Capítulo 6: Unión

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"Somos diminutos ante lo gigante y gigantes ante lo diminuto"

Donde el caos se hace notar, donde la calamidad se avecina e interna el miedo en mentes humanas, donde el futuro es incierto, pues tan solo queda aguardar por lo que pasará y confiar en que el daño no sea demasiado, aunque lo último es inevitable.

Como si se tratase de presenciar un evento casi imposible, la gente queda anonadada al ver semejante figura de poder y jerarquía máxima. Casi sin moverse, se notaría como las personas ni respirarían casi al ver tal encuentro mientras Julius, Rey Demonio del extenso y denso Inframundo baja las escaleras de oro hacia los suburbios, y detrás de él, se encontrarían sus dos manos, Ered 'La Sombra Agónica' y Val'Gath 'La Parca'.

Grandes legiones de soldados marcharían hacia los portales que llevan a la superficie, pues una gran guerra se avecina y Julius sabe muy bien que tiene la ventaja, aunque este último no sabe a quienes se enfrenta. En la cabeza de las legiones se colocarían las dos manos y su Rey Demonio, detrás de los tres seres de alta jerarquía se posarían los generales de divisiones.

Kei comandando la 5ta división militar de Borks suplantando temporalmente a un general fallecido en batalla, y otros generales adyacentes protectores de otras divisiones. Por otro lado y en mitad de la formación, habrían grupos de arqueros y magos protegidos por líneas de escuderos.

Luego de caminar por la gran ciudad y al salir de estas, se disponen a caminar por el largo puente que lleva a los portales de obsidiana y cuarzo. Lenta la caminata pero fuerte su moral, cantando alegres irían firmes hacia una gran guerra que podría acabar con varias almas.
Tras varios minutos llegan a los pasajes hacia la verde tierra, decorados con oro puro, mármol, cuarzo y un toque especial de una lisa obsidiana dejarían una gran vista de bienvenida y salida hacia el Inframundo.

Las primeras divisiones de Siervos dan paso por el gran pasaje llegando así a la superficie verde, llegado el turno de Kei, este decide encabezar la entrada de su división dando un mensaje sin mediar palabra "No tengo miedo".

Nuevamente el mareo se ocasiona logrando así la vuelta hacia el mundo de Terra. Hermosos árboles repletos de hojas sanas y un verdoso y suave tacto al pasto anunciarían la venida de la tranquila primavera.

Un sentir de gentileza y a la vez paz causaría en Kei la nostalgia de volver a su mundo natal, pues el tiempo en el Inframundo transcurre diferente, por lo tanto ha pasado mucho más tiempo de lo esperado.

Por otro lado, mientras Julius y compañía cruzaban la densa jungla y avanzaban nuevamente hacia la capital humana Kargeth, Kira apodada como 'Ojo del Desierto' ha fundado varias aldeas alrededor de su nueva Capital Rimeloff, mientras prospera dichosamente en cuanto a lo militar, político, social y comercial, sin duda una joven gobernante encargada de una gran naciente nación.

No obstante, los tres Reyes Supremos se dan cuenta del nuevo imperio que se ha creado en el este, donde el vasto desierto negro habita. Por lo cual Arthur decide ir en persona hacia allí acompañado de su séquito y entregar regalos en productos como ofrenda de amistad y paz entre naciones, aunque burdamente planea otra cosa.

Mientras este va de camino hacia Rimeloff, en dicha aldea se presencia un suceso casi imposible, pues el Dios Ydar, aquel que trae frutos y da sanidad a sus fieles seguidores, protector de las catacumbas y mismísimo Dios del vasto desierto negro se aparece en mitad de la ciudad, como si de tapar el sol se tratase, su venida opaca la visión de los espectadores en aquel lugar, posándose en mitad de la plaza central que dictaría el centro del Imperio Kamura provocaría el silencio total mientras dichos ciudadanos presentes se observarían anonadados. Sin duda, Kira va hacia la escena y sin rechistar le da voz a la divinidad

Badass: Lucha de DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora