𝑺𝒕𝒂𝒚 𝑨𝒘𝒂𝒚⟲ 𝑺𝒑𝒂𝒓𝒕𝒐𝒓

𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔

𝟏𝟓 𝒅𝒆 𝒂𝒃𝒓𝒊𝒍, 𝟏𝟏:𝟐𝟔

- ¡JODER!

G— ¡No grites que me asustas más!

- Yo no tengo la culpa de que estos juegos sean tan cabrones. Ya no quiero jugar, me niego a que Bonnie me vuelva a saltar en la cara.

G— Eso es porque juegas fatal.

- Como si tu no hubieras soltado el grito de tu vida cuando saltó Foxy.

G— Eso es una completa blasfemia. Yo no me asusté, solo me sorprendí.

- Claro, es por eso que tu grito se escuchó por todo el pasillo y tuvo que ir a verte media unidad médica pensando que te morías.

G- Shhh.

Un grito se escuchó al otro lado del teléfono que se encontraba en videollamada para acto seguido escuchar otro pero más agudo.

- Te volvió a matar Foxy ¿verdad?

G— Cállate.

El menor río y como acto seguido el mayor se unió a las carcajadas.
Entonces a pantalla del celular dió un vuelco y empezar a enfocar el techo de la habitación de Andrés.

G— [Terminando de reír] Wow, es un lindo dibujo. Me encanta ¿lo hiciste tú?

- [Mira el techo] Oh, no la verdad es que a mí siempre se me han dado un tanto mal las artes. Ese me lo hizo mi hermano hace unos años, él siempre venía todas las tardes a hacerme compañia en el hospital y terminar sus deberes.

G— ¿Venía? Hace mucho que no viene entonces ¿no? ¿Qué pasó?

- Pues... Es una historia larga, no me gusta hablar de eso.

G— Oh, lo siento yo no quería ponerte incómodo o alg-

- No importa, está bien. Volvamos a jugar.

Un aura incómoda empezó a sentirse en el ambiente. Gonzalo quería pedir perdón sin saber exactamente el por qué y Andrés quería disculparse y contarle todo pero las palabras se enredaban en su garganta. De repente para el menor fue como volver al mismo bucle de meses atrás, quería llorar de nuevo.

- Tengo que colgar, te llamo más tarde para tus medicinas.

G— Oye, yo lo sien-

- Está bien, no es culpa tuya. Adiós Gonzalo.

La llamada término y la angustia empezó a intalarse en el corazón del mayor.
"Adiós Gonzalo"
No un "Adiós Ari", " Adiós dinosaurio", "Adiós bobo" o algo por el estilo.
El menor diciendo su nombre de pila sin ningún tipo de burla o apodo cariñoso era algo que lo atormentaba.
Porque el mayor lo sabía, Andrés solo lo llamaba por su nombre de pila cuando estaba cansado y/o triste, pero esta vez no podía hacer algún chiste o comentario para levantarle el ánimo; solo podía verlo derrumbarse sin poder ayudarlo.
Porque ¿cómo puedes arreglar algo que no sabes que está roto? Gonzalo sentía que se ahogaba.
Decidió llamar a alguien que lo ayude.

G— Necesito tu ayuda.

M— ¿Qué has hecho?

G— No lo tengo muy claro.

M— Bueno, dime que es lo que a pasado y vemos.

Después de contar lo ocurrido un atisbo de tristeza se vió en la cara del oji-marrón.

G— Dios mío la he cagado muchísimo ¿verdad? [Preocupado]

M— En parte se podría decir que sí, pero no lo hiciste con mala intención ni sabías lo que pasaba por lo que dudo que Andrés esté enfadado contigo. De todas formas creo que sí estará triste, no le gusta recordar demasiado de su hermano.

G— Y yo me puse a hacer preguntas sobre él, joder.

M— No es culpa tuya, no lo sabías. La situación de Andy y su hermano es complicada de mencionar, pasó hace un par de meses, casi un año cuand-

G— No me lo digas, me lo tiene que decir él.
Necesito que él tenga esa confianza en mi para que pueda contarmelo.

Miguel quedó sorprendido ante las palabras del castaño oscuro.

M— Así que vas en serio.

G— ¿Qué quieres decir?

M— Tú no sólo lo quieres sino que también lo respetas. Cualquier otro persona ya me estubiera pidiendo detalles sobre todo lo ocurrido pero tu prefieres esperar para respetar su privacidad y que cuando esté preparado te lo cuente.

G— Creo que es injusto que él no se sienta preparado para decírmelo y que yo en vez de entenderlo y esperar esté investigando su privacidad a la mínima que se da la vuelta.

M— Me alegra que alguien como tú se haya enamorado de Andrés. Alguien como tú es justo lo que necesita; alguien que lo comprenda y lo apoye, que le de su espacio pero que no le deje solo. Me siento orgulloso de tí Ari.

𝟏𝟗:𝟎𝟑

R— Así que por eso estás así.

- Yo sé que él no lo ha hecho con maldad porque tampoco lo sabía, pero me duele.
Me duele acordarme demasiado de ese maldito día en el que recibí aquella jodida llamada y siento que esa parte de mi que se fue con él se muere de nuevo.

R— Me gustaría decirte que sé cómo te sientes, pero la verdad es que no tengo ni idea. Nadie mejor que tú sabe lo que es perder a tu hermano pero tienes que entender que no puedes seguir sintiendo esto cada vez que recuerdas el día de su muerte. Ya has vomitado dos veces en las seis horas que llevas recordándole, no es sano que sigas cargando tu solo con ese peso.

- Me duele mucho Ramón, no quiero que me queme el pecho de esta manera. Haz que pare por favor. [Súplica y llora otra vez]
¿Qué puedo hacer? Ayúdame.

R— [Abrazandolo] Cariño yo no puedo ayudarte en esto pero lo que si tienes que hacer es ir al psicologo. Sabes que tenías que haber ido hace meses, no lo retrases ni te niegues, por favor, es algo que necesitas.

Después de tantas lágrimas el menor sé mostró mucho más agotado; quería dormir y dejar de sentir ese dolor, esa angustia, ese malestar. Simplemente dejar de sentir. La idea parecía incluso tentadora para el corazón lastimado del castaño.

- [Acurrucado] Está bien. Ya no lo aplazo más, ya no me niego más. Necesito ayuda por favor.

R— Lo sé mi niño, lo sé. [Triste, con lágrimas]

Decía en llanto de forma desesperada.
El menor se sentía solo desde hace demasiado tiempo, pero era la primera vez que dejaba caer aquellas murallas que lo defendían dejando únicamente a un pequeño niño, asustado, cansado y triste.

𝟷𝟶𝟻𝟷 𝚙𝚊𝚕𝚊𝚋𝚛𝚊𝚜.