus tierras, han avanzado en estos diez años

Una desorientada Dríada sin saber que responder ante tan vil acusación cuestiona su forma de referirse a la deidad menor

Arconix- No entiendo su forma de pensar viajero, he de admitir que si fué un chiste, ha sido el mejor que he escuchado a lo largo de mis mil años de vida.