Una mente perversa

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Solo aquella marioneta
Puedes tú moverla
Viendo como se moldea
Según tu pertinencia.

Te siebtes confiado
Seguro del juego astuto
Pero no espero no encontrarte
Cuando las cuerdas se desaten.

Y aquella hermosa mujer
A la que tú tienes dominada
Creyendo que durará siempre
Esa sonrisa taimada.

Tus juegos, tus caricias
Pararán algún día
Cuando otro hombre
Abra los ojos de "tu" niña.

No quiero pretender
Que ella no es astuta
Haciéndote creer
Que eres tú
El que lleva la batuta.

Poemas que sin suerte ni mente aparecenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora