[¿Cómo está el castillo construido con gente que finges que te importa?]
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Naomi miraba el cielo pensado en lo mucho que había cambiado su vida en tan poco tiempo Pertenecía a un clan que fue asesinado, para su "suerte" ella logró esconderse y sobrevivir a esa masacre y alguien de la aldea de la hoja logró encontrarla.
Estuvo dos años viviendo tranquila en konoha, pero un día, cuando parecía que podría tener una vida en paz en esa aldea, Orochimaru decidió que sería su próxima víctima, secuestrandola y llevándosela con el a una de sus muchas guaridas.
No fueron años muy felices para ella, entrenando sin pausas hasta caer desmayada o recibiendo sustancias sospechosas que en muchos casos eran dolorosas para su cuerpo.
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Después de un año de su secuestro, llegó a la guarida alguien nuevo, su cara le parecía conocida, tal vez lo había visto algún día cuando iba a la academia Ninja en Konoha. Al principio no entendió muy bien que hacia el ahi -debe ser otra víctima de la serpiente- pensó.
Después de un tiempo inevitablemente terminó acercándose al chico que había llegado, Sasuke Uchiha. Descubrió que el había decidió ir con Orochimaru - ojalá a mi me hubieran dejado elegir - y no había nada que deseara más que tomar venganza contra su hermano Itachi Uchiha.
Solían entrenar juntos, o aveces solo veían el entrenamiento del otro, eran la única compañía que tenían y para que mentir, eran humanos, necesitaban compañía de vez en cuando aún que ambos lo negaran.
Se había formado una especie de amistad - aunque ninguno lo admitiera- entre ellos, disfrutaban de la compañía del otro, incluso cuando no entrenaban, solían ir a la habitación del otro con alguna excusa tonta solo para pasar el tiempo ahí.
-te veo muy cercana a Sasuke-kun Naomi- hablo kabuto detrás de la chica, mientras leía algunas cosas de los libros que tenía Orochimaru en esa guarida
-no se de que hablas- No quería hablar con el y mucho menos dar explicación de porque se la pasaba tanto con el Uchiha, la verdad ni ella misma lo sabía.
-No te encariñes mucho con el, en su corazón no hay nada más que odio y venganza- después de decir eso, se retiró dejando sola a la peli blanca, en ese momento le pareció una tontería ¿encariñarse? Ella estaba muy rota como para esas cosas.
Jamás pensó que más adelante se arrepentiría de no haber escuchado a Kabuto.
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