Parte 3.1

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- Cian, mamá está cansada.

El pequeño niño sostenía una hoja repleta con muchos colores diferentes, emocionado tenía la mirada clavada en la puerta con un brillo de entusiasmo en los ojos esperando a que está se abriera.

- Ella tiene que descansar, vamos a tomar algo.

Cian: Quiero mostrarlo.

- Cariño, ahora mismo necesita dormir.

La mujer mayor sostuvo al niño en brazos y lo llevó de regreso a la cocina donde se encontraban todos sus colores regados por el suelo.

Cian: Nona, ¿Mamá quiere a Cian?

La mujer tomó el dibujo del menor y lo colocó en el refrigerador pegándolo con un pequeño imán que ahí estaba.

--Claro que sí, tu madre te ama tanto que sacrifica su tiempo para trabajar duro y consentirte con esto.

Un olor dulce y profundo salía de aquella taza puesta delante del niño, un líquido café que tanto amaba tomar esos días en los que la nieve cubría todo a su paso.

- Recuerda Cian, mamá te quiere mucho, ella está haciendo bastantes cosas para que tú estés bien... la próxima vez que la veas, dile "te quiero", seguro que ella se pone muy contenta de escucharte decir eso.


Te quiero

Palabras simples pero a la vez tan complejas, imposibles de decir con el terror atorado en la garganta.

Cian: Mam-ma...

- ¿¡Qué carajos significa esto Andrea!?

- Señora, su hija, su pobre ángel no tiene culpa de nada

- ¿¡Quién es usted, quienes son estos tipos!?

La mirada desorbitada de esa mujer cubierta de pies a cabeza por tela se clavó en el infante escondido detrás de la falda de su abuela. Una aterradora y siniestra mirada que al instante puso a llorar al niño.

- Lo diré de nuevo, ¡Largo de mi casa!

Andrea: Mamá... Ellos nos van a ayudar, ellos, ellos se van a deshacer del problema. Pueden arreglarlo y todo será como si nada hubiera pasad-

- ¿¡Problema!? ¿Llamas a tu propio hijo problema? Eres una cínica Andrea.

[- ...los niños no lloran]

- ¡Usted! ¿¡Creé que puede irrumpir en mi casa y quitarnos nuestra paz!?

Andrea:¿¡Paz!? ¿Dónde carajos está la paz?

- ¡Estamos hablando de tu hijo, de tu propia sangre!

Andrea: ¡También es la suya!

La voz de la mujer se elevó como nunca antes lo había hecho delante de su madre.

Andrea: ¡También tiene la sangre de ese hijo de puta! ¡Tiene la sangre de un maldito violador!

El niño detrás de su abuela miraba los ojos de su madre, los hermosos verdes apagados se habían prendido en llamas.

Andrea: Tiene su sangre también...

- Hija, no todo fue culpa de él, tú también tuviste errores, si hubieras sido más recatada y discreta, eso no-

Andrea: ¡No lo hice por qué quisiera! ¿¡Cuándo vas a entender que él me violó!? ¿Cuándo serás consciente de que me obligaron a hacerlo?... ¿Cuándo será el día que me muestres el mismo cariño que le das a este niño?

BLOOD DROPSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora